VALENCIA (VALÈNCIA)

OTRO CONCEPTO DE ZOOLÓGICO


Bioparc Valencia fue inaugurado el 27 de febrero de 2008, sustituyendo al antiguo zoo de Viveros que cerró sus puertas el 31 de julio de 2007. En su primera fase, dedicada a África, cuenta con 100.000 metros cuadrados de superficie, albergando a más de 4000 animales de 250 especies distintas. Pero Bioparc sigue ampliándose y ya se ha reservado unos 20.000 metros cuadrados para dedicarlos a especies de Asia y América.

Estamos ante una nueva filosofía de parque zoológico consistente en el concepto de zoo-inmersión, cuya principal característica es la de recrear el hábitat natural de las especies, a la vez que se sumerge al visitante de lleno en él mediante la utilización de barreras que se encuentran ocultas. De esta manera se tiene la sensación de continuidad entre el recinto en el que se encuentran los animales y el espacio por donde pasea el público.

Otra de las características de Bioparc es su compromiso con la conservación de los animales y la educación y concienciación de la sociedad en cuanto a la necesidad de preservar los ecosistemas de origen de cada animal. Además, el parque participa en programas de reproducción en cautividad de especies en peligro de extinción.

El recinto está dividido en espacios en los que se recrean diferentes hábitats del continente africano: Madagascar, bosque ecuatorial, humedales y la sabana. Cada área cuenta con vegetación original (y local) de cada zona y reproducciones o réplicas como cuevas, rocas o baobabs gigantes, todo ello con el objeto, como decimos, de recrear lo más fielmente posible cada hábitat.

Una vez adquiridos los tickets de entrada, accedemos al interior del recinto. Lo primero que nos encontramos es un bonito puente que une ambos extremos del cauce del parque de Cabecera. Inmediatamente después se sitúa el edificio tematizado del cine, con un aforo de 90 butacas, donde se pueden visionar proyecciones como el "Documental Bioparc" de 10 minutos o "Los herederos del arca" de 50 minutos. Para verlos consulta los horarios en el parque.

Ya estamos plenamente inmersos en Bioparc. Para su recorrido decidimos comenzar por la zona derecha de la zona, constituida por el área de Madagascar. Así ya encontramos los primeros animales, en una de las rías podemos ver patos y flamencos comunes.

La principal característica de éstos últimos, además de su color, es su altura pudiendo medir entre 1,20 a 1,50 metros, gracias a sus largas patas y cuello. La envergadura de sus alas es semejante a su altura. Su plumaje es rosado, teniendo un color más intenso, que puede llegar a ser rojo, en las alas.

Poseen el pico rosado con la punta negra y las patas son enteramente rosadas. El alimento, el cual otorga a estas aves este color, es buscado formando bandadas (a veces de más de un millón de aves) en lagos y lagunas poco profundos. Cuando un miembro del grupo detecta peligro estira su cuello, manteniendo la cabeza hacia arriba, comenzando a gritar para alertar al resto de ejemplares.

En cuanto a su reproducción, estas aves ponen un solo huevo sobre un montón de barro. Los flamencos tienen su zona de distribución en zonas acuáticas de África, pero también en el sudoeste de Asia y sur de Europa.

Seguimos, en esta área podemos ver diferentes especies de lémures que sólo se encuentran en Madagascar: lémur de cola anillada (Lemur catta), el pardo de frente roja (Eulemur rufus), el de vientre rojo (Eulemur rubriventer), lémur mangosta (Eulemur mongoz), el manso gris del lago Alaotra (Hapalemur alaotrensis), el vari blanquinegro de collar (Varecia variegata variegata) y lémur vari rufo (Varecia rubra).

A estas alturas ya hemos comprobado en que consiste la filosofía del zoo-inversión. Los lémures campan a sus anchas y verdaderamente las barreras de separación no se notan. Es posible pasear por el camino marcado mientras estos animales saltan sobre nuestras cabezas y los tenemos tan cerca que casi podemos tocarlos.

Los lémures de cola anillada son conocidos localmente como hira o maky. Habitan en los bosques de ribera y matorral espinoso de las regiones del sur de la isla. Dentro de la familia de los lémures, esta especie es el más terrestre y de comportamiento diurno. Son animales muy sociales, viviendo en grupos de hasta treinta individuos y constituyendo una sociedad matriarcal.

Es común verlos tomando el sol para conservar el calor, sentados sobre sus patas traseras, erguidos y mostrando la parte ventral de piel blanca y más delgada. También se suelen acurrucan varios a la vez, no solo para dicho fin sino también para reforzar los vínculos sociales entre ellos.

Fisionómicamente se caracterizan por contar con una larga y tupida cola en la que se alternan anillos blancos y negros. Sus palmas de las manos y las plantas de los pies tienen una forma larga y lisa, asemejándose al aspecto del cuero negro, para poder tener una mejor sujeción en las rocas resbaladizas. Además, tienen garras en el segundo dedo de sus extremidades traseras que usan para acicalarse.

Estos animales cuando llegan a la edad adulta pueden tener una longitud corporal de entre 45 y 50 centímetros y un peso de aproximadamente 3,5 kg. Su dieta se compone básicamente de frutas, aunque a menudo también comen hojas y muchas clases de vegetales, raíces y brotes, además de pequeños insectos.

El sentido del olfato es especialmente importante para estos animales, incluso marcan su territorio mediante las glándulas odoríferas que poseen. Por otro lado, es uno de los primates que utiliza numerosas vocalizaciones (15 distintas), como las llamadas de cohesión y de alarma. Es, a pesar de su pequeño cerebro, un animal bastante inteligente capaz de comprender operaciones de aritméticas básicas.

Los Lémures de Cola anillada viven generalmente entre 16 y 19 años en estado salvaje y unos 27 en cautividad. La temporada de reproducción es de abril a junio. La gestación dura alrededor de 146 días, después de la cual puede nacer una o dos crías con el pelaje completo y los ojos abiertos. Durante las dos primeras semanas, los recién nacidos permanecen aferrados al vientre de su madre, para pasar más tarde a su espalda.

Los lémures jóvenes pueden comenzar a comer alimentos sólidos después de dos meses. Los machos alcanzan la madurez sexual a los 2 años y medio, mientras que las hembras lo hacen a los 19 meses y medio. Aunque es un animal en peligro en la Lista Roja de la UICN y está amenazado por la destrucción de su hábitat, afortunadamente es relativamente fácil de mantener y reproducir en cautividad.

Tras adentrarnos más en la zona de Madagascar, accedemos al interior de un centro de interpretación en el que aprender más sobre la fauna de esta isla. Por ejemplo, conoceremos más datos del llamado Lémur Koala, especie extinguida a mediados del siglo XVI que tenía el tamaño de una ternera. Se trataba de un animal solitario que se alimentaba a base de hojas y que, a pesar de su timidez, defendía fuertemente su territorio.

Por otro lado, aquí también podemos ver los restos de unos huevos encontrados en el yacimiento Colmenares 1 de Elche (Alicante), los cuales datan de hace 5,5 millones de años, convirtiéndose así en los más antiguos de la península Ibérica. Las cáscaras tienen un grosor de 3 mm presentando poros en el interior de unos surcos alargados. Su estudio ha permitido relacionarlos con el llamado Ave Elefante, una de las más grandes que ha existido y que vivió en la isla de Madagascar hasta el siglo XVII o XVIII.

Salimos del centro de interpretación y seguimos caminando por el camino preestablecido. Si nos fijamos en los árboles podremos distinguir otras especies de lémures, como el Vari Rojo (Varecia rubra), incluido en la lista de los 25 primates en mayor peligro del mundo, por la destrucción de su hábitat, la caza y el comercio ilegal.

Estos animales miden alrededor de 53 centímetros y pesa entre los 3,5 y los 4 kilos. Tienen una fuerte coloración rojiza en todo su cuerpo, exceptuando en la cabeza, vientre, pies y su larga cola. Es característico su mancha blanca en el anverso de su cuello, pudiendo tener, además, otras marcas blancas en los pies y boca.

Componen una sociedad matriarcal de entre 2 a 32 individuos. Se dieta consiste en fruta, néctar, polen, e incluso hojas y semillas. En libertad suelen vivir entre los 15 y 20 años y en cautividad 25, e incluso hay constancia de hasta los 33 años.

Se trata de un animal diurno, cuya mayor actividad la tiene en la mañana y al atardecer. Por otro lado, es capaz de realizar cerca de doce llamadas de alerta diferentes. En época de cría las hembras hacen sus nidos con ramas, hojas y pelo a una altura de 15 metros del suelo. Suelen parir de 2 a 5 crías, las cuales permanecen en el nido hasta unas semanas después de nacer.

Los Varis Rojos comparten sistema de vocalización con los Blanquinegros (Varecia variegata), por ello ambas especies pueden comunicarse, aunque sin invadir el territorio de cada uno. También se encuentra en peligro de extinción debido a la deforestación que sufre la isla de Madagascar.

Los lémures Blanquinegros pueden alcanzar una longitud de entre 50 y 60 centímetros, pesando alrededor de 3,5 y 4,5 kg. Este animal presenta zonas blancas sobre su cabeza, miembros y parte posterior. Alrededor de su cuello posee una melena también blanca.

Una de las características de esta especie es que tienen la segunda llamada más ruidosa de los primates, seguido por el mono aullador. Su dieta consiste en fruta, flores, néctar y semillas, alimento que es buscado, por norma general, en solitario para después volver con el grupo para dormir. Entre sus depredadores encontramos la boa constrictor, águilas y la fosa que veremos más tarde.

Aconsejamos estar muy atentos del alrededor porque en cualquier árbol puedes encontrar más especie de lémures, como la mangosta y el de vientre rojo. Aquél primero se muestra nocturno durante la estación seca y diurno en la estación húmeda. Los últimos, pasan la mayor parte del tiempo sobre los árboles, aunque a veces bajan para recolectar frutas y cazar invertebrados.

En el parque también podremos ver de cerca al principal depredador de los lémures (de hecho, es el mayor depredador endémico de la isla de Madagascar), se tratan de los gatos fosas o simplemente fosas (Cryptoprocta ferox). A pesar de su semejanza con los felinos y a que ambos son carnívoros, pertenecen a un grupo de animales alejados de éstos, a la llamada familia Eupleridae.

Los fosas viven en zonas boscosas de la isla, aunque también pueden encontrarse en las sabanas, praderas y zonas de matorrales. Fisionómicamente posee un cuerpo musculoso muy estilizado, una cola larga y grandes ojos que le permiten ver en la noche, momento en que son más activos. Pueden correr a gran velocidad y subirse a los árboles muy rápido gracias a las garras retráctiles de sus patas desnudas.

En cuanto al tamaño, los machos pueden llegar a medir alrededor de 80 centímetros, mientras que las hembras miden unos 10 centímetros menos. Suelen pesar entre 10 kilos en el caso de ellos y 7 en ellas. Éstas últimas, a pesar de su tamaño son, al igual que los machos, muy territoriales, siendo además las hembras las que deciden con quien aparearse para reproducirse. El número de crías varía en cada parto, permaneciendo al lado de su madre hasta que cumplen un año de edad.

Actualmente sólo quedan en libertad alrededor de 2500 ejemplares, por lo que esta especie está declarada vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su desaparición está ligada a la destrucción de su hábitat y a las persecuciones a las que son sometidos por las leyendas locales que lo consideran un animal diabólico, además de acusarles de matar las gallinas, los patos y los cerdos de los agricultores.

Terminada la visita a la fascinante parte dedicada a Madagascar, nos adentramos ahora en la también increíble África Ecuatorial, término que se utiliza, en líneas generales, para referirse al área tropical del continente africano, el cual se divide en dos zonas: Cuenca del Congo y la región de los Grandes Lagos. El clima predominante en la zona es el cálido (una media de 25ºC) muy húmedo que permite la presencia de bosques tropicales o selvas, con lluvias torrenciales interrumpidas durante los períodos de sequía.

En las zonas comprendidas entre los 5º y 10º, el clima predominante es el de selva tropical, con temperaturas por encima de los 30ºC y abundantes lluvias. Por otro lado, entre los 10º y 15º de latitud norte y sur aparece el clima de sabana, caracterizada por una temperatura aún más levada y menor intensidad de lluvia, por lo que aquí la vegetación no es exuberante.

Después de esta breve introducción, los primeros animales que vemos son los pelícanos, los sitatungas y los hipopótamos pigmeos, entre otras especies. El sitatunga occidental (Tragelaphus speki gratus) es un antílope africano adaptado a la vida en las regiones pantanosas hasta tal punto que puede sumergirse completamente para evitar ser vistos. Son excelentes nadadores, viviendo preferentemente en zonas de vegetación densa para evitar a sus depredadores.

Su principal característica es su pezuña con la que les permiten caminar por el suelo fangoso de su hábitat sin hundirse en el barro. Por otro lado, las hembras permanecen unidas formando grupos, mientras que los solitarios machos anuncian su presencia mediante vocalizaciones para evitar encontrarse con otros machos en los densos cañaverales.

El pelícano común (Pelecanus onocrotalus) es un ave de pluma blanca, cuello y picos largos y bolsa extensible. Pueden llegar a tener una longitud de entre 1,40 y 1,60 metros y un peso de entre 10 y 20 kilos. Es una de las aves con mayor envergadura de alas oscilando entre 2,60 a 3,90 metros. El pico puede medir entre 30 y 47 cm, con él pueden pescar grandes peces mientras vuelan a ras del agua. Sus patas están palmeadas para facilitarle el despegue y el amerizaje.

Los adultos son de color blanco, pero durante la época de desarrollo poseen un color grisáceo. En períodos de apareamiento, los machos adquieren un tono rosado, mientras que las hembras toman un leve tono anaranjado. Su hábitat se sitúa en la mayor parte del continente africano, aunque también en Europa y Asia. Como curiosidad, estas aves han volado distancias superiores a 100 km para asegurarse el alimento necesario.

El hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis) es un gran mamífero cuyo hábitat se sitúa en los bosques y marismas de África Occidental, más concretamente en Liberia, donde viven la mayoría de esta especie. A diferencia de sus enormes parientes, los hipopótamos comunes, los pigmeos son animales solitarios y nocturnos. Son herbívoros, se alimentan de helechos, plantas y frutos que encuentran en los bosques. El número de estos individuos está bajando drásticamente debido a la fragmentación y deforestación de su hábitat y por la caza.

Nuestro recorrido nos lleva a atravesar un tronco hueco gigante, a lo largo del cual se sitúan diferentes ventanas de cristal en las que podemos seguir viendo animales, como el cocodrilo enano, tortuga leopardo, pitón real, escorpión emperador, milpiés, etc... y otros reptiles como por ejemplo el Gecko de Madagascar.

El cocodrilo Enano (Osteolaemus tetraspis) vive en los pequeños ríos y pantanos de los países ribereños del Golfo de Guinea. Para compensar su pequeña talla, apenas alcanza los 2 metros, su piel es muy dura, constituyéndose como una auténtica armadura que recubre incluso los párpados. Su alimentación está compuesta de roedores, insectos acuáticos y anfibios. Los nativos los cazan para comer su carne y comercializar su piel.

El Gecko de Madagascar (Phelsuma madagascariensis) es una especie diurna endémica de Madagascar que vive en árboles situados en lugares con una temperatura de entre 28º y 31ºC. Fue descrita por primera vez en 1831 por el británico John Edward Gray. Este lagarto alcanza una longitud total de 30 centímetros y su principal característica es la raya roja en forma de punta de flecha que se extiende desde la nariz hacia ambos ojos. Cuando son jóvenes poseen tonos rojizos más llamativos que se va apagando conforme van creciendo. Cuando se estresan pueden cambiar la intensidad de sus colores haciéndola más o menos verdosa o más o menos rojiza.

Este reptil es un veloz cazador de insectos, alimento que complementa con el néctar de algunas flores. En estado salvaje se acercan a los poblados por la gran cantidad de insectos que atraen las viviendas. En época de apareamiento (de noviembre a mayo), sacuden la cola o el cuerpo, mientras vocalizan. Las hembras suelen poner alrededor de 12 huevos, eclosionado después de aproximadamente 2 meses. Las crías miden alrededor de 7 cm y alcanzan la madurez sexual al cabo de un año.

La tortuga leopardo (Geochelone pardalis) tiene su hábitat en la sabana de África, desde Sudán hasta Sudáfrica. Su característica más representativa es el patrón de coloración y diseño de su caparazón, del que se sirve para camuflarse de posibles depredadores. Se trata de la cuarta especie de tortuga más grande del mundo y la segunda más grande de África, después de la tortuga de espolones africana (Geochelone sulcata). Este animal herbívoro, viven en zonas secas de la sabana con vegetación arbustiva.

Salimos del tronco caído y nos topamos de lleno con la nutria de cuello moteado (Hydrictis maculicollis), mamífero carnívoro que habita en ríos y pantanos de agua dulce de los bosques del África ecuatorial. Suele medir alrededor de un metro de longitud y 6 kilos de peso. Al igual que el resto de especies de nutrias, posee las patas palmeadas para nadar.

Su pelaje es de color marrón oscuro, teniendo alrededor de la garganta unas manchas claras. Su alimentación consta de peces, ranas y crustáceos de los ríos y lagos, por ello para cazar a sus presas buscan aguas claras con buena visibilidad. En cuanto a su reproducción, las hembras suelen tener dos hijos, tras un período de gestación de 60 días.

Las crías permanecen con la madre en una madriguera subterránea durante casi un año. Su grado de amenaza ha mejorado durante los últimos años en su medio natural, a pesar de que su tendencia poblacional se encuentra en descenso por la destrucción de su hábitat y la contaminación de las aguas claras, por ello se encuentra catalogada como “LC – Least Concern” (preocupación menor) por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Y precisamente la misma organización, la UICN, considera que el siguiente animal que vemos, el Dril (Mandrillus leucophaeus), es una de las especies de primates africanos más amenazadas. Actualmente funcionan diferentes programas para preservar los menos de 3000 individuos que se localizan en los bosques occidentales de Camerún y Nigeria y en la isla de Bloko de Guinea Ecuatorial.

El Dril presenta una cara oscura de la que resalta una poblada barba blanca, teniendo los machos una barbilla roja, además de llegar a doblar en tamaño y peso a las hembras. El trasero es de color rosado que se vuelve más intenso en época de apareamiento. Se alimentan de frutos, hojas, semillas, insectos y pequeños mamíferos que cazan. Durante la búsqueda del alimento mantienen una constante comunicación gracias a las vocalizaciones y gruñidos que emiten. Forman comunidades lideradas por un macho alfa.

La Grulla coronada cuellinegra (Balearica pavonina) es una especie de ave omnívoro gruiforme propia de África, donde prefieren vivir en las orillas de los pantanos, prados húmedos o riberas de ríos. Cuando amanece abandonan el lugar donde han pasado la noche para dirigirse a los bancos de arena de los ríos donde beben, buscan su alimento (pequeños animales, hierbas y semillas) y limpian su plumaje.

Cuando comienza a oscurecer regresan a sus refugios nocturnos, donde pasaran la noche posados en las ramas de los árboles. Construyen sus nidos con hierbas junto a zonas de humedales. Suelen poner de 2 a 5 huevos, los cuales son protegidos tanto por el macho como por la hembra. Sus principales amenazas son la captura ilegal para su comercio como animal doméstico y la pérdida y degradación de su hábitat.

Nos llama la atención el color y las formas del pelo del Bongo (Tragelaphus eurycerus), un pariente del antílope que posee unos colores específicos para poder camuflarse e integrarse en la espesura de los bosques tropicales. Quizás gracias a eso, pero sobre todo a que es muy tímido y huidizo, esta especie fue descubierta a principios del siglo pasado.

Son animales principalmente nocturnos, pero parcialmente diurnos, de tal manera que durante las horas de luz permanecen escondidos entre la vegetación del boque mientras que por la noche van a espacios abiertos en busca de alimento. Hay que señalar que existe una subespecie que solamente se encuentra en las zonas remotas de Kenia central, el Bongo oriental o de montaña, en peligro de extinción.

Una de las características de los Bongos es que se desplazan por el bosque con la cabeza hacia atrás de tal manera que la punta de los cuernos toca su espalda, por ello suelen tener en esa área zonas sin pelo. Este animal está casi amenazado, por lo que se han llevado a cabo programas de recuperación y de reintroducción que han hecho aumentar su población.

Junto a los Bongos vemos al pequeño Duiker de flancos rojos (Cephalophus rufilatus), tímido y huidizo que habitan en los bosques de ribera de África central y oriental. Su nombre significa "buceador" y es que cuando detecta algún depredador cerca, se adentra a toda velocidad entre la vegetación del boque. Su alimento se compone principalmente de hojas, aunque también de flores, frutos y brotes.

Su principal característica es un mechón de pelo oscuro sobre la frente a cuyos lados surgen un par de cuernos que siempre están presentes en los machos y puede no aparecer en las hembras. Habitualmente viven en parejas, pero también encontramos individuos solitarios. Este animal parece más resistente a la pérdida de su hábitat que otras especies de duiker, aunque a pesar de ello, es una especie amenazada por la caza y la expansión agrícola.

Nos topamos ahora con el búfalo rojo o búfalo enano (Syncerus caffer nanus), cuya principal característica es su pequeño tamaño ideal para penetrar en la espesura de la selva del África central y oriental. En ella hay amplios claros o "bai" que permiten la formación de rebaños y la consiguiente protección del individuo. A la hora de alimentarse consumen grandes cantidades de hierba y necesitando estar permanentemente cerca del agua. Sus principales depredadores son los leones y hienas manchadas, aunque su principal amenaza es la pérdida de su hábitat por la expansión del ganado doméstico, así como su caza ilegal y la sequía.

El potamóquero (Potamochoerus porcus) puede ser rojo, blanco y negro. Se trata de un jabalí que se extiende desde Gambia hasta la cuenca del río Congo. Suelen vivir en grupos de 15 individuos, quienes recorren el bosque en busca de tubérculos, raíces e invertebrados. Las excrecencias óseas de su cara protegen de los afilados colmillos partes más vitales. Por otra parte, la hembra pare un número variable de hijos, después de 4 meses de gestación.

Y llegamos a la zona donde se encuentran los impresionantes Leopardos (Panthera pardus). Este mamífero carnívoro pertenece a la familia de los Félidos. Poseen un tronco de 1-2 metros y una larga y fina cola de alrededor de un metro. Su peso varía entre los 30 y 90 kilos. Sus patas son potentes con garras retráctiles. Por otra parte, se caracterizan por una modificación del hueso hioides que les permite rugir, al igual que ocurre con los leones, tigres y jaguares.

Es habitual confundir esta especie con el guepardo, con el que comparte un aspecto muy similar, sin embargo, difieren de ellos tanto en aspectos físicos como en el comportamiento: el guepardo posee lacrimales negros que encuadra el morro y además es mucho menos agresivo que el leopardo.

Los leopardos melanóforos, llamados panteras, presentan un pelaje completamente oscuro debido a una mutación genética provocada por la gran cantidad de melanóforos (células pertenecientes a una de las capas de la piel) distribuidos por toda la superficie corporal. Por tanto, el leopardo de pelaje amarillo como el negro pertenecen a la misma especie. Si os fijáis en la fotografía, podréis ver entre la panza y el muslo del animal los surcos y manchas características.

El pelaje negro parece suponer una ventaja a la hora de camuflarse en las zonas de bosques densos. En la misma línea, los leopardos que habitan en zonas más desérticas poseen un tono más apagado que los que viven en áreas de mayor vegetación. En Bioparc podemos ver un bonito ejemplar de pantera negra.

En cuanto a su hábitat, podemos decir que el leopardo es uno de los felinos que mejor se adapta al medio ambiente, de hecho, exceptuando el desierto, viven en todo tipo de parajes siempre y cuando puedan esconderse y tener suficiente alimento. Así, se encuentran presentes en todo tipo de bosques, selvas, en la sabana y en algunos lugares rocosos.

A pesar de ello, su hábitat continúa haciéndose más y más pequeño, debido principalmente a la actividad de los seres humanos. El leopardo está clasificado como especie casi amenazada, por ello se está llevando a cabo programas de conservación necesarios para que al menos el número de especie no siga cayendo en número, resultando esperanzador. Las personas que viven en las mismas zonas que este animal a menudo tienen una mala impresión de él, sin embargo, los leopardos sienten un gran temor hacia el ser humano.

Son activos durante las veinticuatro horas del día, si bien se alimentan preferentemente mediante la caza nocturna, pasando el día durmiendo entre la vegetación o sobre la rama de un árbol al que trepan con mucha agilidad a pesar de su tamaño. Por otro lado, son animales solitarios, exceptuando la época de celo, en el que la pareja permanece junta durante unos días.

El período de gestación dura alrededor de 3 meses y la hembra puede tener de uno a seis cachorros por camada, aunque lo común es de dos a cuatro. La madre buscará una cueva u otra área escondida donde poder proteger a sus crías, permaneciendo junto a ellas durante un año y medio a dos años. La tasa de mortalidad de las crías es de aproximadamente el 50%. Verlos en Bioparc Valencia es toda una experiencia, sobre todo cuando pasan cerca de ti, tan cerca que tan sólo te separará de él un cristal.

En el bosque ecuatorial también habitan los simpáticos chimpancés comunes (Pan troglodytes) que la ciencia ha calificado como, sin llegar a ser nuestros antepasados, nuestros parientes vivos más cercanos. Se encuentran al borde de la extinción debido, otra vez, a la mano del hombre: se está destruyendo su hábitat y se está cazando para el comercio del llamado "bush meat" (carne del boque), muy cotizada en la zona.

En cuanto a su morfología, en posición erecta los adultos pueden llegar a medir entre 1 y 1,7 metros. Los machos pesan entre 34 y 70 kilos, mientras que las hembras pesan entre 26 y 50 kg. Sus brazos son más largos que sus piernas, llegando a tener una envergadura de aproximadamente 1,5 veces la estura del individuo. Estos brazos les permiten balancearse de una rama a otra, más aún cuando sus pulgares y el dedo grande del pie son oponibles permitiendo un agarre más preciso.

Suelen vivir en grupo formado de entre 25 y 120 individuos, teniendo una estructura social compleja. Son totalmente diurnos, al anochecer suben hasta los nidos que han construido encima de los árboles donde pasaran la noche. Una de sus características es la posibilidad de emitir más de 30 vocalizaciones distintas que usan para comunicarse y así transmitir su estado de ánimo, estatus social, excitación sexual, peligro, comida, etc...

Aunque la fruta sea muy importante en su dieta, son animales omnívoros, así también comen termitas y hormigas que obtienen mediante un tallo o rama introducido en los nidos, y nueces que abren con palos y piedras. En algunos casos los machos organizan una cacería, como la matanza de cachorros de leopardo, aunque más que motivada por el hambre, este tipo de caza es un esfuerzo de protección de los chimpancés. En esta zona existe un mirador desde el que obtener una vista general del área donde se encuentran los chimpancés y gorilas.

Los gorilas es otra de las grandes atracciones de este parque, impresiona muchísimo verlos tan de cerca, no en vano es el mayor de los primates. Este pacifico vegetariano viven en grupos liderados por un macho "espalda plateada", compuesto por varias hembras y sus crías.

La gestación dura 8 meses y medio y normalmente pasan 3 o 4 años entre nacimiento. Las crías viven con sus madres 3 o 4 años. Las hembras jóvenes suelen abandonar el grupo donde han nacido para unirse a otro, mientras que los machos jóvenes lo hacen para formar su propio "harem" y poder reproducirse con hembras fértiles. Cuando un macho ha formado su propio grupo permanecerá en él siempre y cuando sepa defenderlo de otros machos.

Por ello los machos "espalda plateada" defienden celosamente a su familia de otros machos rivales o intrusos, mediante rugidos, golpes de pecho y cargas frontales. Todo ello tiene la función de intimidar al enemigo y nunca la agresión. Por desgracia la mano del hombre sigue estando detrás de su posible desaparición, puesto que este animal está catalogado como Críticamente amenazado por la UICN.

Y es que su número está bajando peligrosamente debido a varios factores: se está talando la selva para fines comerciales, la población africana está creciendo tanto que está ocupando zonas donde antes habitaban estos animales, la elevada demanda del "bush meat" hace que sean cazados para ser sacrificados y vender su carne...

Como decimos es herbívoro, se alimenta de hierba, hojas, ramas, frutos, brotes... aunque también comen pequeños insectos. Tienen que pasar mucho tiempo alimentándose para poder llegar a obtener la energía necesaria para su peso corporal. Es debido a ello, por lo que como mucho recorren 2 kilómetros al día y no más.

Su gran tamaño les libra de enemigos naturales por lo que pueden pasar la mayor parte del tiempo en el suelo del bosque, incluso aquí construyen sus nidos camas, a diferencias de otros primates como el chimpancé. Los gorilas pasan la mayor parte del día sesteando para digerir la materia vegetal en sus enormes estómagos. Esas digestiones generan gran cantidad de gases.

Se suelen desplazar habitualmente ayudados de sus largos brazos. Los machos miden entre 1,56 y 1,75 metros y pesan entre 140 y 200 kg, mientras que las hembras miden y pesa la mitad que ellos. Poseen una mandíbula protuberante, mucho mayor que el maxilar. Su pelaje es gris y marrón, espeso y áspero; en el macho adulto la parte plateada, la cual aparece a los 10 años, se extiende hacia los muslos, mientras que la parte superior de su cabeza es en ocasiones marrón rojizo e incluso rubio.

Hasta hace poco se consideraba una única especie de gorila que se dividía a su vez en tres subespecies (el occidental, el oriental y el de montaña). En la actualidad se da por sentado que el gorila está dividido en dos especies (gorila occidental y gorila oriental) que a su vez están divididos en dos subespecies, de tal forma que la especie del gorila occidental está dividido en dos subespecies: el de tierras bajas y el de río; mientras que el gorila oriental se divide en: el de montaña y el de tierras bajas (aunque se ha propuesto otra subespecie para el oriental, el llamado gorila de montaña de Biwindi).

Hay que señalar que los gorilas podemos verlos de una forma totalmente segura desde un recinto acristalado que nos separan de estos animales y que además hace las veces de centro de interpretación. Los gorilas ocupan una superficie de 3.269 metros cuadrados divididos en dos: uno para el grupo reproductor y otro para los "machos solteros". Cada uno de ellos tienen su nombre: Jitu, Thomas, Kabuli, Ali, Mambie, Fossey y Ebo nacido en 2012 en estas instalaciones.

Otro tipo de primates que podemos ver aquí son los ágiles mangabeys, uno de los más amenazados de extinción. Estos monos viven en grupos sociales de 10 a 25 individuos, incluidos varios machos. Cuando sale el sol, el grupo se despierta y comienzan a moverse sin ninguna finalidad. Después, de 8 a 9 realizan su primera comida para posteriormente descansar; la segunda comida tiene lugar sobre el medio día y la tercera sobre las 5 de la tarde. Su alimentación está basada por frutos, palmas, nueces, brotes de hojas, setas, hierba e invertebrados.

Ya en la zona de los humedales podemos ver a los temibles cocodrilos del Nilo, con ese aspecto prehistórico. Son unos de los animales más peligrosos de África, no en vano cuando son adultos comen prácticamente de todo, incluido humanos. Cuando son crías consumen principalmente invertebrados, ranas y peces pequeños. Es un animal muy adaptable que vive tanto en aguas continentales como costeras, encontrándose ampliamente distribuido por el continente.

Pero a pesar de su gran distribución y adaptabilidad, estos reptiles sufrieron un serio declive a mediados de los años 90 del siglo XX debido, como no, a la mano del hombre y más concretamente a la caza abusiva para comercializar su carne y piel. Afortunadamente, en la actualidad este tipo de negocio se encuentra regulado mediante programas sostenibles.

A la hora del apareamiento las hembras suelen estar listas cuando miden alrededor de 2 metros, mientras que los machos lo están cuando alcanzan los 3 metros. Ambos tamaños los alcanzarán en un promedio de aproximadamente 10 años de edad. La ceremonia de cortejo es cuanto menos espectacular: el macho defiende un trecho de agua, rugiendo a cualquier intruso, para de esta forma atraer a la hembra. Una vez captada, el cocodrilo comienza a sacudir su cuerpo y a expulsar agua por las fosas nasales.

En cuanto al tema reproductivo, la hembra a la hora de dar a luz cava un nido en la arena donde entierra alrededor de 50 huevos. Los padres cuidarán de ellos durante los primeros 90 días de incubación. Curiosamente la temperatura determinará su sexo: si es inferior a 31,7º o superior a 34,5º será una hembra, mientas que será macho cuando los huevos se mantengan dentro de dicho rango.

Nos adentramos ya a la Cueva de Kitum, una recreación de 40 metros del original de 200 metros de longitud que atraviesa el monte Elgón entre Kenia y Uganda. A ella iban los elefantes por la noche en busca de los minerales de las paredes, tan necesaria en la dieta de estos animales herbívoros. Por ello, existen muchas leyendas que relacionan la formación de la caverna con los paquidermos, de hecho, Kitum significa en massai "lugar de ceremonias".

Una de esas leyendas cuenta que la cueva es en realidad un cementerio de elefantes donde venían a morir; otra leyenda dice que fue excavada por estos animales durante miles de años al utilizar sus colmillos para raspar la pared de roca y extraer la sal. La realidad es que esta cavidad tiene su origen en la actividad volcánica, hace entre 8000 y 12000 años.

Se tratan pues, de las únicas cuevas conocidas formadas por rocas volcánicas piroclásticas, cuya modificación a lo largo del tiempo ha dado lugar a la formación de esas sales minerales. Actualmente la cueva, aunque comienza en Kenia, desemboca en el lago Kyoga ugandés, plagado de cocodrilos, tortugas, peces cíclicos e hipopótamos.

Y la manera en que podemos ver a los hipopótamos en Bioparc es impresionante: mediante un cristal es posible verlos en su hábitat natural subacuático y ver a este imponente animal nadando en las profundidades del estanque. El día en que nosotros estuvimos el agua estaba turbia porque estos colosales animales herbívoros hacen sus necesidades ahí mismo, donde pasan la mayor parte del tiempo.

Una vez abandonada la Cueva de Kitum, llegamos hasta la zona donde se encuentran bonitos, pero venenosos, ejemplares de anfibios. Ellos fueron los primeros animales vertebrados que ocuparon la tierra hace más de 300 millones de años. Habitan en todos los continentes (exceptuando la Antártida), conociéndose más de 7000 especies distintas. Las que vemos en Bioparc son pequeñas, con mucho color, pero también muy venenosas, como la Rana Veneno Fantasma (Epipedobates tricolor).

Este animal tiene su hábitat no en África, sino en Ecuador, más concretamente en bosques de montaña cercanos a corrientes de agua, con altitudes de entre 1000 y 1800 metros. Se alimentan a base de pequeños insectos. Están en peligro de extinción, siendo sus principales amenazas la contaminación del agua por vertidos agroquímicos y la pérdida de su hábitat por explotaciones ganaderas, además de utilizarse para fines medicinales.

Tampoco es de África la rana Veneno Azul (Dendrobates azureus) sino de Sudamérica, más concretamente al sur de Surinam y también de las fronteras del país vecino, Brasil. Viven a una altitud de entre 300 y 400 metros y, aunque son terrestres, se mantienen cerca del agua. Este anfibio es conocido por su piel tóxica, de hecho, los nativos impregnan las puntas de sus flechas con el veneno de su piel. Esta rana es principalmente insectívora, aunque ocasionalmente también se alimenta de otros artrópodos de pequeño tamaño.

La Mantela dorada (Mantella aurantiaca) sí que vive en África, más concretamente en Madagascar. Su hábitat lo componen zonas húmedas y selvas pantanosas a partir de los 900 metros de altitud, generalmente viven en montículos cubiertos de hierba o musgo. Es insectívoro, por ello se alimenta de termitas, hormigas, moscas y ocasionalmente de cualquier otro artrópodo que quepa en su boca. Actualmente está calificado como en peligro crítico de extinción.

La rana africana de uñas (Xenopus laevis) es una curiosa especie acuática cuya mayor característica es su cuerpo aplanado. Su nombre proviene de las uñas que posee en las patas traseras y que utiliza para remover el fango y así ocultarse de los depredadores. Se suelen alimentar de gusanos, insectos, peces pequeños... los cuales suelen ser detectados no por la vista sino por el olfato al estar muchas veces el agua turbia.

El siguiente es la rana toro africana (Pyxicephalus adspersus), uno de los anfibios con más capacidad de adaptación del planeta. Suelen vivir en entornos extremos de África del sur, hasta tal manera que ciertas áreas donde habitan pueden permanecer secas durante años. Cuando eso ocurre se queda bajo tierra, en su cámara de estío, esperando a que mejore el clima. Cuando llueve, entonces ocupa las llanuras aluviales. Se trata de una rana carnívora, come cualquier animal que quepa en su boca, como reptiles, otras ranas, invertebrados, pequeños pájaros...

Dejamos atrás el África Ecuatorial y entramos de lleno en la fascinante Sabana africana. Las sabanas son biomas propios de los trópicos, predominando en ellas la vegetación herbácea, mientras que los árboles se encuentran dispersos. Uno de los árboles característicos es el baobab (en senegalés significa "árbol milenario"). Las especies más conocidas de este árbol se encuentran en África continental, pero es en Madagascar donde se pueden hallar hasta 6 especies de esta familia. Pueden llegar a medir 25 metros de altura y tener un perímetro de 40 metros. Cuando son viejos, en el interior de su tronco hueco puede almacenar grandes cantidades de agua.

En el lago de los elefantes vemos lo primeros paquidermos. El elefante africano de sabana es el mamífero más grande que existe sobre tierra firme. Su gran tamaño y morfología es el resultado de miles de años de evolución, especializándose así en ingerir enormes cantidades de materia vegetal de bajo aporte nutricional. Es por eso que sus piezas dentales alcanzan más de 30 cm de lago para poder masticar más de 250 kilos diarios de forraje.

Como consecuencia la evolución hizo que su cabeza aumentara y para sostenerla se desarrolló un cuello robusto y corto. Ello dificultaba la tarea de alcanzar el alimento o el agua, por eso el labio inferior se alargó dando como resultado una característica trompa que los elefantes usan tanto como mano para llevar los alimentos a la boca, como radar para orientarse en la oscuridad de la noche y como un sensible órgano olfativo.

Sus colmillos de marfil es el principal motivo del declive de estos animales: de entre los 3 y 4 millones que vivían en los años 40 del siglo XX, se ha pasado actualmente a una población de entre 400.000 y 660.000 elefantes. Afortunadamente en 1989 durante la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) se prohibió el comercio de este animal o algún producto suyo, poniendo fin a años de comercio legal.

Estos animales forman sociedades matriarcales, donde es ella la que mantiene la armonía y el orden en la manada, además de conducir al resto del grupo por rutas migratorias ancestrales que llevan a fuentes de agua y a los mejores pastos. Por otro lado, los elefantes son muy inteligentes, llegando a poseer un complejo sistema de comunicación que utilizan para informar de presencia de alimento o algún peligro.

En esta zona vemos otros animales como aves (espátula africana o el pelícano rosado) y peces de ríos y lagos africanos. El pelícano rosado (Pelecanus Rufescens) está presente tanto en aguas dulces como saladas del África tropical y subtropical. Suelen formas colonias entre 20 y 250 nidos en acantilados y arrecifes. Suelen poner 2 huevos que son incubados mediante el calor que desprenden sus pies palmeados, tanto por el padre como por la madre.

Cuando nacen las crías, ocurre una curiosa estrategia de selección: el polluelo más grande pica y echa del nido al más pequeño, para así asegurarse la comida. Junto a estas aves también vemos a la espátula africana, nombre dado por la evidente forma de su pico, el cual usa para pescar. Para hacerlo van caminado por aguas poco profundas con el pico semisumergido y entreabierto y moviendo la cabeza de un lado para otro hasta encontrar algún invertebrado o pequeño pez.

Tienen una característica única: poseen tanto la cara como el borde del pico de color rojo. En época reproductiva, los futuros padres construyen sus nidos con juncos cuando anidan en los cañaverales o con palitos cuando lo hacen en los árboles. Otra de sus características especiales es que los huevos son incubados por la hembra durante el día, mientras que de noche lo hará el padre.

Entre los elefantes vemos una especie de pequeño antílope con un morro muy singular, se trata del dik dik de Kirk (Madoqua Kirkii). Su nombre es una onomatopeya del sonido que hacen cuando se encuentran en situaciones de peligro ya que tienen numerosos depredadores. Cuando abandona la protección de la vegetación siempre lo hace por caminos preestablecidos por ellos mismos. Solamente los machos tienes cuernos y a veces son ocultados por el mechón de pelo que tienen sobre la frente. Comen principalmente hojas, hierba y pasto. El agua que beben lo toman del rocío de la mañana.

Casi podemos tocar a las simpáticas suricatas (Suricata Suricatta) que nos reciben siempre en alerta y vigilantes. Se tratan de mangostas diurnas que viven en grupos de 15 o 30 miembros, con varias parejas reproductivas. Viven en largas madrigueras subterráneas que cavan en el suelo compacto y que a veces es compartido con ardillas terrestres.

Curiosamente un mismo grupo puede contar con 5 o 6 madrigueras en su territorio para ir rotando dependiendo de las necesidades alimenticias de cada momento y zona. Una madriguera puede contar con noventa puntos de accesos y puede llegar a los 3 metros de profundidad.

Cuando un grupo busca alimento, otro pequeño grupo vigila en lo alto de una roca la llegada de posibles depredadores. Cuando ven a uno (normalmente un ave rapaz) dan la voz de alarma y todo el mundo se dirige rápidamente a la seguridad que le proporciona la madriguera.

Su dieta se compone de insectos, termitas, escarabajos peloteros y sus larvas, moscas, polillas y mariposas, aunque también comen ocasionalmente arañas, escorpiones, ratones y pequeños reptiles. Durante la estación seca mordisquean frutos y tubérculos con el objeto de encontrar algo de humedad. Cuando estuvimos en Bioparc vimos como las suricatas no nos quitaban vista a los visitantes y a una jirafa que merodeaba por allí.

Seguimos recorriendo la sabana mediante un camino preestablecido que la bordea. De esta manera vemos la inconfundible silueta y la singular forma de caminar de las jirafas Baringo. Decimos singular forma de andar porque mueven dos patas del mismo lado a la vez, por lo que avanzan 4 metros en cada zancada. La coloración y patrón de su pelaje parece servirles como camuflaje mientras se alimentan entre los árboles de la sabana.

En cuanto a su alimentación comen hojas, ramas y flores de diferentes tipos de árboles, pero especialmente las acacias, cuyas espinas no suponen problemas para estos animales al contar con molares muy resistentes, además de poseer una gruesa y larga lengua prensil cubierta de una densa saliva protectora.

Su altura lo convierte en el mamífero terrestre con más altitud, llegando a medir entre los 4 y 5 metros y pesar una tonelada. Y es que la altura es una estrategia de la evolución cuyo fin es evitar competidores entre los numerosos herbívoros que viven en la sabana, ya que ninguno alcanza el estrato que sirve de alimento a las jirafas.

Pero no todos son ventajas ya que para tener un cuello largo se necesita un corazón grande y fuerte de más de 10 kilos para bombear la sangre a lo largo del mismo hasta la cabeza, de la misma forma que se necesita unas válvulas grandes que regulan la presión de la sangre que regresa al corazón.

Son animales diurnos, descansan durante la noche, aunque nunca duermen más de varios minutos seguidos y rara vez se tumban para hacerlo, ya que levantarse del suelo es una maniobra muy complicada para ellos. Otra postura difícil y que les dejan en una posición de vulnerabilidad frente a depredares como leones o hienas, es a la hora de beber agua.

En cuanto a su reproducción, tras un período de gestación de 14 meses, las hembras dan a luz una cría con una altura de cerca de 2 metros y unos 60 kg de peso. Debido al largo tiempo de embarazo y al hecho de que sólo tienen una cría, la jirafa de Baringo es una de las subespecies más amenazadas por la pérdida de su hábitat y la caza furtiva. Se estima que quedan alrededor de 500 individuos en libertad.

Compartiendo terreno con las jirafas se encuentran los jabirús africanos (Ephippiorhynchus senegalensis). Estas aves se distribuyen en los grandes humedales de agua dulce, salobre o salada del África subsahariana, exceptuando las zonas desérticas o áridas. Su dieta consta de crustáceos, ranas, reptiles, pequeño mamíferos, moluscos e insectos. Se tratan de aves que suelen vivir en solitario o en parejas. El macho es más grande y pesado que la hembra, además de tener los ojos marrones, frente a los ojos dorados de ellas.

Y nos encontramos ahora con el conocido como rey de la selva, el león africano (Panthera leo). Estos animales son los únicos felinos que viven en manadas que pueden incluir hasta tres machos, una docena de hembras aproximadamente y sus cachorros, los cuales suelen quedarse en el grupo toda la vida. Aun así, en determinados momentos los machos jóvenes lo abandonan para formar su propia manada, usurpando para ello un grupo liderado hasta ese momento por otro macho.

Algunos machos, excepcionalmente grandes, han llegado a pesar hasta 250 kilos, lo que les convierte como el segundo felino más grande después del tigre. Las hembras pesan entre 120 y 182 kilos. Estos leones tienen extremidades muy potentes, fuertes mandíbulas y unos dientes caninos de ocho centímetros capaces de desgarrar grandes presas.

Hablemos de medidas: los machos tienen una longitud de cabeza y cuerpo de 170 a 250 cm, la altura hasta los hombros de unos 123 cm, la cola les mide de 90 a 105 cm. En cuanto a las hembras, tienen una longitud de 140 a 175 cm, una altura de 107 cm y una cola de entre 70 a 100 cm. En ambos sexos, al final de la cola tienen una mata de pelos a modo de brocha en la que algunos leones ocultan una espuela de unos 5 mm, formada por la fusión de las secciones finales del hueso de la cola.

Los machos presentan una característica melena que les rodea la cabeza. No está muy clara cuál es su función, pero se cree que podría ser un elemento defensivo en las peleas porque hace que el animal aparente más tamaño, algo importante ya que un enfrentamiento puede acabar antes de que comience el contacto físico si hay una diferencia importante de tamaños entre ambos contrincantes. También se piensa que puede proteger la garganta de mordiscos mortales durante el combate.

En la manada son las hembras las que realizan gran parte del trabajo diario: se dedican a la cría de sus cachorros y son las principales cazadoras de la manada. Suelen dar a luz de 1 a 4 cachorros cada dos años, pero cuando pierde alguna de sus crías entra en celo al poco tiempo. Los machos, por otro lado, son más agresivos en la defensa de su territorio y de posibles ataques de otros machos hacia su manada, especialmente hacia su descendencia. Su territorio, marcado con orina, puede extenderse por unos 260 kilómetros cuadrados.

Cuando un intruso entra en su terreno rugen amenazantes para avisarle, incluso los persigue si persisten en invadir su terreno. El potente rugido del león puede llegar a escucharse a más de 8 kilómetros de distancia. Además de usarlo como advertencia, también lo utilizan para comunicarse con los miembros de la manada o con otras manadas vecinas. Nosotros tuvimos la oportunidad de escucharlo en Bioparc y, sinceramente, impresiona mucho.

A lo largo de los siglos los leones han sido los protagonistas de las leyendas y la tradición oral de numerosos grupos étnicos africanos. También ha simbolizado el valor, la fuerza, la nobleza y la autoridad. A pesar de esos valores, asistimos a una pérdida incesante de su hábitat natural por la ocupación progresiva del territorio por parte del hombre. Hace un siglo el continente africano albergaba alrededor de 200.000 ejemplares repartidos por un amplio territorio, en la actualidad se estima que quedan sobre los 30.000 individuos, siendo su presencia solo significativa en siete países.

Llegamos ya al aviario del Kopje, donde podremos ver diferentes especies de aves y mamíferos. Kopje representa las grandes formaciones graníticas que salpican la sabana y que sirven como lugar de descanso de grandes migraciones de herbívoros. Aquí, gracias a su microclima, existe una comunidad zoológica propia, como iremos viendo. Por ejemplo, los kopje albergan al damán roquero (procavia capensis), habitantes por excelencia de esa zona ya que trepan sin problemas por sus rocas redondeadas. En España sólo en Bioparc podremos ver esta especie.

Son, aunque no lo parezca, parientes de los elefantes y los manatíes, los incisivos superiores alargados nos recuerdan a los colmillos de los paquidermos. Esos dientes son usados para arrancar el pasto, su principal alimento. Generalmente un grupo social está compuesto por varias hembras, sus crías y un macho que lidera el grupo, quedando el resto de machos en las inmediaciones. Su principal depredador es el búho de Verreaux. Como curiosidad, sus letrinas comunales forman cristales de carbono que son utilizados para combatir la epilepsia y otras enfermedades del sistema nervioso humano.

Si ahora levantamos la mirada podremos ver a las pequeñas cigüeñas de Abdim, ave migratoria que se alimenta casi exclusivamente de grandes insectos. Cuando ocurre algún incendio, se reúnen alrededor esperando a los insectos que huyen, incluso cuando se forman grandes enjambres de langostas, esta cigüeña las devora vorazmente. Es por eso que goza de la protección de mucha gente que la consideran señal de buena suerte, no sólo por devorar a esos saltamontes, sino también porque llegan con el período de lluvias.

Por ello anidan sin temor en los tejados de las casas de los pueblos, a veces incitados por los propios lugareños, aunque normalmente lo suelan hacer en riscos, árboles o entornos agrícolas. Para ello el macho toma posesión de un viejo nido y las hembras se acercan hasta que elige a uno. Posteriormente ponen de dos a tres huevos y los polluelos comienzan a volar a los dos meses.

Otra de las aves interesantes que podemos ver aquí es el Alcaraván del Cabo (Burhinus capensis), nativa de las regiones tropicales del centro y sur de África. Estos animales pueden llegar a medir unos 45 cm de alto gracias a sus largas patas que les sirven para desplazarse por el suelo cubierto de herbáceas o matorrales. Esta ave prefiere caminar a volar, haciéndolo en contadas ocasiones como buscar agua. Otras de sus características es su plumaje con pintas marrones y blancas lo cual le sirve como camuflaje.

Su cabeza es grande y redonda con un pico robusto y unos grandes ojos amarillos adaptados a sus hábitos crepusculares: se vuelven más activos y ruidosos a medida que la luz va cayendo. Son omnívoros, se alimentan principalmente de hierbas, semillas, insectos, ranas, pequeños lagartos y roedores. En el aspecto reproductivo, construyen sus nidos en el suelo usando ramas secas y pequeñas piedras. Suelen poner entre uno y dos huevos, los cuales son incubados por turnos por los padres, aunque es ella la que más horas dedica.

La paloma de Guinea (Columba guinea) posee una característica mancha roja alrededor del ojo que la diferencia de otras especies de palomas. Se distribuyen al sur del desierto del Sáhara, en una amplia franja de terreno. Evita los bosques y prefiere los espacios abiertos, habitando en árboles altos, acantilados o paredes rocosas. Se alimentan de semillas y pequeños frutos. En la fotografía, al lado de ellas, podemos ver un ejemplar de estornino soberbio, de colores muy vistosos y llamativos, el cual puede vocalizar una amplia gama de trinos e imitar el canto de otras especies.

En el aviario también podremos ver otras especies muy interesantes, como el avemartillo (Scopus umbretta) que habita en las orillas de los lagos y zonas de ribera; el Ibis hadada (Bostrychia hagedash) que viven siempre cerca de las charcas, ríos o lagos y emiten un característico y estridente sonido que le da su nombre; o como la llamativa pintada vulturina (Acryllium vulturinum), la cual forma bandadas de alrededor de 25 individuos fuera de la temporada de cría. Suelen vivir en hábitos secos y abiertos con arbusto y árboles dispersos.

Ya fuera del aviario, podemos ver al saltarrocas, animal que tiene un hábitat variado, desde terrenos escarpados y montañas, a desfiladeros y cañones de ríos, aunque en todos los casos con el suelo rocoso y con abundante vegetación corta. Se trata de una especie única por su pelaje denso y ligero que cruje al tocarlo y sobre todo por andar sobre las puntas de sus pezuñas, las cuales cuentan con una estructura que les permiten desplazarse ágilmente en terrenos rocoso. Los saltarrocas forman un grupo familiar compuesto por la pareja y las crías de ese año. Una de las subespecies más amenazadas por la extinción es la nigeriana O. o. porteousi.

El Blesbok (Damaliscus pygargus phillipsi), una subespecie de mamífero artiodáctilo, pasta durante la mañana y tarde, evitando el calor del mediodía. Cuando la comida empieza a escasear en la estación seca, migran a otros lugares. Tanto las hembras como los machos lucen una poderosa y afilada cornamenta. A principios del siglo pasado la población de estos animales se reducía a unos 2000 individuos debido principalmente a la pérdida de su hábitat. En la actualidad, y gracias a diversos programas de conservación, el número ha aumentado a una población de 240.000.

No podían faltar en nuestro recorrido por la sabana las cebras de Grant, las más comunes en el continente africano. Ocupan terrenos que van desde el nivel del mar a altitudes de 4300 metros, pero siempre cerca de una zona con agua. Su alimentación consta de pasto de baja calidad, tallos duros y, en ocasiones, hojas o cortezas de árboles y arbustos. Sus características franjas negras se piensa que sirven como: forma de camuflaje, confundir a un depredador visualmente, un mecanismo de gestión del calor, una función social y/o evitar el ataque de parásito.

Las mangostas rayadas (Mungos mungo) a pesar de vivir en grupos, salen a buscar comida individualmente, tales como insectos y pequeños invertebrados, mediante la nariz pegada al suelo y cuando los detectan excavan muy rápidamente para atraparlos. Hacen rodar por la superficie a orugas y animales venenosos para evitar sus sustancias urticantes. Forman una sociedad matriarcal donde las dominantes son 3 o 4 hembras. Las crías y los animales viejos son cuidados por todo el grupo.

Un poco más adelante podemos ver otra especie de mangosta, en este caso las enanas (Helogale parvula). Son animales diurnos, cada mañana, después de tomar el sol, individualmente comienzan la búsqueda de su comida, como insectos, pequeños vertebrados, semillas y frutos, aunque mantienen el contacto mediante vocalizaciones con el resto del grupo.

Conforman sociedades matriarcales donde la hembra alfa, que suele ser la más vieja, junto con su compañero, al cual se une de por vida, son la única pareja que puede reproducirse en el grupo. Eso no impide que tengan un sistema cooperativo en el que todos cuidan de las crías y de los animales más viejos y débiles, permitiendo de esta manera tener más posibilidades de supervivencia de la especie.

Curiosamente tienen una peculiar relación con algunas especies de calaos africanos: mientras que las mangostas buscan alimentos, los pájaros vigilan y cuando ven algún peligro emite una llamada de aviso para que el animal se ponga a salvo, posteriormente la mangosta le ofrecerá al ave parte de la comida encontrada. Por otra parte, a pesar de que las mangostas son perseguidas por los granjeros por su carne y para evitar que les roben huevos, son unas buenas aliadas para acabar con los ratones que viven en los graneros.

En la sabana también podemos diferenciar a varios tipos de antílopes, como el acuático y el de Impala. Éste último es un esbelto animal que vive en clanes; durante la estación lluviosa las hembras y las crías forman grupos pequeños, mientras que, durante la estación seca, varios clanes pueden compartir territorio llegando a juntarse más de 100 individuos. El antílope acuático, a pesar de su nombre, no acostumbra a sumergirse en el agua, aunque en ocasiones la utiliza como refugio contra sus depredadores.

La gacela Mhorr es la mayor entre las gacelas africanas, llegando a pesar 70 kilos. Se trata de una de las tres subespecies de gacela Dama que antaño vivían en el árido norte africano. Su principal característica es el manto de color castaño que cubre todo su dorso y los cuernos en forma de "s". En la actualidad está extinta en la naturaleza debido a que durante la II Guerra Mundial la llegada de vehículos todo terreno y armas al Sáhara y Arabia hizo que la población de este animal diezmara drásticamente debido a la caza indiscriminada.

Por fortuna, aún la podemos ver en 10 instituciones zoológicas europeas, 11 norteamericanas y 1 sudafricana donde viven sólo alrededor de 300 ejemplares. La gacela Mhorr es un claro ejemplo de la importancia de la reproducción en cautividad y cooperación entre los distintos zoológicos e instituciones públicas. Su existencia se la debemos al profesor José Antonio Valverde quien recuperó las últimas 11 gacelas Mohrr del Sáhara en 1975, durante la denominada "Marcha Verde". Con ayuda del ejército español fueron evacuadas a un centro de reproducción creado ex profeso en Almería.

Nos adentramos ya a la madriguera del oricteropo, donde podremos ver diferentes animales de hábitos nocturnos, como la curiosa rata topo desnuda (Heterocephalus glaber). Viven en túneles subterráneos que llegan hasta los 2 metros de profundidad y situados entre los 1100 y 3000 metros de altitud. Se alimentan de raíces, bulbos y tubérculos. Suelen dejar parte de la planta intacta para que sigan creciendo para volver en otras ocasiones. La piel presenta una serie de arrugar y pequeños pelos muy sensibles, dependen de sentidos como el oído o el tacto, quedando relegado a un segundo plano los ojos ya que pasan la mayor parte de la vida bajo tierra en la oscuridad.

El ratón espinoso (Acomys cahirinus) se caracteriza por tener unas curiosas cerdas espinosas que levantan a voluntad y cuya función parece ser defensiva frente a depredadores o intrusos. Sus largos bigotes lo utilizan como órgano sensorial y de orientación debido a su vida nocturna y crepuscular. Viven en grupos donde las hembras suele ser dominantes frente a los machos, manteniendo el orden social. Las hembras amamantan a las crías en común y los machos las transporta a un lugar seguro cuando se detecta un peligro, ambos comportamientos aumenta la supervivencia de la especie.

El oricteropo o cerdo hormiguero (Orycteropus afer) es uno de los mamíferos excavadores más poderosos que existe, llegando a excavar en su territorio de 2 a 5 km² madrigueras de hasta 10 metros de largo. Sus alargadas orejas, su hocico y su cola hacen de este animal uno de los más singulares del continente. Pasan el día en el interior de su madriguera y al caer el sol, recorren el terreno en zig zag buscando termitas, hormigas y una especie de melón que es su principal aporte de agua. Mediante el olfato y oído detectan los insectos, entonces excavan rápidamente y atrapan todas las que puedan con su pegajosa lengua de 30 cm.

La pitón de Seba (Python sebae) puede superar los 8 metros de longitud, convirtiéndose así en la serpiente más larga de África. Son bastante solitarias y sólo buscan a miembros de su propia especie en época de reproducción. Las hembras pueden poner unos 100 huevos que protegerá e incubará durante dos o tres meses. Son depredadores oportunistas, viven en una madriguera excavada y abandonada por el oricteropo, en la que permanecerán a la espera de que una presa entre, la cual será detectada por la serpiente gracias a los receptores de olor en su lengua y los termo-receptores de su mandíbula.

Abandonamos ya el interior de la madriguera del oricteropo, y nos topamos de frente con la hiena manchada (Crocuta crocutta): forman sociedades en las que las hembras son el sexo dominante. No en vano es de mayor tamaño que el macho, además son ellas las que lideran el clan, rango social que es heredado por sus crías. Cada año y medio dan a luz de 1 a 4 cachorros que nacen con dientes y los sentidos de la vista, olfato y oído bien desarrollados.

A simple vista es difícil distinguir una hembra de un macho ya que ellas tienen el clítoris muy alargado y un par de sacos de tejido fibroso situados en el lugar de los genitales. Esto es debido al proceso de masculinización de la hembra, la cual posee un alto nivel de andrógenos que, en algunos casos, es mayor que en ellos. Esa masculinización parece ser una ventaja a la hora de criar a los cachorros ya que la cantidad de comida y protección que les ofrecen sus madres es mayor.

Suelen cazar en grupos que aumentan en número cuanto mayor es la presa. Su dieta consta principalmente de grandes y pequeños herbívoros a los que cazan al caer agotados tras persecuciones en las que pueden mantener los 65 km/h, también comen carroña y presas robadas a otros animales. Suelen ser de hábitos nocturnos, durante el día descansan en la sombra o en madrigueras que pueden tomar prestadas de otros animales como el oricteropo o el facóquero.

No nos podemos ir del parque sin antes haber visto una de las exhibiciones que tienen lugar en el centro de Bioparc en el impresionante anfiteatro. En esta bonita y espectacular demostración participan mamíferos y aves de diferentes especies, entre los que destacan, entre otros, los potamóqueros, águilas, grullas, búhos y puercoespines.

Uno de los momentos álgidos de la intervención es cuando un águila pescadora nos hace una demostración de caza al aire libre. También es de destacar la escena en vuelo con cigüeñas de Abdim y marabús. Podremos ver el majestuoso vuelo de estas aves y la impresionante envergadura de sus alas de hasta 4 metros. Te darán más información del horario en taquilla.

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