PARQUE ARQUEOLÓGICO DE POMPEYA (PARCO ARCHEOLOGICO DI POMPEI)

SECTOR NORORIENTAL MAYORMENTE SIN EXCAVAR


El recorrido por este Regio lo realizamos desde su extremo este, más concretamente desde el llamado Cuartel de los Gladiadores, como así lo indican las 120 inscripciones temáticas encontradas en su interior. Verdaderamente se trata de la ex sede de este colectivo, puesto que tras el terremoto del 62 d.C. el edificio pasó a ser una vivienda particular, quizás por la decisión del Senado de Roma de suprimir las asociaciones de gladiadores tras el estallido violento entre pompeyano y noceranos durante los juegos del 59 d.C. Cerca se encuentra la casa de Marco Lucrecio Frontone, nombre dado por las inscripciones electorales de este magistrado en su fachada, que, tras su sencilla fachada, constituía una de las más elegantes de Pompeya. Su decoración pictórica se caracteriza por una ser muy refinada, rica en referencias artísticas y literarias para enfatizar el alto nivel cultural de los propietarios. En el tablinum contiene la escena del Triunfo de Baco y Ariadna y los amores de Venus y Marte, complementados por temas costeros y marinos. Las paredes del jardín, por su parte, están decoradas con escenas de caza de panteras, oso, leones…

Antes de abandonar la via di Nola, merece la pena detenerse para ver la casa del Toro de Bronce, nombre dado por una pequeña estatuilla que estuvo situada en el borde del impluvium revestido de mármol del atrio. La mayor parte de sus decoraciones pictóricas se han perdido por la falta de conservación tras ser excavadas. El peristilo contiene, en el muro norte, un gran ninfeo, compuesto por nichos arqueados y una balsa alargada. Aquí se puede apreciar el mecanismo de conexión que permitía repartir el agua corriente por cinco salas de la casa. Subiendo por la via dei Vesuvio se encuentra la casa de Cecilio Giocondo, cuyo origen es del siglo II a.C., aunque tras pasar a manos de la familia Caecilii fue renovado y redecorado en el último periodo de vida de Pompeya. En el tablinium había un retrato de bronce del propietario Lucius Caecilius.

Giramos ahora a la derecha, por la vicolo dell Nozze d'Argento, calle en la que se encuentra la Casa del Cenáculo, en cuyo atrio podemos ver una fachada con la planta superior porticada. Anexa se levanta la casa de las Bodas de Plata, nombre derivado de cuando en 1893 fue visitada por los reyes Umberto I y Margarita de Saboya durante sus bodas de plata. La casa es uno de os ejemplos más solemnes y majestuosos de cómo debió ser la residencia de un miembro de la aristocracia pompeyana. El edificio, cuyo aspecto actual se remonta a las renovaciones del año 40-30 a.C., se caracteriza por utilizar soluciones arquitectónicas imponentes, como las altas columnas corintias de toba del atrio o un peristilo a diferentes alturas. Algunos expertos señalan que la casa perteneció a Lucius Albucius Celsus por los diferentes carteles electorales, que veremos después, que se encuentran en el barrio.

La calle desemboca en uno de los sitios más populares de los últimos años es el thermopolium de Regio V, una de las más de ochenta tabernas o cantinas con que contaba Pompeya, situada en un cruce de caminos entre vicolo delle Nozze d'Argento y vicolo dei Balconi. Su importancia radica en lo bien conservado que está, presentando el tradicional mostrador con forma de L decorado con excepcionales pinturas de ricos bodegones. En una de ellas, en el frente del mostrador, se puede apreciar una nereida montada en un caballo marino o hipocampo y rodeada de delfines, junto a la cual, a la izquierda, hay una representación probablemente de la propia tienda, en cuya barra vemos diferentes ánforas y los productos que se vendían, quizás a modo de rótulo publicitario para llamar la atención de los transeúntes. El hallazgo de ánforas, que se encontraban frente al mostrador, reflejaba exactamente la imagen pintada.

El último tramo del mostrador está decorado con representaciones de diferentes animales que probablemente fueron sacrificados y vendidos en la propia cantina. Por un lado, vemos un gallo y por el otro dos ánades reales o patos mostrados boca abajo, listos para ser cocinados y vendidos. Y es que los fragmentos óseos encontrados en el interior del local evidencian la gran variedad de productos de origen animal utilizados para la preparación de los platos como las especies representadas, así como cerdo, cabra, peces, caracoles terrestres, etc.

A la izquierda de los ánades reales y del gallo se sitúa la pintura de un perro esperando mientras está con la cadena puesta, el cual sirve como advertencia, en la línea de “Cave canem”. Sobre el marco negro que encuadra el dibujo se puede ver un grafico en el que se lee “NICIA CINAEDE CACATOR”, cuya traducción literal sería "Nicias (probablemente un liberto de Grecia) ¡Mierda desvergonzada!". Quizás fue escrito por un bromista que pretendía burlarse del propietario, o quizás fuese alguien que trabajaba en el propio Thermopolium.

Siguiendo con el tema de los canes, al parecer el dueño del termopolio tenía un perro, como así lo atestigua el esqueleto de uno encontrado en la esquina noroeste, entre dos puertas. Sin embargo, no era un perro grande y musculado como el que se representa en el mostrador, sino un ejemplar extremadamente pequeño, de unos 20-25 centímetros de altura, a pesar de ser un perro adulto. Aunque son bastante raros, los perros de tamaño tan pequeño demuestras que ya en época romana se llevó a cabo una selección intencionada de especies para obtener tal resultado.

Sobre el mostrador se incrustaron recipientes, llamados dolia, en los que se conservaba la comida. Además, aquí se encontraron diversos materiales de despensa y transporte como nueve ánforas, una pátera de bronce, dos frascos y una olla de cerámica. Por su parte, el suelo de toda la sala estaba compuesto por una capa de opus signinum (revestimiento impermeable hecho con fragmentos de terracota), en la que se insertaron fragmentos de mármol policromado en varias zonas.

Otra observación a destacar es el hallazgo de huesos humanos, algunos de los cuales estaban dispersos, particularmente detrás del mostrador, como consecuencia de los túneles excavados en el siglo XVII por buscadores de tesoros ilegales. Se han identificado dos individuos: los huesos dispersos están vinculados con otros encontrados en el rincón más recóndito de la tienda, perteneciente a un hombre de al menos cincuenta años que en el momento de la llegada de la corriente piroclástica probablemente estaba sobre algún tipo de cama, como así lo demuestra una serie de clavos y residuos de madera encontrados bajo el cuerpo, además de estar en un espacio destinado a albergar el lecho. Los otros huesos, poco investigados aun, pertenecen a otro individuo que se encontraron dentro de un gran dolium, posiblemente colocados aquí por aquellos excavadores ilegales.

La plazuela situada junto al termopolio presenta diferentes curiosidades: posee una fuente, un depósito de agua y una torre de respiración del acueducto, en cuyo lateral vemos un altar dedicado a los lares Compitales o lares Compitalicii (eran los lares públicos protectores de los cruces de los caminos y de los barrios) en la que se representa una serpiente que custodia un huevo, símbolo del renacimiento o reencarnación de la vida tras la muerte. A la vuelta vemos otra de las particularidades de esta zona: los numerosos tituli picti o carteles electorales, pintados ilegalmente en las paredes por los partidarios de los diferentes candidatos que apoyaban. El que vemos en el lateral del altar pone “Casellium aed (aedilem)”, mientras que el que se sitúa en la esquina del termopolio leemos “Caprasium”, sobre el cual hay un falo, símbolo de buena suerte y prosperidad.

Pero en varias paredes encontramos escrito el mismo cartel “L. Albucium aed(ilem)”, quizás el nombre más importante de los que vemos. En uno de ellos aparece una formula diferente “Albucium aed(ilem) d(ignum) r(ei) p(ublicae) o(ro) v(os) f(aciatis)”, es decir “te ruego que hagas edil a Albucius porque es digno del cargo público”. Lo interesante de este hombre es que quizás estuvo pagando la remodelación de la calle que parte desde el termopolio, de hecho, las obras se cortan abruptamente a mitad de camino, debido a la erupción del Vesubio. Algunos estudiosos le atribuyen a este personaje la propiedad de la vecina casa de las Bodas de Plata.

Y precisamente en la calle cuya renovación supuestamente la estaba pagando Lucius Albucius se encuentra la casa del Jardín, llamado así por este espacio verde que estuvo en la parte trasera de la propiedad. El edificio es especialmente importante, aparte de por sus frescos, por un grafito de carboncillo en el que aparece la fecha del 17 de octubre, una prueba más (como braseros, frutos de otoño, como nueces o granadas, la vendimia almacenada, etc.) que demuestra que la erupción no ocurrió en agosto, sino el 24 de octubre, como así lo escribió Plinio el Joven, error ajeno a éste, pues al parecer la fecha verdadera se fue difuminando tras siglos de copias manuscritas. Al otro lado de la calle se levanta la casa de Orión, nombre tomado del mosaico con una rara representación del catasterismo del mítico héroe, es decir de su transformación en una constelación.

Volvemos de nuevo a la via Dei Vesuvio donde, cerca de la Puerta del Vesubio, se encuentra la denominada Casa de Leda y el Cisne que tomó el nombre de un fresco que estaba situado en un cubículum o dormitorio. En dicha escena se representó la unión entre Júpiter, convertido en cisne, y Leda, esposa de Tíndaro rey de Esparta. Del doble acto sexual, primero con Júpiter y después con su marido, nacieron los gemelos Dioscuros, Cástor y Pólux, hermanos de Elena, futura esposa de Menelao rey de Esparta y causante de la guerra de Troya, y Clitennestra, luego esposa de Agamenón, rey de Argos y hermano de Menelao. Toda la sala se caracteriza por las refinadas decoraciones correspondiente al cuarto estilo, con adornos florales, intercalados con grifos con cornucopias, cupidos voladores, bodegones y escenas de peleas de animales. Incluso el techo derrumbado bajo el peso del lapilli estuvo decorado, como así lo atestiguan los diferentes fragmentos recuperados por los arqueólogos.

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