IRÁKLION (ΗΡΑΚΛΕΙΟ)

CORAZÓN HISTÓRICO DE IRÁCLION


Desde el puerto, dejando a la izquierda los arsenales, llegamos a la Odós 25 Avgoúto, que conduce hacia la Plaza Venizelou. El nombre de esta calle hace referencia a un trágico evento que ocurrió el 25 de agosto de 1898 cuando, durante la celebración de la fiesta de san Tito, una turba musulmana enloquecida masacró a muchos cristianos, incluidos diecisiete soldados británicos y su cónsul, Lysimachos Kalokairinos. Estos hechos hicieron que Creta quedara bajo protección internacional desembocando finalmente con la anexión de la isla al resto de Grecia en 1913. Esta calle peatonal cuenta con los edificios neoclásicos más bellos de Heraklion que se construyeron después de la catástrofe de 1898 para darle a la ciudad un aire de ciudad moderna.

Antes de llegar a la Plaza Venizelou encontramos la Loggia o Lonja Veneciana (1628), con un friso donde veras el león de san Marcos, insignia inequívoca de los venecianos. Fue mandada levantar por el general Morosini como lugar de reunión y ocio de nobles, gobernantes y señores feudales, ya que las costumbres políticas y sociales de la época exigían un edificio público donde se tomaban decisiones económicas y comerciales. Tras la II Guerra Mundial el edificio fue restaurado y destinado a albergar la sede del ayuntamiento. A la espalda de la lonja está la Dimarhía o antigua armería veneciana que se abre a la Platía Ágios Títos con su fuente llamada Sagredo (1602) y su iglesia con el nombre homónimo.

Seguidamente entraremos a la Plaza Venizelou, aunque los habitantes de Eraclio la conocen como plaza de los Leones o simplemente Leones. Esta es una de las zonas más concurridas de la ciudad, lugar de encuentro para autóctonos y de turistas, que nunca duerme ni en invierno ni en verano. Durante el dominio árabe la plaza acogía el mercado de esclavos más grande del Mediterráneo; durante el período bizantino aquí se encontraba la residencia del Gobernador; bajo el mando veneciano se levantaba, en el lado norte de la plaza, el Palazzo Ducale (ya desaparecido), donde el duque y sus dos consejeros decidían el destino de Heraklion. En 1856 un gran terremoto arrasó la ciudad. De entre los monumentos que se salvaron sólo encontramos el símbolo de Eraclio: la fuente Morosini.

La Fontana Morosini, cuyos leones da nombre a esta plaza, fue obra de Francesco Morosini de 1628. En principio la fuente no se construyó con fines estéticos, sino que tenía un sentido más práctico: abastecer de agua potable a la sedienta Heraklio. Para ello se construyó un acueducto que, durante 15 kilómetros, transportaba el agua desde el manantial de Archanes en el monte Juktas. La cuenca de la fuente está compuesta por ocho lóbulos situados en una base circular, para que muchas personas pudieran llenar sus tinajas de manera cómoda y simultánea, ya que en cada lóbulo podían sumergir sus frascos cinco personas. Presentan escenas talladas en relieve de la mitología griega, especialmente tritones, seres místicos acuáticos, ninfas y delfines.

En el centro de cada lóbulo podemos observar los escudos de armas del Dux o Dogo (líder militar), del duque de Heraklion, los consejeros y el del propio Morosini. Bajo soberanía turca, los lóbulos fueron perforados para permitir el ritual musulmán de lavado de cara, manos y pies antes de entrar a la mezquita para acudir al rezo. En 1847 los gobernantes turcos decidieron rodear la fuente con columnas de mármol (hoy desaparecidas), colocándose en la parte superior una inscripción dorada que ponía “fuente de Abdul Mecit” en honor al sultán.

Un pedestal octogonal se levanta en el centro de la fuente, en él se encuentran cuatro leones desde cuyas bocas fluye el agua. Este orgulloso animal no tiene nada que ver con el agua, pero en este caso se utilizó como símbolo del poder veneciano. La manera en que los venecianos hicieron brotar el agua a través de las bocas de los leones es muy ingeniosa: en los cimientos de la fuente colocaron un depósito subterráneo con forma de pirámide, por cuya cúspide (conectada con la fuente) salía el agua, debido a la presión ejercida por el mismo líquido vital.

En la parte superior del pedestal había una estatua colosal de Poseidón con un tridente, obra de un artista local. Esta pieza está desaparecida y nada se sabe de su destino ni tan siquiera cuando fue separada de la fuente o si alguna vez fue destruida. El ayuntamiento de Heraklio restauró la fuente e inició un ambicioso programa para peatonalizar la mayor parte del centro histórico, así como el proyecto de poner en valor los conductos venecianos subterráneos.

En un lado de la plaza se levanta la iglesia Agios Márkos construida por los venecianos en el 1239, aunque fue reconstruida después de un terremoto que tuvo lugar en el año 1303. En el 1669 los turcos convirtieron el templo en una mezquita y así se mantuvo hasta el 1956 cuando la Compañía de Estudios Cretenses e Históricos lo cambió en su actual forma. Hoy en día se la conoce como Galería de Arte Municipal, albergando una colección permanente entre los que destacan obras de Thomas Fanourakis, Georgios Georgiadis, Lefteris Kanakakis, Aristodimos Papadakis, etc…. además de organizar exposiciones y eventos temporales.

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