RONDA

MÁS QUE UN ÁREA EXPOSITIVA


En pleno casco histórico de la ciudad se ha creado, estrechamente ligado con las bodegas la Sangre de Ronda, este centro de interpretación/museo dedicado al vino. Su objetivo es difundir las prácticas de viticultura, enología, así como documentar el legado histórico y cultural que el vino ha generado a lo largo de los siglos. Aquí se podrá visitar diez salas temáticas que hacen un recorrido por la historia y cultura de esta bebida, pero no sólo eso, el viajero también tendrá oportunidad de realizar catas.

Pero antes de realizar la visita museística vamos a centrarnos en el edificio que lo alberga que a su vez posee una tradición milenaria en la elaboración del vino. La construcción cuenta con importantes restos de las culturas que la fueron ocupando sucesivamente, como íberos, fenicios y romanos. De esta forma, se conserva una pileta de lagar para pisar uvas de más de 2.000 años, mientras que el patio central es claramente el de una villa romana y la entrada, en forma de “L”, es de origen árabe. No hay que olvidar que este edificio formaba parte de la Casa del Gigante, posiblemente tenía la función de bodega.

Y con esa función, la de bodega, ha llegado desde entonces hasta nuestros días, es por ello muy lógico que un centro de interpretación del vino sea acogido por este lugar. Sólo, durante los siglos XVIII y XIX, ha sido utilizada como vivienda. No podemos olvidar mencionar diferentes elementos arquitectónicos correspondientes a la época cristina, como la balconada superior del patio. Lamentablemente se han perdido otros elementos como su artesonado mudéjar y sus pinturas murales.

Hasta 1977 y en época de vendimia, era común que llegaran hasta aquí animales cargados con uvas para después ser pisadas en el patio para elaborar los mostos que posteriormente envejecerían en tinajas, llegando a producirse 100.000 litros anuales de vino. Es por ello que cada año, enmarcado en la celebración de la feria y Fiestas de Pedro Romero de Ronda, este museo realiza la tradicional "pisá" de la uva en la que se conjuga la tradición de la viticultura y la tauromaquia con la Goyesca, en la que, además, puede participar todo el que quiera.

Nos centramos ahora en el espacio expositivo permanente, como decimos, repartidos en diez salas (contando también con una sala de audiovisuales y aula de cata y enotienda), y que se enriquece continuamente con piezas recuperadas de las antiguas bodegas de la serranía de Ronda. De esta forma se hace un recorrido por la historia del preciado líquido desde la época prehistórica a nuestros días. Así, en una de las salas descubriremos que, a pesar de la prohibición coránica, el vino tuvo su importancia en época musulmana.

En otra sala se habla de la elaboración de los distintos tipos de vinos, blancos, tintos, rosados, espumosos, cómo se crían, cómo envejecen, etc... Es interesante aprender cómo se obtiene este líquido: mediante una primera fermentación que dura 15 días, las levaduras transforman el azúcar en alcohol. Le sigue una maceración de 7 días para dar más color y estructura. Después y durante 2 meses, el vino pasa una segunda fermentación donde el ácido málico se convierte en láctico.

En otra de las salas se explica que los diferentes aromas del vino son propios de cada variedad de uva, siendo imposibles añadirlos durante la elaboración del vino. Es bastante sorprendente comprobar la gran variedad de aromas, los cuales aprenderemos a diferenciarlos mediante diferentes tarros.

El corcho, procedente del alcornoque, también posee su espacio expositivo, así como las botellas y barricas y en general todos los contenedores usados para el vino los cuales, sin embargo, no todos son aptos para contener este preciado caldo. Aquí se hará especial hincapié en los distintos contenedores usados a lo largo de la historia de Ronda y su serranía.

Existen más de tres mil tipos de uvas, sin contar sus respectivos clones, algunas de ellas son comentadas en este museo, señalando sus cualidades y zona de producción. Igualmente, en una de las salas podremos aprender algunas de las palabras usadas en el argot del mundo de la viticultura.

El museo alberga también una escuela de cata y realiza, también, catas dirigida de vinos tradicionales, tanto blancos como tintos. Existe la posibilidad, dependiendo del tipo de entrada que adquieras, de poder efectuar una cata de los vinos que se encuentran en el patio almacenado tanto en las barricas como de los que se obtienen mediante los cuatro grifos de bronce de la fuente conocida como la Fuente del Vino de Ronda, entre otras actividades.

En la última sala se hace un homenaje a las corridas goyescas de Ronda, por ello, se exponen varios trajes de goyesca, así como carteles, fotografías y varios objetos relacionados con esa fiesta taurina, cuya primera corrida se celebró en el año 1954 en homenaje al II centenario del nacimiento del torero Pedro Romero, nativo de Ronda y descendiente de una dinastía taurina muy conocida, incluso se atribuye a su abuelo, Francisco Romero, el primer torero que utilizó la muleta y el estoque para dar muerte al toro.

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