UN RECORRIDO POR LA COLUMNA VERTEBRAL DE STOLAC

Comenzamos el recorrido siguiendo la orilla del río Bregava, el cual, junto con sus edificios y puentes, constituye la columna vertebral del trazado urbano de Stolac. Comenzamos en la isla Ada, palabra eslava local que designa una isla situada en un río, que albergó, durante el período otomano, las residencias de la élite musulmana, la mayoría de las cuales fueron destruidas en la guerra de 1993. Actualmente cuenta con una vegetación exuberante por donde pasear. Más arriba está la piscina al aire libre de Kupaje que fue creada en 1908 durante el período astro-húngaro con unas dimensiones de 45x18 metros. El recorrido sigue hacia el noreste llegar a uno de los puentes de este río, el Inat Ćuprija.

El Inat Ćuprija es el puente más antiguo de Stolac, se cree que se construyó justo al comienzo del periodo otomano, en el siglo XV. El puente, construido en piedra, mide 26,80 metros, contando con cinco arcos con una anchura diferente casi todos. Esta asimetría en los arcos tiene una explicación en una leyenda local: “inat” es un término muy balcánico que traducido sería obstinación o terquedad. Pues bien, la historia cuenta que el patrocinador del puente quería un viaducto bello y perfectamente simétrico, pero el constructor encontró diversas dificultadas técnicas, lo que provocó comentarios de aquel primero que hizo que el artesano se ofendiera, construyendo un puente asimétrico como venganza, difícil de apreciar a simple vista.

Justo al lado se levanta la Džamija na Ćupriji (mezquita del Puente), también conocida como Hadži Alije Hadžisalihovića. Fue construida antes de febrero de 1736 gracias a una donación de Hajji Alija, hijo de Hasan, por tanto, es la tercera mezquita más antigua de Stolac. Sobre la puerta de entrada se encuentra grabado un tarih (cronograma) en la que se menciona que el edificio fue ampliado en 1765/66 por un tal Hajji Muhamed. Al igual que el resto de mezquitas de la ciudad, ésta también fue destruida en agosto de 1993 y reconstruida en el año 2010. Unos metros más arriba vemos el Mehmedbašića mlinica, uno de los cinco molinos que veremos en el recorrido, que cuenta con diez arcos que albergó nueve ruedas de agua, además de la sala del molinero.

Unos metros río arriba encontramos, en el brazo derecho del Bregava, el Sarin most o puente de Sara construido con fines privados (tenía puertas) en 1896. Recibe el nombre de su propietaria, Sara Kašiković quien, según la leyenda, construyó el puente en memoria de su enamorado, su vecino Salko Buzaljko, que vivía al otro lado del río. Debido a que eran de diferentes religiones, el amor entre ellos en aquel momento era inaceptable, por lo que los amantes se veían en secreto. Por tanto, Salko cruzaría el Bregava sin importarle si llevaba mucha o poca agua, hasta que un día, en una crecida, el río se lo llevó y murió ahogado… y no sólo eso, su padre la obligó a casarse con otro hombre. Así Sara no sólo construyó el puente en memoria de su amado, sino que también mandó levantar el hotel “Europa” en el lugar donde conoció a Salko (el solar lo ocupa el actual Tekke Nakšibendi, casa de los derviches construida en 2010). Junto a él se encuentra otro molino, el Elezovića mlinica con ocho arcos.

El siguiente es el complejo Turković-Leto que cuenta con dos molinos de cinco arcos. Justo enfrente se encuentra la plaža Kreševac, una bonita playa donde bañarse bajo una pequeña cascada. A continuación, llegamos al complejo Batan-Buzaljko, conocido como Propa, que cuenta con cuatro molinos, el más grande de los cuales posee siete arcos y alberga un restaurante. Como hemos visto hasta ahora, los molinos son bastantes homogéneos, sencillos y sin grandes adornos, sin grandes diferencias en su forma de construcción. Sus tamaños están determinados por sus longitudes, de entre 5 a 22 metros, que a su vez dependen del número de arcos con los que el edificio cruza el río. Todos estos molinos fueron destruidos o dañados durante la guerra en 1993 y reconstruidos entre los años 2010 y 2014.

Tanto el restaurante del complejo Batan-Buzaljko como una pizzería situada en la otra orilla del río poseen bonitas terrazas donde tomar algo con vistas al Vodopad Provalije, la cascada más impresionante del Bregava, de hecho “provalije” significa precipicio. Nosotros no pudimos disfrutarla en toda su plenitud porque estuvimos en agosto, y el río no tenía demasiada agua, así que si vas en los meses de verano simplemente no verás la cascada frondosa que esperarías ver.

Terminamos el recorrido por la rivera del Bragava en el complejo residencial de Begovina, construido entre los años 1835 y 1857 por Ali-Pacha Rizvanbegović, quien fuera primero administrador otomano de Stolac y después visir del estado semindependiente de Herzegovina.

El complejo de edificios de carácter residencial y comercial consta de tres casas, tres musafirhanas y otros locales comerciales, además de un gran establo con una puerta de entrada doble. Los edificios son de piedra, con techos a cuatro aguas revestidos con losas de piedra, unidos por un muro. También fue muy dañado durante la guerra, por lo que su restauración está yendo muy lentamente. El Ćuprija u Begovini es un puente de cinco arcos que une el conjunto con otra estructura en la otra orilla que consta de un edificio principal de tres pisos, una musafirhana y un edificio comercial, llamados casa Đulhanumina.