BRUJAS (BRUGGE/BRUGES)

UN PASEO HACIA EL LAGO DEL AMOR


Tras atravesar el Gruuthusebrug entramos ya en Bakkersrei, canal que se bifurca en dos direcciones, pero cuyo tramo principal es parte del curso natural del río Reie. Nada más navegar por sus aguas nos topamos con el fotogénico puente de san Bonifacio o Bonifaciusbrug. A diferencia de la mayoría de los canales, el Bakkersrei no posee una calle homónima que transcurre junto al canal propiamente dicho, por ello recomendamos el barco turístico. El canal bordea varios lugares de interés y monumentos que vamos ir comentando a continuación.

El primero de ellos es el Sint Janshospital u hospital de San Juan, fundado en el siglo XII, es uno de los hospitales más antiguas que existen en el continente europeo. Fue construido para dar cobijo a los peregrinos que llegaban hasta Brujas, así como para las personas enfermas, aunque hay que tener en cuenta que, en la Edad Media, las personas enfermas se dirigían a los hospitales más bien para encontrar techo, comida y asistencia religiosa en sus últimos momentos. Hubo paulatinamente un continuo crecimiento de la población de Brujas, por eso, el hospital está formado por un conjunto de edificios de distintas épocas.

Ya en su interior, destacamos el Memling Museum, pequeño y coqueto museo instalado en la antigua enfermería, destacando obras como el cofre de Santa Úrsula, considerada una de las siete maravillas de Bélgica. Destacamos también obras como el "Retrato de donante" y el retablo del "matrimonio místico de Santa Catalina" del siglo XV.

Pronto nos toparemos con el Wijngaardplein donde se sitúa el Begijnhof, el cual se encuentra comunicado a través de un puente de los siglos XV-XVII. El recinto fue fundado en 1245 por Margarita, condesa de Flandes y princesa de Constantinopla, convirtiéndose así en uno de los beaterios más antiguos de Bélgica, si bien los edificios del Beaterio ya no son los originales de los tiempos medievales, abundando en él los edificios del siglo XVII.

Sigue ejerciendo la misma función desde hace muchísimo tiempo, siendo un oasis de tranquilidad y paz. Apenas se cruza la puerta encontramos la Begijnhuise, una pequeña casa que acoge el museo de historia del lugar. En su interior también destacan: la casa de la priora, la capilla de Santa Isabel, etc... En la iglesia datada de 1605, se conservan cuadros de los siglos XVII.

En la parte septentrional del Wijngaardplein se encuentra la conocida como Sashuis o Casa del Esclusero, datada del siglo XVI, un oficio muy importante, teniendo en cuenta que Brujas creció ganando terreno al mar, siendo puerto marítimo durante siglos.

Tras pasar el Sashuis entramos ya en el Lago del Amor o Minnewater, un idílico lugar lleno de cisnes, y que cuyo origen tiene dos versiones: la histórica y la romántica. La histórica nos dice que se construyó para canalizar el río Reie, para ser llevado hasta el centro de la ciudad.

La vertiente romántica nos cuenta que una vez hubo una mujer llamada Minna que estaba enamorada de un chico de Brujas de una clase social más baja que la de ella. Ocurrió que el padre de ella no aprobaba esa unión, así que la chica se fugó y se escondió en ese lago, donde murió. Cuando llegó el chico, roto de dolor por la pérdida de su amada, construyó una presa para retener las aguas y la enterró en el lugar donde pasaba el rio, que finalmente inundó la tumba. De esta manera perpetuaría el amor en aquel lugar. La Minnewaterbrug se encuentra encerrada en su parte sur por el Minnewaterbrug y la Poertoren o Torre de la pólvora.

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