SANTORINI (ΣΑΝΤΟΡΙΝΗ)

PINTORESCO PUEBLO DE SANTORINI


Pyrgos Kallistis o simplemente Pyrgos es un pintoresco pueblo que para el turismo en masa pasa desapercibido, siendo una verdadera agradable sorpresa para el viajero que decide visitarlo. Se sitúa a 10 kilómetros de la capital Fira, siendo además, el pueblo más alto de la isla. Cuenta con una población aproximada de 732 habitantes.

La aldea es un ejemplo típico de la arquitectura medieval con calles estrechas y laberínticas, muros fortificados y diferentes pasajes ocultos. Paseando por sus calles nos daremos cuenta de que Pyrgos todavía mantiene ese aire típico de las Cícladas que se ha mantenido intacto debido precisamente a eso: a las posibles transformaciones que hubiera ocasionado el turismo de masas si hubiera llegado a esta zona.

Aquí se encontraba uno de los cincos castillos que protegía la isla de posibles incursiones. Tras el abandono del castillo de Skaros a mediados del siglo XVIII, Pyrgos se convirtió en la nueva capital de Santorini hasta entrado el siglo XIX cuando pasó la titularidad a Fira.

En el siglo XVIII, durante el dominio otomano, se fundó en el pueblo la primera escuela de la isla, a iniciativa de los nobles de la zona y del abad del cercano monasterio de Profeta Ilías, Constantino Mourousis, quien dirigió del Imperio Otomano y fue rey de Moldova en 1770, contribuyó significativamente en la construcción de la escuela. Actualmente en el sitio donde antaño se levantaba la antigua escuela se encuentra la iglesia de Agion Apostólon (en la antigua carretera que une Pyrgos con el Profeta Elías), ocupando la antigua aula. Alrededor se distribuyen las ruinas de la residencia de los estudiantes y profesores.

En la zona de Pyrgos y alrededores hay aproximadamente 48 iglesias, 33 de las cuales se hallan repartidas en el centro urbano. En nuestro recorrido nos vamos encontrando con algunas de ellas, como una de las entradas a la iglesia de Metamorfoseos toy Sotiros (Transfiguración del Salvador) o simplemente Christoulakis, en cuyas escaleras laterales vemos la exposición de cerámicas de una de las pocas tiendas de suvenires que nos encontramos en el pueblo. Al lado se sitúa un estrecho pasaje que tomaremos para seguir ascendiendo en dirección a las ruinas del castillo veneciano.

La iglesia se construyó entre los años 1537 y 1650 como dependencia del monasterio del Profeta Elías. Posteriormente quedó en desudo para los asuntos monásticos y se comenzó a utilizar como una parroquia. Entre sus características destaca su cúpula azul típica cicládica y un alto campanario, una de las estampas típicas de Pyrgos.

En la víspera de la fiesta del 6 de agosto, la iglesia es decorada con albahaca que es cultivada por los jóvenes del pueblo en sus casas, después la planta regresa a cada hogar de donde proceden. El templo tiene capacidad suficiente como para albergar una zona de culto y una cafería. Desde su terraza se obtienen bonitas vistas de la isla.

Llegamos a la plaza cuya traducción sería “Antiguo Café Alto”, denominada así porque aquí era el lugar donde se reunían para debatir y discutir de diferentes temas los aristócratas de la aldea. En la actualidad podemos ver un monumento dedicado a los Caídos nacidos en el pueblo durante el período de guerras de 1912 - 1921. Al lado se yergue la iglesia de Agios Nikolaos del año 1660.

Antiguamente la entrada al castillo se realizaba por un solo punto, a través de la llamada Kasteloporta, que aún existe en la actualidad: se encuentra al lado de la iglesia de san Nicolás y del monumento a los Caídos. Por encima de la puerta sobresalía una pequeña edificación de planta cuadra de alrededor de medio metro, con una apertura en su parte inferior por el que se podría arrojar aceite hirviendo en caso de que los intrusos intentaran romper la puerta de entrada. Una vez atravesada, comprobamos su fisionomía estrecha y serpenteante, ya que de esta manera era más facil defenderse en caso de que el enemigo lograra finalmente acceder.

Entramos así al barrio del castillo. Durante el recorrido por las calles de Pyrgos hemos apreciado la singularidad arquitectónica de sus casas con las paredes pintadas con un blanco roto en contraposición con el blanco impoluto del resto de la isla, y sus puertas y ventanas con vivos colores, destacando el azul.

A medida que nos hemos ido acercando al Kastelli, han comenzado a abundar los edificios construidos con piedra desnuda y las calles son cada vez más y más estrechas y laberínticas, con diversas galerías que se utilizaron no sólo para obtener más protección sino también para ser vías de escape de los residentes en caso de emergencia. Además ya vemos los restos de las murallas venecianas que han llegado hasta nuestros días.

Nos llama la atención, en el lado izquierdo del pasillo de acceso al Kastelli, la entrada a la pequeña iglesia dedicada a san Juan el Teólogo, construida a principios del siglo XVII y renovada en el año 1790. Se trata de una dependencia del Santo Monasterio de Patmos. Es posible subir por unas escaleras situadas a la derecha de la entrada a su terraza desde la que se obtienen hermosas vistas panorámicas de la isla.

En el lado oeste se sitúa la iglesia de Theotokaki o Asunción de la Virgen. Se cree que se construyó en el siglo X siendo de esta manera una de las iglesias más antiguas de Santorini. El aspecto que presenta actualmente es el resultado de diferentes adiciones y reformas a lo largo de los siglos, como la que tuvo lugar en el año 1663. En su interior alberga numerosos y valiosos iconos e imágenes talladas en madera, siendo la principal la de la Asunción de la Virgen que fue robada en el año 1983 y todavía no recuperada.

De acuerdo con la costumbre, después del día 15 de agosto la imagen del Epitafio de la Asunción de la Virgen era colocada en un armario situado a la derecha del santuario para "dormir". El día antes, el mismo día 15, cada familia venía aquí a rezar trayendo con ellas una lámpara de aceite que permanecía encendida todo el día.

Esta zona del Kastelli constituye la parte más antigua, mientras que la que se construyó por debajo del mismo rodeando la ladera con forma de anfiteatro es la más nueva. El castillo que lo coronaba fue gravemente dañado en el terremoto de 1956, siendo la mayor parte de la estructura destruida propiedad del ejército, evidentemente también se perdieron para siempre diferentes casas y edificios de los alrededores.

En un rinconcito del complejo se sitúa la iglesia de Agios Georgios construida en 1680 por el diácono Parthenio Sigála como dependencia del monasterio del profeta Elías. De 1735 a 1830 se convirtió en un convento para monjas. En 1839 su función como monasterio finalizó cuando quedó disuelto debido a un decreto del rey Otto. Entonces las monjas se trasladaron al monasterio de Agiou Nikoláou a las afueras de Fira. Los terremotos de 1856 y 1956 fueron desastrosos para el edificio que quedó en ruinas. En el año 2002, a expensas del Monasterio del Profeta Elías, la iglesia se restauró tanto por dentro como por fuera.

Nos dirigimos ahora a la igualmente importante iglesia de Eisódia tis Theotókou o de la Virgen María, situada en el punto más alto del Kastelli. Fue construida entre los años 1660 y 1661. Aquí, los Viernes Santos se produce uno de los momentos más importantes de la vistosa Semana Santa del pueblo, ya que la tradición dicta que el Epitafio de la Asunción sea decorado y una procesión parta desde aquí hasta Theotokaki mientras se va cantando las alabanzas de María.

Comenzamos ya el descenso y nos topamos con otra de las estampas típicas de Pyrgos, la iglesia de Agía Theodossias y Agios Grigorios. Teodosia es la patrona de las murallas de las ciudades, por eso encontramos templos dedicados a esta santa en este y en otros castillos. Esta iglesia fue construida en el año 1639, fue renovada en 1867 y en el terremoto de 1956 se derrumbó. Casi diez años más tarde, en 1965 se reconstruyó de nuevo en el mismo lugar.

Durante la reconstrucción del templo se encontraron muchas tumbas y reliquias en su base. Esto es debido a que antiguamente era costumbre enterrar a los muertos en el suelo de las iglesias. En ésta se celebra también, cada 14 de noviembre, San Gregorio Palamas, cuya imagen se encuentra en el interior de la iglesia y es considerada de un gran valor artístico. Por otro lado, mientras se camina por Pyrgos, también es muy común ver a burros y mulas, no sólo para uso turístico sino también para las labores del campo.

Definitivamente este pueblo ofrece, además de bonitas calles y tranquilidad, otras muchas iglesias como la de Agia Triada (de 1931), Agioi Apostoloi (de 1758), etc... Nosotros en nuestro descenso nos topamos con la iglesia de Agios Dimitrios datada en 1690.

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