PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYA (PARCO ARCHEOLOGICO DI POMPEI)

UNO DE LOS POCOS EJEMPLOS DE CASA CON BAÑOS PRIVADOS DE POMPEYA


Esta casa ha sufrido a lo largo de sus más de tres siglos de historia los devenires de sus sucesivos propietarios, al ser separada y unificada en varias ocasiones. Formaba parte de una propiedad mucho más grande perteneciente a la familia Valerri Rufi, cuando debió de ser una de las casas más grandes de Pompeya, hasta que se dividió en dos antes de la erupción: por un lado, el gran criptopórtico que estamos visitando y por otro la Casa del Lararium de Aquiles. La entrada a la Casa del Criptopórtico se realizaba a través de las fauces (pasillo de entrada) que han perdido la mayor parte de su yesería. De ahí se abre a un atrio tetrástilo con columnas de ladrillo, en cuyo centro se encuentra un impluvium con un cerco de mampostería elevada, en cuyo lado sur se sitúa una cabeza de pozo de mármol.

El atrio, al igual que las fauces, ha perdido la mayor parte de su yesería. Tres de los lados de este espacio cuadrado se reparten varias habitaciones: el tablinum y el peristilo columnado en dos de sus lados, en cuyo lado este había una serie de cubículos. Esta parte de la casa está en muy mal estado por que fue gravemente dañada por los bombardeos en septiembre de 1943. De esta zona sólo ha sobrevivido relativamente ileso, en la parte norte del destruido peristilo, un lararium pintado, en el que se muestra una gran serpiente que levanta la cabeza en dirección a un busto de Mercurio colocado en un nicho arqueado. Debajo de éste vemos una segunda serpiente enroscada alrededor de un altar, mientras que el fondo lo constituye una variedad de plantas y aves.

Al sur existe un corto tramo de escaleras que conduce a una logia (una galería abierta por un lado) con vistas al gran jardín situado al sur. En el extremo de la logia se sitúa un triclinio de veranos que se ha conservado muy bien su yeso pintado de rojo. En el centro, entre los sofás, se encuentra una mesa circular, también muy bien conservada, coronada por una losa de mármol.

Adyacente a la escalera de la logia se sitúan unas segundas escaleras que desciende hasta un gran corredor cubierto, es decir el criptopórtico que da nombre a la casa, el cual posee un trazado rectangular alrededor del jardín. En el ala este se encuentra un complejo termal, del que quedan cuatro habitaciones con una rica decoración de estuco, que constituye uno de los pocos ejemplos de baños privados documentados en Pompeya.

Al complejo termal se accedía por el apoditerium (vestuario), en cuya pared norte se abre una puerta arqueada que conduce hasta el frigidarium (sala fría), el cual está ricamente decorado con el segundo estilo. La decoración al fresco de sus paredes se basa en estructuras arquitectónicas realizadas en perspectiva, además de ver otros elementos ornamentales como figuras de cupidos y antropomórficas y motivos florales. La sala posee también un suelo compuesto por un piso de mosaico blanco y negro con un patrón de tablero de ajedrez.

Se puede apreciar en el muro norte del frigidarium que la entrada al tepidarium (sala templada) y al caldarium (sala caliente) está totalmente bloqueada, por lo que no es posible verlas. En el extremo sur del ala este del criptopórtico se encuentra un gran triclinium que originalmente estaba abovedado y decorado, si bien hoy sólo queda un único fragmento al lado de la entrada. Pero el triclinio sí conserva un piso de mosaico compuesto por fragmentos de mármol enmarcados con un borde negro.

El ala sur del criptopórtico se encuentra actualmente en ruinas. Consistía en un pasadizo estrecho, en cuyo lado norte se repartían una serie de habitaciones, quizás utilizados como alojamientos para los esclavos domésticos. Las bodegas subterráneas y sus pasillos se utilizaron, en el último periodo de vida de la casa, como lugar de almacenamiento de vino.

Los restos de estuco y frescos que vemos hoy en el resto del criptopórtico atestiguan que una vez este espacio contó con una decoración refinada no sólo en sus paredes, sino que también contaba con una serie continua de hermas (pilar de piedra sobre el que se colocaba un busto) y de cariátides de mármol amarillo que recorrían las paredes, así como pilares en el pórtico, todo ello rematado por una bóveda decorada con paneles de estuco de colores y motivos florales y geométricos. Los frescos que decoraban los muros trataban diferentes temas como sátiros y ménades o escenas de la guerra de Troya.

A diferencia del ala este, la parte oeste no tiene ningunas habitaciones en sus lados. En el extremo sur de esta ala hay una puerta que se abre a un área que actuaba como vestíbulo para la entrada secundaria a otra propiedad situada en el 19 del Vicolo del Menandro.

Inmediatamente al este del vestíbulo se sitúa una pequeña habitación que contaba con calefacción que se encontraba aislada del resto de los baños. Esta habitación tiene un hueco poco profundo en la pared norte, mientras que su decoración consiste en el segundo estilo, con una zona central de color rojo oscuro sobre un friso amarillo, todo ello rematada por una banda ancha de color azul verdoso. El suelo está decorado por un mosaico policromado con un rosetón central, a cuyo lado se representó dos figuras negras nadando hacia un ánfora rota, mientras que en el lado opuesto unos delfines nadan.

Pulsar para invitarme a un café