Cuando vas por Ámsterdam lo que se siente, lo que se respira es indescriptible. Cuando nosotros llegamos en diciembre del año 2002 a aquel lugar, lo primero que nos llamó la atención fue el calor humano frente al frío típico de un invierno y, frente todo aquello, estaban los canales, el mar como testigo que, a través de sus leves oleajes, va viendo como esta ciudad llena de encanto, magia, libertad, tolerancia, historia, etc. recibe a miles de visitantes en sus calles tan inolvidables y tan llenas de detalles. La ciudad de Ámsterdam provoca al viajero que recorre sus calles por primera vez una especie de admiración, entre la sorpresa y la certeza de estar en otro mundo. El ambiente liberal y su patrimonio monumental van cogidos de la mano para descubrir una ciudad fascinante y rebosante de esplendor.
Nuestra visita: | Diciembre de 2002. |
Idioma Oficial: | neerlandés. |
Moneda: | Euro €. |
Población 2014: | 1.364.422 hab. |
Superficie: | 1003 Km². |
Prefijo telefónico: | +31 020. |
Webs oficiales: | iamsterdam.com |
La ciudad nació en el siglo XIII como un sencillo pueblo de pescadores alrededor del castillo de los condes de Holanda, sobe el dique Amstel. A finales del siglo XIV se necesitó más espacio con lo que se construyeron los primeros canales. Durante el período del siglo XIV y XV, Ámsterdam tuvo un gran auge comercial gracias a su comercio marítimo, pues formaba parte de la Liga Hanseática, y de los conocimientos aportados por los judíos que llegaron aquí después de que los expulsaran de España y Portugal.
Las guerras de religión a finales del siglo XVI hicieron que Ámsterdam experimentara una fase de expansión originada por la llegada de comerciantes protestantes desde Francia y Amberes. Por ello se construyó tres grandes canales entre 1610 a 1660.
En el siglo XVII la ciudad vivió su máximo esplendor al abrirse nuevas rutas hacia el extremo oriente, lo que motivó a la construcción del centro histórico, a la apertura de nuevos canales y el florecimiento de la escuela pictórica a cuya cabeza estaba Rembrandt.
En 1813 fue la primera ciudad holandesa en sublevarse contra Napoleón; mientras que en la II Guerra Mundial no tuvo daños materiales, contrastando con los 80.000 ciudadanos judíos en Holanda que fueron deportados a campos de concentración y asesinados, entre ellos la famosa niña Ana Frank.
Estamos ante una ciudad muy bella y muy original, una de esas ciudades únicas en el mundo, que hay que vivirla directamente en sus calles, puesto que el mayor atractivo está precisamente en ahí, entre sus canales. Ámsterdam está construida sobre diques, para ganarle espacio al mar, lo que permitió la creación del llamado Círculo de Canales (Grachtengordel), que tiene forma de herradura y que fue construido a partir de diques en el siglo XVII. Para nuestro gusto es el mayor atractivo de la ciudad, en cuyos canales se agolpan bonitos edificios muy singulares y majestuosos del siglo XVII. Pero si queremos, además, visitar museos para completar la ruta, entonces necesitaremos al menos cuatro días.
Dia 1: la primera jornada la dedicaremos a pasear por la zona centro de Ámsterdam, donde veremos entre otros sitios y monumentos, la Estación Central, la Iglesia católica de San Nicolás, la Iglesia Vieja, Plaza Dam en la que se sitúan el palacio Real, el monumento a las víctimas holandesas de la Segunda Guerra Mundial, etc.… También pasearemos por la avenida Oudezijds Voorburgwal y nos sorprenderemos con el mundo del sexo del Barrio Rojo. Completaremos el día con la visita de Begijnhof y el animando Rembrandtplein. En esta zona de la ciudad abundad diferentes museos como el del Sexo, el Erótico, el de la Marihuana, etc.…
Dia 2: el segundo día lo vamos a dedicar la zona este de Ámsterdam, aquí veremos el Templo Fo Guang Shan He, la Nieuw Markt, llegaremos al barrio judío donde se encuentra la Zuiderkerk o iglesia del Sur, la casa museo de Rembrandt, la Waterlooplein, la Sinagoga Portuguesa, el Museo Histórico Judío, etc.… Algo más alejado destacamos el Hortus Botanicus, el Artis, la Muiderpoort, el Tropenmuseum (o museo de los Trópicos), el Molino de Gooyer, la iglesia de Oosterkek y para poner el broche al día la visita de Scheepvaart Museum y el Montelbaanstoren.
Dia 3: en el día tres vamos a recorrer la zona oeste de Ámsterdam, comenzando con la Ronde Lutherse Kerk o Iglesia Luterana Redonda, la plaza Noordemarkt, nos emocionaremos en la casa de Anne Frank, seguiremos con la Westerkerk o Iglesia del Oeste y el Homomonument. El día lo podemos finalizar con alguno de los museos que proponemos en la zona centro.
Dia 4: este cuarto día lo reservamos para los grandes museos situados en la zona sur de Ámsterdam, los cuales se disponen alrededor de Museumplein. Entre ellos encontramos el famoso Rijksmuseum, el más importante de los Países Bajos; el Van Gogh Museum, dedicado al gran pintor holandés; y finalmente el Stedelijk Museum dedicado al arte moderno y contemporáneo.
Llegamos a la Estación Central, procedentes del aeropuerto de Schiphol sin ningún problema, y recorriendo sus calles con las maletas, en busca de nuestro albergue, lo primero que conocimos fue a una pandilla de chicos y chicas de Francia, Dinamarca, Bélgica y no recuerdo que otros países. Se acercaron a nosotros y nos ofrecieron cerveza (llevaban varias cada uno) y comenzamos a hablar y a preguntarles sobre nuestro albergue, enseguida nos hicimos amigos e incluso quedamos más tarde en un coffee shop, aunque, eso sí, no sabían nada de español.
En Ámsterdam, si conoces el idioma sajón no tendrás ningún problema, puesto que allí los más jóvenes saben hablar inglés perfectamente. Con esto os quiero decir que Ámsterdam es abierta y acogedora por visitantes y por supuesto por los mismos holandeses, que tienen un carácter muy servicial y sonriente, ¡¡¡ahh!! y algunos holandeses hablan español.
Ámsterdam es famosa a nivel mundial no sólo por su belleza única y sus canales, recibiendo el sobrenombre de la Venecia del Norte, sino también por ser la cuna de la legalización de la prostitución, bodas gais y las drogas blandas.
Pero no es oro todo lo que reluce: En los Países Bajos están legalizadas las drogas blandas (Marihuana) y siempre que sean consumidas en sitios apropiados para ello, los llamados coffe shops, pero NUNCA las drogas duras como la cocaína y pastillas como éxtasis, LSD. Repetimos, no os dejéis engañar, las drogas de este tipo, las duras, no están legalizadas y es que constantemente por sus calles siempre hay gente ofreciéndote drogas fuertes e ilegales en Holanda.
Lo mejor que puedes hacer es mover la cabeza en sentido negativo y seguir tu camino sin más, de esta manera evitarás problemas mayores. Otro consejo es no hacer fotos a las prostitutas del barrio rojo, y así lo señalan los carteles que hay en cada paso. Por lo demás disfruta del ambiente y la libertad que te ofrece este rincón del planeta. Seguro que conoces a gente predispuesta a conocer a más gente para divertirse.
No te puedes perder la casa de Anna Frank, sobre todo si te has leído el diario, y si no lo has hecho hazlo primero unas semanas antes de emprender tu viaje y después visita la casa, ya verás como de repente todo cobra vida a tu alrededor.
Un punto importante es el alojamiento, pues en esta ciudad es difícil encontrarlo, sobre todo la temporada alta, ya sabes verano, navidad, etc... Por este motivo os recomendamos reservar con bastante tiempo. Donde nosotros nos alojamos y que recomendamos por su precio, limpieza, por su situación céntrica, etc., pero, sobre todo, por su ambiente juvenil e intercultural es el albergue de Ámsterdam, incluso dentro hay un pub donde por la mañana se desayuna, por cierto, incluido con el alojamiento (un delicioso y suculento desayuno-buffet que podrás repetir cuantas veces quieras), al mediodía se come y de noche es un pub hasta una cierta hora.
Allí conocimos a muchas personas, es un punto de reunión de muchos mochileros y gente joven con ganas de ver mundo. Tal vez el inconveniente mayor que encontramos fue que son dormitorios de 10 o más camas, y que las duchas y aseos son compartidos, pero de verdad, se lleva genial, ya os decimos que se está a gusto y nadie hace ruido de noche y respeta el descanso de los otros. Este es el albergue.
La comida holandesa es fuerte y contundente, nuestro consejo es que pruebes algún plato, aun así, vas a encontrar todo tipo de comidas del mundo, y hasta locales donde tienen como una especie de máquina expendedora llena de bocadillos, sándwiches y demás variedades abiertas hasta altas horas de la madrugada.
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