VALENCIA (VALÈNCIA)

PLAZA DE SAN VICENTE FERRER Y ALREDEDORES


En pleno barrio judío se sitúa la plaza de san Vicente Ferrer que tiene su origen en el año 1772 cuando se derribó una manzana de casas. En el centro encontramos una fuente coronada por una figura femenina y cuya agua es vertida por cuatro aves, por ello, este lugar es conocido popularmente como plaza de los Patos. Detrás de la fuente asoma la fachada de la iglesia de Santo Tomás y San Felipe Neri, cuyo modelo de planta y sobre todo de fachada está inspirada en la iglesia de Il Gesú de Roma.

La Congregación del Oratorio de San Felipe Neri construyó este templo y el Oratorio anexo, hoy desaparecido tras la desamortización, entre los años 1725 y 1736, según planos atribuidos al arquitecto y matemático valenciano Tomás Vicente Tosca. Durante la guerra de la Independencia el templo sufrió grandes desperfectos e incluso fue utilizado como almacén, mientras que el convento fue usado como cuartel para las tropas francesas. Con la desamortización de Mendizábal de 1835, templo y convento tuvieron que ser abandonados. La iglesia reanudó su culto en 1836 con la incorporación de la parroquia de Santo Tomás, pero el convento siguió siendo utilizado como cuartel hasta 1854.

La fachada principal muestra una clásica distribución de imágenes y espacios según el barroco defendido por Vignola, con estatuas de artistas como Juan Bautista Borja, Jaime Molins e Ignacio Vergara. Así, entre los diferentes motivos ornamentales, vemos a ambos lados de la puerta dos esculturas de San Francisco de Sales, obra del escultor valenciano Juan Bautista de Borja, y San Carlos Borromeo obra de Jaime Molins. Sobre la puerta se encuentra un altorrelieve, realizado por Vergara, en el que se representa la aparición de la Virgen a san Felipe Neri. A ambos lados vemos dos esculturas femeninas que representan la Virginidad adornada con las flores de la pureza y la Oración que sujeta el incensario del culto divino. En el segundo cuerpo destacan las imágenes de San Gregorio y San Jerónimo con el león.

Cerca, en carrer del Mar, se encuentra la Casa natal e iglesia de San Vicente Ferrer, aunque lo que hoy llamamos Casa Natalicia de san Vicente poco tiene que ver con el edificio donde tuvo lugar su nacimiento en enero de 1350. La construcción que vemos se levanta sobre lo que fue la casa paterna del santo donde nació y cuya disposición y forma ha ido cambiando con el paso del tiempo. Así, el inmueble que vemos se erigió en 1950 albergando partes de la otra casa, como su habitación. Posee dos entradas: el acceso principal en la calle Pouet y la secundaria en la calle del Mar, la cual accede directamente a la iglesia.

Una vez en el interior, a través de la puerta principal, nos encontramos un vestíbulo en cuya pared se encuentra una pila de piedra de 4 grifos de donde salía el agua de un pozo. El agua de ese pozo dejó de manar en 1975 cuando fue cortada la vena que lo surtía al construirse un edificio en la actual plaza de Tetuán. A partir de entonces el agua procede del suministro general, bendecida con la oración de san Vicente. Las paredes están cubiertas con azulejos del siglo XVIII de Manises. A la derecha accedemos al sótano donde se sitúa el pozo del que hemos hablado. Encima de él un texto hace referencia a que este líquido ayudó a combatir la epidemia de cólera de 1854. Volvemos al vestíbulo en cuya izquierda una puerta da acceso a la capilla e iglesia. La capilla se construyó en el lugar donde según la tradición nació San Vicente. La iglesia, en estilo neogótico, presenta una planta octogonal regular de dos cuerpos superpuestos.

Junto a la Casa Natal de san Vicente, se levanta un bonito edificio que acoge actualmente un Centro Cultural de una caja de ahorros. En su interior se suelen realizar exposiciones temporales de fotografía, pintura, cine, conferencias, etc... Este bloque se comenzó a construir en 1928 sobre el solar que dejó el antiguo palacio de los Crespi Valldura, condes de Castrillo y Orgaz, que fue levantado en el siglo XVIII. Algo más al norte, en la plaza de Tetuán podemos ver otros dos edificios interesantes: por un lado, el palacio de Cervelló y por otro, la Capitanía General e Iglesia Santo Domingo.

Retomamos en dirección a la plaza de San Vicente Ferrer, donde tomaremos la antigua carrer del Trinquet de Cavallers, donde nos topamos con la escondida iglesia de San Juan del Hospital, la más antigua de Valencia. Fue fundado en el año 1238 cuando el rey Jaime I donó una mezquita, terrenos y casas a la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén (actualmente conocida simplemente como Orden de Malta), en gratitud por los servicios prestados en la toma de la ciudad contra los musulmanes.

El acceso al conjunto se realiza a través de un corto vestíbulo donde destacan las pinturas de unas cruces rojas datadas en el siglo XIII. A continuación entramos en el patio norte donde vemos una serie de 5 arcos apuntados también del siglo XIII. Un sexto arco da acceso a la Capilla del Tránsito (siglo XIII). Al fondo del patio se encuentra la entrada al templo, cuyo sobrio estilo se podría definir como gótico-cisterciense. En el patio sur se encuentra una pequeña capilla del siglo XIII conocida como Capilla hospitalaria funeraria o del rey don Jaime, ya que según algunos historiadores en ella escuchaba misa el rey Jaime I. En el lado más lejano del patio, se pueden ver una serie de arcosolios vacíos que conformaban el antiguo cementerio de la Orden de San Juan.

Una vez visitada la iglesia ponemos rumbo a los cercanos Baños del Almirante, construcción medieval destinada al baño público. Está datado en el año 1313, cuando el caballero Pere de Vila-rasa consigue la autorización del rey Jaime II para construir unos baños en un solar de su propiedad. Este baño tiene una distribución similar a la que construían los árabes: vestíbulo, sala fría, sala templada y sala caliente, además de letrinas y sala de caldera. Durante el siglo XIX se efectuaron importantes renovaciones en el inmueble, dotándolo de un aire orientalizante, que posteriormente fueron eliminados a mediados del siglo XX.

Pulsar para invitarme a un café