SARAJEVO (Сарајево)

UN PASEO POR LA PARTE OESTE DE LA CIUDAD


El recorrido por la ciudad de Sarajevo lo vamos a comenzar por la zona más situada en la parte occidental que contiene diferentes elementos destacables e interesantes para el viajero: el barrio de Titova. Así, en la avenida de Maršala Tita, concretamente en el parque Veliki, lo primero que vamos a destacar es el Spomenik ubijenoj djeci Sarajeva o Monumento a los niños muertos en el asedio de Sarajevo de 1992-1995. La obra fue realizada en 2009 por el escultor Mensud Kečo para conmemorar a las víctimas infantiles de aquel sitio.

El monumento consta de un círculo de hormigón armado de 0,7 metros de alto y 10 de diámetro, que sirve de base a un anillo de bronce también circular que está realizado gracias a la fundición de los casquillos de municiones recogidos al final de la guerra. En él podemos ver las huellas de los pies de niños que están relacionados con las familias de las víctimas, simbolizando la presencia eterna de aquellas criaturas asesinadas.

En el centro se levantan dos esculturas de vidrio, una de 5 metros de alto y otra de 3, con una base circular de 1,7 metros de diámetro que tienen varios significados simbólicos: por un lado, representa a una madre protegiendo a su hijo, por otro, simboliza una torre de cristal que suelen construir los niños cuando juegan en la arena, además, la forma de las esculturas representa una llama congelada en un instante, quedando la luz atrapada en su interior. Todo el conjunto está bañado por el agua que emana de la fuente, la cual suavemente moja las huellas, simbolizando la vida y el movimiento de la naturaleza.

Un año después, en 2010, se decidió construir siete columnas de aluminio rotativas como parte del Memorial. En ellas se pueden ver los nombres de los 521 niños identificados, con sus respectivos años de nacimiento y años de defunción. Los cilindros se pueden hacer girar y al hacerlo emiten un tintineo que evoca simbólicamente el alma de aquellos niños que ya no están entre nosotros.

Hay que señalar que este Memorial ha sigo objeto de diferentes polémicas, una de ellas fue por el número de niños fallecidos durante el conflicto, ya que según algunas fuentes calculan en aproximadamente 1.550 las víctimas. Otra de las razones por los que causó controversia fue porque en un principio este monumento sólo estaba dedicado a los menores bosnios, detalle ya subsanado, ya que actualmente conmemora a todos los niños muertos durante el sitio, indistintamente de su etnia o religión.

En el propio parque Veliki podemos ver diferentes tumbas puesto que, durante la guerra, faltaba espacio para enterrar a los miles de muertos. También aquí vemos una escultura titulada "Nermine, dođi" (Nermin, ven), obra de Mensud Keco de 2015, que evoca una de las escenas más desgarradoras del genocidio de Srebrenica, la cual fue grabada en video que puedes encontrar en la red. La escultura representa a Ramo Osmanovic obligado por las fuerzas serbias a llamar a su hijo Nermin para que se rindiese y saliera de su escondite, para lo cual gritaba que los serbios “no le harán nada”. Sin embargo, tanto el cuerpo del padre como de su hijo fueron encontrados en 2008 en fosas comunes cerca de Srebrenica.

Si abandonamos esta zona y vamos más al sur, nos toparemos con el Glavna Pošta o edificio de Correos, uno de las construcciones más representativas de los austro-húngaros en Sarajevo. Finalizado en 1913, fue diseñado en 1907 por Josip Vancaš, quien se inspiró en la Wiener Postsparkasse de Viena. En un primer momento este edificio estaba destinado a albergar una base militar, pero finalmente se convirtió en la sede postal, convirtiéndose, gracias a sus modernas instalaciones, en un gran avance para la ciudad. Durante la Guerra de Bosnia, el Glavna Pošta fue devastado por los ataques de las tropas bosnio-serbias, ya que pretendían dejar incomunicado al enemigo. Al edificio de Correos le sigue el del Narodno pozorište o Teatro Nacional construido por Karlo Paržik en 1899 y donde tiene lugar cada mes de agosto el multitudinario Sarajevo Film Festival.

Las ruinas del edificio fueron, incluso antes de la finalización del asedio, escenario donde la nueva generación de artistas exponía sus obras. Entre ellas, causó especial atención mediática las esculturas "Biciklista na žici" (Ciclista en un cable) de Enes Sivac, hechas de alambre de hierro forjado en el año 1993. Las imágenes de estas obras se difundieron por todo el mundo, apareciendo en las páginas de diferentes periódicos y medios de comunicación, constituyendo un poderoso símbolo de la resistencia cultural a la agresión que vivía la ciudad en esos momentos. Veintiséis años después, el Centro Municipal decidió financiar la restauración de las esculturas y colocarlas en el mismo lugar como un regalo a la ciudad y sus habitantes.

El edificio de Correos fue reconstruido, según planos originales, entre los años 1996 y 2001. Junto a él se sitúa el inmueble que alberga una de las dependencias de la Univerzitet u Sarajevu, concretamente la facultad de derecho, desde 1946. Muy cerca vemos el puente Festina Lente, cuyo significado es “apresúrate lentamente”, que une ambas orillas del río Miljacka. Fue inaugurado en 2012 y rápidamente se ha convertido en uno de los símbolos modernos de Sarajevo. Se trata de un proyecto de 2007 de Amila Hrustić, Bojan Kanlić y Adnan Alagić, quienes por aquel entonces eran estudiantes de la cercana Academia de Bellas Artes, que pretendían establecer un vínculo simbólico entre lo espiritual y lo profano.

El puente está compuesto por una pasarela de acero y cristal de 38 metros de largo, con un ancho que varía de entre 4 a 7 metros, en cuya parte central forma un bucle a modo de nudo, el verdadero elemento original de esta construcción. En ese espacio se sitúan dos bancos que invitan al viandante a parar un momento y contemplar las vistas.

Tras atravesar el puente, al otro lado de la orilla se sitúa otra dependencia de la Universidad de Sarajevo, la Academia de Bellas Artes, cuyo bonito edificio es otra muestra de la arquitectura del período austrohúngaro. Fue inaugurada en 1899 en estilo románico-bizantino para ser una iglesia evangélica, debido al significativo aumento de fieles de esa religión. Su principal constructor fue el austriaco Filip Balif, mientras que su diseño fue confiado a uno de los arquitectos más famosos de Sarajevo, el checo Karl Paržik. Tras la I Guerra Mundial, la mayoría de los evangelistas abandonaron Sarajevo junto con el ejército austrohúngaro, por lo que la iglesia perdió su función original. A finales de los años setenta del siglo XX, fue traspasada a la ciudad y en 1981 se convirtió en la Academia de Bellas Artes. Durante la guerra, en 1992, el edificio también fue devastado, tras lo cual fue objeto de una profunda reconstrucción en el que se le dio su aspecto actual.

Ponemos rumbo en dirección al barrio de Ferhadija, pero antes hacemos una parada en el Parque Arqueológico de la mezquita y el harén de Kalin Hadži (Kalin hadži Alijina džamija) construidos en el año 1535, aunque demolidos en el año 1947 para construir un edificio residencial de varios pisos. La mezquita, también conocida como Čejirdžik, fue una de las más pequeñas de Sarajevo, pero también una de las más bonitas. Se construyó con piedra y ladrillos con rejas de hierro, cuyo interior estaba revestido con madera, de hecho, era conocida por sus ricos artesonados del techo. En el exterior se levantaba un delgado minarete también de piedra. Su apariencia se conoce gracias a un serbio de Sarajevo que se topó con la mezquita en el momento de su demolición, sintiendo tal pena que decidió pintarlo en una hoja de papel, conservado, por cierto, en el Museo de Sarajevo. El terreno fue objeto de investigaciones arqueológicas en el año 2018, descubriéndose alrededor de 40 tumbas de miembros de familias influyentes, entre las que destaca la tumba de la hija del vakif Kalin hadži Alije.

Cerca se encuentra el Pijaca Markale, un mercado cubierto de frutas y hortalizas, tristemente famoso por haber sido el lugar más mortífero durante el sitio de Sarajevo: ocurrió el 5 de febrero de 1994, cuando el fuego de mortero mató a 68 personas e hirió a más de doscientas. El 28 de agosto de 2995, Markale volvió a ser objetico de la artillería pesada, dejando de nuevo 37 muertos y unos 90 heridos. Como pasó en el primer ataque, ambos ejércitos, el bosnoserbio y el de Bosnia y Herzegovina, se acusaron mutuamente. Aquel nuevo ataque fue el detonante que hizo que interviniera la OTAN, además, el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia dictaminó, en 2003 y 2007, que los culpables de ambos ataques fue del ejército bosnioserbio.

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