COPENHAGUE (KØBENHAVN)

LA CIUDADELA DE CHRISTIAN IV


El complejo que vemos actualmente formó parte del plan urbanístico de 1626 que Cristián IV ideó y construyó para renovar la ciudad. En 1640 se levantó el primer recinto fortificado para completar las líneas protectoras de Copenhague, además de constituir un punto defensivo antes de entrar al mismo puerto. Entre los años 1662 y 1665, bajo el mandato del rey Federico III, se configuró su actual planta pentagonal con bastiones rodeados de un doble foso, diseñado por el holandés Heinrich Rüse.

Las obras que más impacto le ocasionó a su fisionomía fue cuando a finales del siglo XIX se derribaron parte de las fortificaciones para poder construir, en el oeste, una estación ferroviaria, mientras que en el este se hizo espacio para los nuevos muelles. A pesar de esto se han conservado muchos de sus edificios originales. Hay que tener en cuenta que sigue siendo un área militar en activo, aunque sirve como un parque público muy popular (y recomendable) para dar un paseo.

El recinto posee dos puertas de acceso: al sur se encuentra la Sjællandsporten también conocida como Puerta del Rey, y al norte la Norgesporten o Puerta de Noruega, ambas datadas de 1663 como parte de las construcciones originales de Rüse. Nosotros accedemos por ésta última a través de un puente que sortea el foso.

La Norgesporten se construyó en estilo barroco holandés y está, en su parte interior, flaqueadas por casetas de guardias. Esta puerta daba acceso al campo abierto que se encontraba fuera de la ciudad, por eso se construyó con un diseño más simple que su hermana del sur. Las caponeras de esta puerta fueron demolidas a finales del siglo XIX.

La Kongeporten o Puerta del Rey, al igual que la Puerta del Norte, presenta un estilo barroco holandés. Está decorada con guirnaldas y pilastras, además de por un busto del rey Federico III. El reloj y las dos campanas de su fachada provienen del cuartel central de Kongens Nytorv, trasladados aquí en 1874 cuando la guardia se trasladó a esta ciudadela.

Ya estamos en el interior de Kastellet que ocupa una superficie de 21 hectáreas. Lo primero que nos encontramos es una hilera de edificios conocidos como Stokkene. Fueron construidos originalmente por Rüse para ser cuartel de los soldados de la ciudadela, pero finalmente se utilizó como dormitorio para la tropa. Los habitáculos medían cuatro por cuatro metros y contenían camas triples, una mesa pequeña y dos asientos.

Con el paso del tiempo comenzaron a ser llamados de maneras particulares: en la parte norte está el Generalstok, llamado así porque era aquí donde residían los comandantes hasta que se construyó la Kommandantboligen, el Fortunstok o bloque de la Fortuna y el Svanestok o bloque del Cisne. En el sur encontramos el Stjernestok o bloque de la Estrella, el Artilleristok o bloque de los Artilleros y el Elefantstok o bloque del Elefante. Las mansardas (ventas dispuestas en el tejado) no son parte del diseño original sino que fueron añadidas en 1768.

Enseguida nos encontramos en el gran patio interior en cuyo extremo este se encuentra el Kommandantboligen, como ya hemos señalado anteriormente sirvió como residencia del comandante de Kastellet. Se construyó en 1725 en estilo barroco por Elias Häuser, quien también diseñó el primer palacio de Christiansborg que se quemó en 1794. El frontón triangular está decorado con el relieve y el monograma de Cristián VII. Actualmente es la residencia del jede de Defensa Danesa.

En el otro extremo se encuentra la Kastelskirken construida en estilo barroco en el año 1704, durante el reinado de Federico IV de Dinamarca. En su cara trasera se le añadió en 1725 otro edificio que hizo la función de prisión. Curiosamente, entre los muros de ambas construcciones existen orificios para que los reclusos pudieran escuchar los servicios religiosos. En esa cárcel estuvieron cumpliendo condena Johann Friedrich Struensee (amate de la reina Carolina Matilde), el explorador inglés y pirata John Norcross, etc...

A ambos lados de la iglesia se encuentran dos almacenes: el situado al sur o Søndre Magasin (que se usó como arsenal) y el situado al norte o Nordre Magasin (utilizado como granero). Ambos datan de la fundación de la ciudadela. Tenían la función de almacenar todo lo necesario en caso de asedio, de tal forma que podían alimentar a los 1.800 hombres de la guarnición y al resto del personal y sus familias durante cuatro años.

Si dejamos a nuestra espalda la iglesia-prisión, en el bastión del Rey, llegaremos al último molino de viento de Copenhague, construido en el año 1847 para reemplazar a otro más antiguo de 1718, destruido por una tormenta en 1846. Aquél primer molino era del tipo poste, mientras que el molino actual se hizo del tipo holandés.

Dado que una ciudad fortificada, como la que nos ocupa, necesitaba suministros seguros, como harina y copos de avena, en caso de asedio, se ideó la construcción de varios molinos de viento en los diferentes bastiones, de tal forma que, por ejemplo, en el año 1800 existían 16 de ellos en el interior de las murallas de Copenhague.

Actualmente sólo quedan dos en la ciudad, el que vemos en Kastellet que aún sigue en funcionamiento, y otro ubicado en Christianshavn, conocido como Lille Mølle (construido en 1783 y funcionando como tal hasta 1909) que fue transformada en una casa privada en el año 1915. Posteriormente durante un tiempo acogió un pequeño espacio museístico dependiente del Museo Nacional, actualmente cerrado.

Aparte de los suministros, es evidente que también eran importantes en aquella época los elementos defensivos como los cañones. Aquí podemos ver uno de ellos. El hecho de que algunos cañones apunten directamente hacia Copenhague se debe al concepto que tenía el rey Cristián III de cómo se debía gobernar un país. Por otro lado, un paseo alrededor de los bastiones nos permitirá disfrutar de bonitas vistas de los alrededores.

Cerca de la puerta del Rey se encuentra, a la izquierda, el Hovedvagten, el cuerpo de guardia. A la derecha, en el bastión de la reina, nos encontramos con la casa de la pólvora, único superviviente de las dos que había para almacenar ese polvo negro, ambos construidos por Domenico Pelli en 1712. Si abandonamos ahora el recinto de Kastellet y atravesamos la puerta del Rey, tendremos que pasar por una pasarela desde la que se obtienen muy bellas imágenes de la Skt. Albans Kirke, de la que hablaremos más adelante.

Al final de la pasarela, en una isla artificial situada entre kastellet y Churchillparken, se levanta la escultura de bronce de un soldado con la cabeza semibajada y un arma en la mano. El soldado viste ropas de los aliados durante la II Guerra Mundial, además de portar un típico casco inglés. Fue levantado en el décimo quinto aniversario de la liberación de Dinamarca de los nazis, quienes se hicieron con Kastellet sin apenas resistencia. Este monumento es obra de Svend Lindhart y fue inaugurado en el año 1960. En su pedestal de piedra caliza se puede leer: "Nuestros Caídos, en servicio de guerra daneses y aliados, 1940-1945, erigido por el pueblo danés".

A la izquierda se ubica la Skt. Albans Kirke, conocida popularmente como la iglesia inglesa, está dedicado a san Albano, el primer mártir de Gran Bretaña. Es un templo de culto anglicano construido entre 1885 y 1887 por Arthur Blomfield. La comunidad inglesa, que crecía a medida que aumentaba la importancia de la ciudad como centro comercial, realizaba sus actividades religiosas en locales alquilados cerca de la Kongens Nytorv desde 1834. La congregación quería levantar una iglesia pero no conseguía fondos para tal fin, hasta que hicieron un llamamiento al príncipe de Gales y a su consorte, la princesa danesa Alexandra.

Aquella consiguió no solamente fondos necesarios para su construcción, sino también un emplazamiento muy atractivo donde levantar el nuevo templo, al lado de Kastellet. El día de su inauguración asistieron toda una lista de monarcas europeos, entre ellos los príncipes de Gales, el Rey Cristián IX y su esposa Luisa de Dinamarca, el Zar Alejandro III y la emperatriz consorte María Fiódorovna de Rusia, y Jorge I y su esposa Olga de Grecia.

Arquitectónicamente fue diseñada en estilo neogótico inspirado en el gótico inglés, construida con piedra caliza. Destaca su torre que contiene quince campanas tubulares, ya que no se consideró lo bastante fuerte como para poder aguantar el peso de campanas regulares. En 2013, el nuevo príncipe de Gales contribuyó con un nuevo donativo, lo que permitió la instalación de otras siete campanas. En cuanto a su interior, la mayoría de su mobiliario fueron donaciones de particulares y empresas inglesas.

Al lado podemos ver la popular Gefionspringvandet o fuente Gefion, donada a la ciudad de Copenhague por la Fundación Carlsberg con la ocasión del 50 aniversario de la cervecería. Originariamente se iba a colocar en la plaza del ayuntamiento, pero finalmente se decidió construir en su actual ubicación. Fue diseñada por el danés Anders Bundgaard, quien realizó el grupo escultórico entre 1897 y 1899, completándose el abrevadero y el resto de decoraciones en 1908, año en que se inauguró.

En 1999 la fuente sufrió importantes renovaciones y posteriormente fue reinaugurada, tras muchos años fuera de servicio, en septiembre de 2005. El grupo escultórico de bronce que vemos representa la mítica historia que cuenta la creación de la isla de Zelandia. Dicha leyenda aparece en Ragnarsdrápa, un poema vikingo del siglo IX, vuelto a reproducir en el siglo XIII en la Edda prosaica, manual de poética islandesa.

El resumen de aquella historia dice así: el rey Gulfe prometió a la diosa Gefión el territorio que ella pudiera arar en una jornada. Ésta gracias a que convirtió en bueyes a sus cuatro hijos pudo delimitar con un surco la zona que se corresponde con el actual lago Vänern en Suecia. Gulfe cumplió su palabra y lanzó la tierra arada a una zona al Báltico, en el mar abierto de la península de Jutlandia, creando así la isla de Sjælland o Zelandia.

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