UN CONJUNTO DE TRES TEMPLOS

Para poder llegar hasta aquí en autobús necesitas tomar la línea 38 o 138, y si vienes con coche es muy probable que te perderás porque está mal señalizado, pero aun así tranquilo que siempre podrás dar la vuelta, además aconsejamos el coche para vivir la experiencia de conducir por la izquierda.

El precio de la entrada es de 9€ (en 2010), incluye la visita del templo de Hagar Qim y el de Mjandra. Una vez adquirido el ticket entramos a una sala de proyección donde nos informan a grandes pinceladas sobre todos los templos megalíticos importantes en Malta. Después accedes a una sala donde hay una pequeña exposición sobre los dos templos y en la que podemos ver piedras talladas con espirales o las típicas estatuillas de figuras femeninas obesas, de las que la más famosa es "La Dama Durmiente" encontrada en el Hipogeo de Hal Saflieni y que se expone en el Museo Arqueológico de La Valeta.

Después de una buena dosis de información, nos disponemos ya a visitar los templos. En primer lugar, nosotros decidimos visitar el templo de Hagar Qim y una vez finalizada nos dirigimos al complejo de Mnajdra. Un consejo importante, al entrar al recinto hay una caseta donde te pedirán que enseñes de nuevo el ticket, así que no lo pierdas por si acaso.

Una vez en el recinto comprobamos que los tres templos están dispuestos en un semicírculo compartiendo un área común de patio delantero con una superficie de roca natural. Se utilizaron resistentes bloques de piedra caliza coralina para las paredes exteriores del muro y para el interior se utilizó piedra globigerinas que son mucho más fáciles de tallar.

Es curioso que en los templos vecinos de Hagar Qim, que se construyó en la misma época, sus constructores no se molestaron en recorrer cierta distancia para emplear material más duradero (este tipo de piedra era necesario traerla de una cantera lejana) y sí utilizaron piedras blandas locales, al contrario que aquí en Mnajdra.

Estamos en un complejo en el que sus edificios son probablemente los más impresionantes en cuanto a diseño, ingeniería y a ejecución se refiere. El Templo del Sur (C) que tuvo que ser reconstruido, poseía una fachada cóncava a base de grandes bloques de piedra caliza coralina.

Cerca de la puerta de entrada encontramos, al igual que en Hagar Qim, agujeros en el suelo, que según parece tenía la función de sostener postes de madera. Avanzamos un poco y vemos, a ambos lados de la puerta principal, grandes bloques de piedra a modo de bancos parcialmente restaurados.

Hay que señalar que después de ser construido este templo, y aprovechando la construcción del templo del Norte, el edificio sufrió grandes reformas. Una vez atravesada la entrada nos encontramos en una sala ovalada (1) con dos ábsides. El ábside sur contiene un nicho (7) simple integrado en la cara inferior de la fachada del templo.

En el lado contrario y frente al anterior, encontramos un ojo de buey que conduce a una pequeña habitación en la parte trasera del edificio. Destacar la decoración del ojo de buey con puntos y enmarcada por un par de losas en posición vertical.

Cerca de la entrada a la derecha encontramos una habitación con forma de L que fue excavado en la pared de la fachada del templo para conectarlo con el templo del Norte. La entrada se efectuaba a través de un ojo de buey, encontrando en su interior un pequeño santuario (3) según se entra a la derecha (acceso para el visitante no permitido).

En el otro extremo de la sala hallamos un altar de dos pisos formado por dos placas horizontales sostenidas por pilares. Otro elemento importante que encontramos en esta primera sala oval es el agujero del oráculo (2), una pequeña cavidad rectangular que se corta abruptamente por uno de los bloques del muro y que conecta con otra pequeña sala que sólo es accesible desde el exterior.

Una puerta flaqueada por bloques de piedra conduce hasta la parte trasera del edificio donde se encuentran un pequeño vestíbulo con un pequeño santuario (6) a la izquierda y con un ábside a la derecha. Otra característica importante del Templo del Sur es su relación con la astronomía. El edificio está perfectamente alineado con la salida del sol en los equinoccios (el sol se alinea con el eje principal del templo) y en los solsticios (los rayos de sol se alinean con las esquinas de las jambas de la puerta, de manera que sólo entra un pequeño rayo de luz al interior).

Seguimos nuestra visita por el Templo del Norte (B) que tuvo que construirse sobre una terraza para salvar la pendiente de la colina y poder estar así en consonancia estética con su vecino del sur. El resultado es que el Templo del Norte está a unos 3 metros más alto que el templo que le precede.

Estamos ante una típica construcción de cuatro ábsides, sin embargo, lo que le diferencia y le caracteriza es su entrada. Se trata de un ojo de buey, actualmente roto en parte, pero que medía originalmente casi dos metros de altura. Esta característica es única y de momento desafía toda explicación.

La primera habitación que encontramos está compuesta por dos ábsides y es muy sencilla, aunque con gran calidad en su mampostería. La parte trasera de esta sala presenta una puerta (5) con losas en posición vertical a ambos lados en tornos a un bloque de piedra.

Aquí se sitúa otra característica notable del edificio, ya que encontramos un grafiti que representa la fachada de un templo tallado en la losa de la derecha que conduce a la siguiente sala, afina la vista y lo verás seguro.

La siguiente sala presenta un diseño más convencional con un par de ábsides. Aquí encontramos un gran nicho (7) empotrado en la pared trasera sobre el eje principal del edificio.

En el lado sur encontramos, por otro lado, otro ojo de buey que conduce a un pequeño anexo con un altar (3).

Y para completar la visita nos queda el pequeño templo primitivo (A), bastante deteriorado, presenta una planta bastante típica con dos ábsides exteriores y una elaborada entrada consistentes en dos losas en posición vertical con nichos a ambos lados.

El espacio más íntimo está separado del resto del edificio por una construcción de dos losas con un base de tres placas. En la parte interna de las dos losas laterales encontramos restos de una decoración consistente en puntos. Una de las teorías es que estos puntos podrían representar un calendario, otra teoría señala que simplemente es un sistema contable.

Y para terminar nuestro recorrido por este recinto aconsejamos las vistas sobre el mar Mediterráneo, la pequeña isla de Filfa y la petrolera. Además, en esta zona encontramos lugares de interés por si tienes más tiempo y te apetece: al fondo se sitúa la Tal-Ħamrija Coastal Tower, torre de vigilancia que se terminó de construir en 1659. Entre la torre y Mnajdra se encuentra el Congreve Memorial, dedicado al antiguo gobernador de Malta Sir Walter Congreve, para llegar hasta el pilar conmemorativo hay que girar a la izquierda justo antes de entrar al templo, desde donde parte un camino (es necesario respetar la flora de la zona, ya que en su mayoría está protegida). Toda esta zona es conocida como Għar Ħanex, si llegamos hasta la costa encontraremos rincones y playas paradisiacas.