ÁVILA

UN RECORRIDO POR SUS RINCONES MÁS IMPORTANTES


Además de la Catedral que da nombre a la plaza, aquí encontramos otras edificaciones emblemáticas que iremos recorriendo una a una. A la izquierda de la puerta principal de la Catedral vemos el palacio de los Valderrábanos, que actualmente es un hotel, que conserva como elementos originales sólo la torre (rehecha en 1877) y la portada gótica del siglo XV. El edificio perteneció a Don Gonzalo Dávila, cuyo escudo se encuentra en dicha portada, quien fue caballero maestre de los Reyes Católicos, gobernador del Maestrazgo de Calatrava y corregidor de Jerez.

Justo enfrente de éste vemos la mansión de los Velada datada del siglo XVI, que también es actualmente un hotel. En uno de sus ángulos destaca, sobre el resto del edificio, su esbelto torreón decorado con escudos heráldicos esquinados. En el interior del edificio destaca un hermoso patio renacentista de tres galerías, del que la única parte original que se conserva es la zona norte y los blasones de las diferentes familias nobles que han ocupado el palacio. También destacan los artesonados mudéjares de los salones.

En el siglo XVII el acceso al palacio se realizaba por la actual calle del Tostado, donde el palacio cuenta con una portada de estilo renacentista que consta de un arco de medio punto con grandes dovelas de granito, enmarcado por un alfiz con dos escudos en ambos ángulos superiores que corresponden sobre el que se abre una ventana de arco conopial.

Justo al lado se encuentra los restos del Episcopio, Antiguo Palacio Viejo o palacio del Rey niño construido en el siglo XII como parte de la defensa de las murallas, más concretamente la puerta de la Catedral. Posteriormente fue sede episcopal hasta el año 1775 cuando el complejo fue dividió en varias parcelas. Debido a eso, parte del edificio fue destruido, aunque todavía se conserva la puerta original del palacio, hecha de granito y rematada por un escudo. En dicha parcela se levantó en el siglo XVI el edificio que vemos hoy en día que acoge una oficina de correos, en él vemos parte de una portada, una ventana en esquina y, en su interior, la sala de Sínodos.

Curiosamente, el nombre con el que popularmente es conocido, es decir palacio del Rey Niño, proviene, según cuentan las crónicas de la época, del momento en que aquí se instaló el niño príncipe, el futuro rey Alfonso VII, que bajo el amparo y tutela del obispo Don Sancho, fue trasladado a Ávila para ser protegido de su padrastro Alfonso I de Aragón mientras se nombraba un tutor regente.

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