COLONIA (KÖLN)

EL MERCADO DEL PESCADO

Probablemente el primer contacto que tuvo este lugar con los peces fue cuando se permitió la venta libre de las llamadas Karen (Cajas de pescado), las cuales se almacenaban en este lado de la orilla del Rin. La primera vez que se hace una mención documentada de la plaza en relación con el comercio del pescado fue en el siglo XII. De esta forma, ya desde el siglo XIII, se establece en la zona situada entre el ábside de la iglesia de Gross St. Martin y la antigua muralla medieval que bordeaba el Rin el mercado de pescado.

En 1259 Colonia obtuvo los derechos que le permitieron desarrollar el comercio, lo que hizo que las mercancías transportadas por el Rin, la mayoría de productos pesqueros procedentes de Holanda, tuvieran la obligación de anclar en el puerto de la ciudad durante al menos tres días para ser ofrecidas a los comerciantes coloneses. De esta forma el gremio de comerciantes de Colonia controlaba el comercio del río asegurándose un cierto monopolio.

En aquellos años en Fischmarkt se realizaba la venta de pescado fresco procedente del río, mientras que en la Lintgasse, calle que une Alter Markt y esta plaza, también existía la posibilidad de adquirir arenque y salmón ahumado, en Heumarkt, además, se ponían a la venta los salazones. Había una elevada oferta y demanda ya que el pescado era el alimento básico de los, por aquél entonces, aproximadamente 40.000 habitantes de la ciudad, sobre todo en época de Cuaresma, manteniéndose este tipo de comercio durante muchos siglos.

Durante el siglo XIX, y durante la dominación francesa de la ciudad, la plaza pasó a llamarse, por un corto tiempo, "Marchés aux Poisson". Años más tarde, la venta tradicional de pescado cambió, vendiéndose el producto en puestos ambulantes en los diferentes mercados al aire libre de la ciudad.

Como ya sabemos la II Guerra Mundial dejó el centro histórico de Colonia prácticamente arrasado, y esta pequeña plaza es un pequeño oasis que se salvó milagrosamente de la destrucción generalizada de la ciudad vieja, al sufrir daños moderados. Y es que las casitas de colores denominadas Stapelhäuschen son una muestra del estilo gótico tardío conservados en su estilo original y construidos entre los siglos XII y XVII. Una de sus características es el sistema de polea situada en la parte superior de la fachada que servía para que los productos pudieran ascender, y cuyo funcionamiento consistía en una cuerda que se iba enrollando en una gran rueda, hoy día sigue situada en una de las habitaciones del actual hotel. Se trata del único sistema de este tipo que se conserva en Colonia.

Estas casas se erigieron, probablemente, sobre el solar que ocupaba el antiguo monasterio de la abadía benedictina de Gross St. Martin. En aquellos tiempos tenían la función de almacenes y hogar de pescadores, en la actualidad podemos encontrar animados restaurantes, bares, un hotel, etc..., donde se puede degustar no sólo pescado fresco (bastante caro) sino también otros platos típicos alemanes.

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