BERLÍN

EL CENTRO DEL ANTIGUO BERLÍN OCCIDENTAL:

Esta plaza, llamada Auguste-Viktoria-Platz hasta el año 1947, está dedicada a la memoria de Rudolf Breitscheid, exponente de la socialdemocracia que fue víctima del nacionalsocialismo o nazismo. Esta plaza era el centro comercial de la burguesía desde finales del siglo XIX, mientras que durante la división de la ciudad era el centro comercial y simbólico del Berlín Occidental.

Todos los edificios de la plaza se remontan a los años cincuenta y sesenta del siglo XX, exceptuando la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche que fue erigida entre los años 1891 y 1895, en memoria del emperador Guillermo I. El edificio fue víctima de las bombas durante la II Guerra Mundial y desde entonces ha permanecido en estado ruinoso como símbolo y testigo de las atrocidades y destrozos que cualquier contienda ocasiona en las ciudades y en la vida de sus habitantes. De la edificación original sólo ha quedado de su torre neorrománica 63 metros de altura frente a los 113 con que contaba.

El edificio original causaba gran impresión por la altura de sus cinco torres. Como decimos, la mayor medía 113 metros y en ella se ha vuelto a poner en funcionamiento un carillón que, cuando da las horas, interpreta una canción que compuso el príncipe Luis Fernando Hohenzollern, nieto del primer emperador.

Durante los años 1961 y 1963 se levantaron a ambos lado de las ruinas dos torres de cristal y cemento, obra del arquitecto Egon Eiermann, proyecto que ha sido muy discutido. Una de ellas es una capilla octogonal que alberga un dibujo a carboncillo de la Virgen de Stalingrado, realizado por un soldado alemán en 1942 durante el asedio de aquella ciudad; la otra es una torre hexagonal de 53 metros de altura cuyo interior es iluminado por los más de 20.000 cristales coloreados en azul.

El interior de la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche se ha acondicionado para albergar la Gedenhalle donde se exponen los restos de un mosaico en el techo que recuerdan la vida y hazañas del emperador Guillermo II, varios objetos originales de la iglesia, bajorrelieves de mármol y una colección de fotografías antes y después de quedar en estado ruinoso durante la guerra.

El lado oriental de la plaza está dominado por el centro comercial Europa Center que se construyó, según proyecto del arquitecto Helmut Hendtrich y Hubert Petschnigg, entre los años 1963 y 1965 sobre el solar que ocupaba el antiguo Café Romanisches, famoso punto de encuentro de los artistas de los años veinte. En su interior destaca un curioso reloj, obra de Bernard Gitton, en el que el tiempo se divide en viales y esferas que están llenas de un líquido verde.

Desde aquí arrancan seis calle importantes, entre ellas la famosa Kurfürstendeamm (o como la llaman los berlineses Ku'damm). Fue creada en el año 1542 por orden del gran elector para comunicar el castillo con el pabellón de caza de Grunewald. En 1873 esta arteria fue ampliada por Bismarck que pretendía renovarla a modo de bulevar, ampliándola 53 metros de ancho, idea que tomó cuando estuvo en los Campos Elíseos de París. De esta forma, en los años 20 del siglo XX, esta avenida albergaba hoteles, tiendas, galerías y restaurantes de renombre. Con la edificación del muro, la Kurfürstendeamm fue la calle comercial por excelencia del Berlín Occidental. Actualmente esta avenida es una de las más comerciales y famosas de la capital alemana, muy turística y con mucho tráfico.

Al otro lado de la plaza se sitúa el Zoologischer Garten, zoo creado en el año 1833 (aunque inaugurado oficialmente en 1844) siendo el primero de Alemania, bajo el patrocinio del zoólogo Martin Heinrich. Los primeros animales que lo habitaron fueron una donación de Federico Guillermo IV de Prusia. Unos años más tarde, en 1913, se abriría el acuario. Durante la II Guerra Mundial, de los casi 4.000 animales sólo se salvaron 91. Actualmente posee una gran variedad de animales y especies (como osos pandas, tuátaras, cálaos de cola rufa, rinocerontes blancos y negros, etc.), siendo uno de los zoológicos más visitados de Europa con 2,6 millones de turistas al año.

Pulsar para invitarme a un café