CRÓNICAS DE RONDA

Un poco de Historia...

El origen de Ronda hay que buscarlo hacia el siglo V a.C. cuando los celtas establecieron en el actual casco urbano un puesto de vigilancia, llamando al asentamiento Arunda. Sin embargo, el lugar ha estado poblado varios siglos atrás, como así lo demuestran las pinturas rupestres y restos arqueológicos de varias cuevas, de la que destaca la Cueva de la Pileta, datada en el Paleolítico. De la Prehistoria Reciente nos han llegado necrópolis megalíticas como el Dólmen del Chopo de Encinas Borrachas. Posteriormente los fenicios se instalaron en una aldea cercana que llamaron Acinipo y los griegos conquistaron Arunda que pasó a denominarse Runda.

Durante aquella época se consolidarán los poblados de Acinipo y Ronda, si bien cada una de ellas tendrán, posteriormente, un período de apogeo: Acinipo en época romana y Ronda en época medieval. En aquella primera se conserva un teatro romano con un estado de conservación muy bueno, mientras que la segunda ciudad recobrará importancia tras desaparecer Acinipo y caer el Imperio Romano en el siglo V, siendo desde entonces importante núcleo, destacando, a partir del año 713, su etapa islámica al haber dejado esta cultura una huella muy profunda tanto en el terreno cultural, como en el urbanismo, gastronómico, tradiciones, etc...

En este período Ronda se consolida como ciudad y pasa a denominarse Izn-Rand Onda (la ciudad del castillo), llegando a convertirse en la capital de la provincia andalusí de Takurunna. Con la desintegración del califato de Córdoba se constituye como un reino independiente denominado Taifa de Ronda (Banu Ifren), de cuyo período pertenece la mayor parte de su patrimonio monumental. Posteriormente, tras el asesinato de Abu Nur Hilar, Ronda pasó a formar parte del reino sevillano de Al-Mutadid.

EL 22 de mayo de 1485 la ciudad es tomada por Fernando el Católico, tras un largo asedio. Con la conquista se producirían cambios económicos y culturales, y muchos de los monumentos levantados por los musulmanes sería remodelados para adecuarlos a la nueva situación, iniciándose así un nuevo florecimiento que hace que la ciudad se expanda creando nuevos barrios, plazas y calles.

En el año 1572 se funda la Real Maestranza de Caballería de Ronda cuyo fin era el de entrenamiento para la defensa y guerras del reino. Será entre los siglos XVI y XVII cuando se conforme el grueso de la ciudad que conocemos actualmente, levantándose posadas, iglesias, monasterios, etc... Pero será en el siglo XVIII cuando Ronda vea construirse los monumentos más emblemáticos de la aristocracia de entonces: la Plaza de Toros y el Puente Viejo, actuales símbolos de la ciudad. No hay que olvidar que a partir de entonces y hasta el siglo XIX se creará una imagen muy romántica de la zona con la creación de mitos de bandoleros y toreros.

Y es que la invasión francesa fue la causa que originó el nacimiento del bandolerismo, guerrillas que combatían a los invasores y que, tras los estragos de la guerra, se dedicaron al asalto de caminos y contrabando de productos de Gibraltar al quedarse sin recursos para subsistir. La imagen romántica que aún tiene Ronda se lo debemos a varios viajeros extranjeros como Washington Irving, Mérimée, Ford o Doré, que hicieron del fenómeno del bandolerismo y de la ciudad y su serranía, una fuente de inspiración en la que se mezclaban historias reales y ficticias.

Un aspecto importante para la región de Andalucía y el andalucismo es que fue aquí donde, en el año 1918, en la llamada Asamblea de Ronda se fijaría el actual diseño de la bandera, el escudo y el himno de la comunidad autónoma andaluza.

QUE VER EN RONDA / DIARIO DE VIAJE

Ronda es de esas ciudades fáciles de visitar en un día si solamente quieres ver lo más importante, pero nosotros vamos a proponer un recorrido de dos días y medio para conseguir una visión más amplia y, sobre todo, más relajada de esta bonita ciudad andaluza.

Dia 1: esta primera jornada la comenzamos en un extremo terrestre del Tajo, más concretamente en su Plaza de Toros, una de las más antiguas y bellas de España. A continuación, ponemos rumbo a la cercana plaza del Socorro, una de las más emblemáticas de Ronda. Después iremos al cercano Tajo para admirar en toda su grandiosidad el magnífico Puente Nuevo, en cuyo Centro de Interpretación aprenderemos mas sobre la historia de este monumento. No nos podemos ir sin hacer un pequeño paseo por la zona que rodea el puente para admirar sus casas colgantes, la plaza de España, el paseo de Blas Infante o el convento de santo Domingo.

Y así llegamos a la hora del almuerzo, tras el cual podremos seguir la ruta, esta vez paseando por la calle Tenorio y sus alrededores, así veremos bonitos palacetes como la Casa de los Condes de Montelirio o la Casa de San Juan Bosco, e iglesias como la de la Virgen de la Paz. Ese recorrido desembocará en la plaza María Auxiliadora, alrededor de la cual también existen sitios interesantes que ver. El broche al día se lo pondremos con la visita al palacio de Mondragón, actual Museo Municipal de Ronda.

Dia 2: comienza el segundo día en la plaza duquesa de Parcent, el corazón histórico de Ronda, antiguo zoco árabe y antigua plaza Mayor en el que se sitúan los edificios públicos más importantes, como la Colegiata de Santa María la Mayor, el Ayuntamiento y el convento de Santa Isabel. Llegamos ahora hasta la plaza Ruedo Alameda, en la que prestaremos atención a los rincones de su parte norte: la puerta de Almocábar, la puerta de Carlos V y la iglesia del Espíritu Santo.

A continuación, nos volvemos a introducir al interior de la ciudad para visitar el Museo del Bandolero y el Museo de la Caza. Así llegaremos a la hora de almorzar, es buena idea comer en alguno de los bares y restaurantes que rodean el minarete de san Sebastián. La tarde podemos reservarla para visitar el centro de Interpretación del vino, en el que podremos probar diferentes tipos de esta bebida milenaria. Después iríamos al museo Lara, un espacio expositivo bastante amplio, con el que terminaríamos la jornada.

Dia 3: el último día lo comenzamos con la visita a los Baños Árabes, desde el cual ya podremos ver algunos de los Puentes de Ronda, como el Puente Viejo o el Puente Romano, así como tramos de murallas y puertas como el arco de Felipe V, la puerta de la Puente, etc.… Muy cerca se encuentra la Fuente de los Ocho Caños, rodeado de edificios interesantes. La ruta podemos completarla aún más con la visita de otros sitios de interés como: los Jardines de Cuenca, el palacio de los marqueses de Salvatierra, la Casa del Rey Moro, el museo Joaquín Peinado o la Casa del Gigante. Al viajero que le interese uno de esos otros sitios de interés, podrá añadirlo sin problema como una parada más de la ruta comentada anteriormente.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

La visita a Ronda nos ha resultado muy agradable y sobre todo muy fácil, puesto que realizar una ruta a pie por ella es bastante simple al encontrarse los sitios de interés muy cerca los unos con los otros. Quizás lo que más cueste, y que recomendamos concienzudamente, es bajar desde la plaza María Auxiliadora hasta un mirador situado cerca del Arco de Cristo, desde el que se obtienen unas maravillosas vistas del Puente Nuevo sobre el Tajo. De todas formas, si no queremos bajar hasta el lugar anteriormente comentando, recomendamos la panorámica que se obtiene del Puente Nuevo desde los jardines de Cuenca, una maravilla. De igual manera nos ha enamorado las vistas de la serranía que se obtienen desde cualquier mirador.

El Puente Nuevo nos ha maravillado, es sin duda, el monumento que más personalidad le da a Ronda a la vez que impresiona por su altura, no apto para quienes tengan vértigo. Es posible visitar el Centro de Interpretación del Puente, pero sin duda el exterior es la estampa imprescindible de los viajeros que visiten Ronda. La otra maravilla rondeña es la Plaza de Toros, todo un símbolo del noble arte para quienes deseen profundizar en el mundo del toreo. Lo recomendamos para aquellos amantes de la fiesta nacional pero también para quienes no les guste mucho puesto que el edificio es parte muy importante de la historia de Ronda y no visitarlo es como desconocer una parte de la ciudad.

Otro de los lugares que recomendamos visitar son los Baños Árabes, nos ha sorprendido lo bien conservado que están. Nos ha gustado muchísimo el Museo de la Caza, con tantos animales disecados en cada rincón. El Museo del Bandolero también nos ha gustado mucho, sobre todo porque no existen muchos museos que traten esa temática. Pero de todos los museos destacamos el Museo Lara: un espacio en el que no esperábamos encontrar las increíbles colecciones que allí pudimos admirar, inclusive la parte donde están las ingeniosas máquinas de torturar de la Inquisición Española. Increíble la colección dedicada al cine y fotografía. Mención aparte merece la sección de brujería que pone la guinda a la visita de este museo que, como decimos, es el que más nos ha gustado y sorprendido.

En cuanto a la gastronomía destacar la gran oferta de menús variados que podemos encontrar sólo dando un paseo por sus calles. Tened cuidado si vais con el presupuesto justo puesto que en algunos bares y restaurantes ofrecen menús sin bebida, por lo tanto, tenéis que calcular aproximadamente 2,50€ más. Un plato muy típico son las migas y lentejas rondeñas.

Y ya para finalizar este apartado queremos contaros una anécdota que nos ocurrió nada más llegar a la ciudad: para arribar a Ronda y más concretamente a la calle de nuestro hotel, utilizamos el GPS, el cual nos indicó en un determinado momento girar a la derecha. Cuando hicimos el giro nos dimos cuenta de que nos habíamos equivocado, que no era esa calle sino la siguiente, así que realizamos un cambio de sentido en esa misma calle, la cual era ancha y recta y además no vimos ningún tipo de señalización que nos indicara que el sentido que nos disponíamos tomar era dirección prohibida.

Cuando intentamos acceder a la carretera, se detiene un coche de policía local que nos dice de muy malas maneras que nosotros habíamos recorrido toda esa calle, desde el principio de la misma, en dirección prohibida. Intentamos explicarles que eso no era así, que no éramos de allí, que íbamos con el GPS y que tan sólo avanzamos uno 5 o 6 metros en esa calle, y que al realizar el cambio de sentido no vimos ninguna señal que nos dijera que estábamos entrando en dirección prohibida.

La verdad es que nos trataron fatal, empleando un tono muy chulesco y casi amenazante, diciéndonos que la multa podría ascender a 500 euros, etc.… Nos dio una impresión muy mala, somos conscientes de que la policía está para mantener el orden, pero hubiéramos agradecido un tono más cordial para decirnos las cosas, sobre todo si eres un turista que tiene un GPS, que tiene diferente matrícula y que no posee el mismo acento.

La policía es también parte de la imagen de una ciudad y deberían diferenciar al verdadero infractor de las personas que van un poco perdidas y que, con el código de circulación en la mano, intentan no ocasionar ningún accidente y cumplir con las reglas, que para eso está. Finalmente no pasó nada, nos dejaron seguir nuestro camino, pero el mal sabor de boca, al menos en la primera hora, se nos quedó. Por tanto, invitamos a los agentes del orden que también sean embajadores de su ciudad y que hagan alarde de la innegable hospitalidad del resto de los rondeños.

¡Buen viaje y felices experiencias!