EPIDAURO (ΑΡΧ. ΕΠΙΔΑΥΡΟΣ)

MUSEO DEL SANTUARIO DE ASCLEPIO


Lo primero que encuentras nada más entrar al recinto es el museo, el cual está dividido en tres salas, exponiendo piezas muy interesantes, si bien, hay que tener en cuenta que muchas de ellas están en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas y las aquí expuestas son copias. El pequeño edificio que acoge la muestra se construyó entre 1898 y 1900, aunque no entró en funcionamiento hasta el 1909, por lo que se trata de uno de los museos más antiguos de Grecia.

Su interior alberga una colección de piezas encontradas en el yacimiento, pero principalmente las procedentes del santuario de Asclepio. Entre ellas podemos ver diferentes instrumentos de bronce médicos que proporcionan una visión sobre la práctica médica en este santuario. También vemos ofrendas votivas, lámparas de aceite sagradas, esculturas, relieves, inscripciones, elementos arquitectónicos y también copias de algunas estatuas cuyos originales están en Atenas.

Entre las esculturas destacadas, de época griega y romana, se encuentran una estatua de mármol sin cabeza que se cree representaba a la diosa de la salud de Higía del período helenístico, del siglo IV a. C. y estatuas de otras divinidades como una de escayola de Asclepio y otra de Afrodita de época romana. Ambas esculturas son copias cuyas originales están, como decimos, en Atenas.

Seguimos viendo otros elementos como acroteras con forma de león, un exvoto formado por vasos y estatuillas, figurillas romanas y cimacios de mármol y fragmentos arquitectónico que reconstruyen el entablamento y parte de la columnata corintia interna de los Propileos, tanto su parte izquierda como la derecha, fechado en el 300 a.C.. Nos llama la atención las gárgolas con cabeza de león.

En la siguiente estancia podemos ver una parte reconstruida del cimacio del templo de Asclepio con gárgolas también con forma de cabeza de león y el arquitrabe del templo de Artemisa, entre otras piezas, como un capitel corintio desenterrado debajo de los cimientos del Tholos. También son importantes las inscripciones que se exponen en el museo, entre ellas destaca una del siglo IV a.C. en las que se designan los trabajos de construcción y gastos del santuario.

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