SEGOVIA

Y ALREDEDORES


La plaza de la Trinidad está presidida por el templo que le da nombre, la iglesia de la Trinidad, datada en el siglo XII, aunque en sucesivas excavaciones arqueológicas se han descubierto los restos de un edificio anterior del siglo XI, de esta forma la parte más antigua es la que corresponde con la cabecera, mientras que la portada oeste y el atrio se realizaron posteriormente. La parte sur, como es habitual en el románico segoviano, está ocupada por una galería porticada de arcos de medio punto sostenidos por columnas dobles con capiteles que presentan una decoración vegetal sencilla y sobria.

Al lado se sitúa el monasterio de Santo Domingo el Real, también conocido como de Santo Domingo de Guzmán, una de las edificaciones civiles más antiguas de Segovia, puesto que originalmente, en el momento de su adquisición por parte de las monjas dominicas en el año 1515, era propiedad de Juan Arias de la Hoz. Posteriormente las monjas fueron adquiriendo propiedades contiguas para ampliarlo. El convento femenino fundado por santo Domingo de Guzmán quien, a su paso por la ciudad, solía orar en una gruta situada cerca del río Eresma, donde se edificó el convento de la Santa Cruz, su equivalente masculino.

De esta edificación destaca la Torre de Hércules que popularmente se ha situado en la época romana, aunque ciertamente es una edificación de entre los siglos XI-XII. El interior del edificio posee empotrado en la pared de una escalera una cabeza escultórica de un jabalí o puerco e inmediatamente al lado una figura humana, a modo de ángel, que se relacionó con Hércules, el mítico fundador de la ciudad. Éste parece ir a lomos del animal formando un grupo escultórico. Pero estudios recientes han demostrado que en verdad son figuras independientes: el jabalí es de época romana y la figura humana es muy posterior al animal.

A pocos metros encontramos la iglesia románica de San Quirce, construida en el siglo XII, pero abandonada en el año 1847 y convertida en un pajar y almacén. En el año 1927 fue adquirida por un grupo de intelectuales, artistas y profesores, en su mayor parte segovianos o residentes en la ciudad, para instalar en ella la sede y los talleres de la Universidad Popular Segoviana, a la vez también para poder salvar el edificio de su desaparición. Para tal menester fue restaurada por Cabello Dodero quien, a pesar de su deseo, también respetó la pequeña edificación situada en el ángulo entre la torre y la puerta de la iglesia que oculta el primitivo pórtico del templo, instalándose ahí las dependencias administrativas de la institución. Desde la segunda mitad del siglo XX es sede de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.

La iglesia tiene la particularidad de que su torre, la cual fue truncada años después de su construcción, está situada junto al cuerpo rectangular del ábside. Además, bajo esa misma torre hubo una capilla con su propio ábside y su propia portada al exterior, sin comunicación con la iglesia. Por ello, Cabello Dodero, dedujo que se trataban de dos edificios, parejos en época y estilo, a los que luego se le añadió la torre con su capilla independiente.

Seguimos paseando y admirando las calles de la ciudad hasta llegar hasta la plaza de san Agustín donde se unen la calle de san Nicolás y la de san Agustín, lugar donde encontramos la escultura de bronce que representa a un penitente descalzo portando una cruz penitencial de la Semana Santa segoviana que conmemora el centenario de la tradicional Procesión de los Pasos que tiene lugar cada Viernes Santo desde el 1907. La escultura de setecientos kilos fue inaugurada el 27 de octubre del año 2007, teniendo una proporción de una persona de dos metros y medio. La obra fue esculpida por el artista segoviano Gregorio Herrera, quien además fue autor de la medalla conmemorativa del cincuenta aniversario del Patronato del Alcázar o del monolito dedicado a Manuel Sanz Gil, entre otras obras.

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