Esta zona estuvo habitada desde tiempos etruscos, como lo demuestran diversos hallazgos arqueológicos. Durante la Edad Media este espacio fue el núcleo político y administrativo de Pisa, hasta tal punto que albergó la sede del “gastaldo”, oficial real lombardo encargado de la administración local. De igual manera, la zona contaba con una alta concentración de herreros que trabajaron allí hasta finales del siglo XIII, motivo por el cual desde el siglo XI el área fue conocida como “fábricas mayores”. Y es que los herreros constituían un influyente grupo empresarial, reconocido por su habilidad técnica y por su papel en la construcción naval, la arquitectura y la fabricación de armas y utensilios cotidianos. Durante la Baja Edad Media, en el corazón de la actual plaza existía una más pequeña llamada plaza de las Siete Calles, nombre dado por el número de vías que desembocaban en ella.
En 1254, uniendo construcciones preexistentes, se construyó el palacio del Pueblo y de los Ancianos, hoy palacio de la Carovana. Ya en el siglo XIV se emprendieron expropiaciones y demoliciones con el propósito de abrir una gran plaza que se denominó Platea Pisani Populi, en la que también se realizaban las ejecuciones públicas. Sin embargo, la plaza que vemos hoy es el resultado de una amplia intervención de reordenación urbana impulsada por Cosme I de Médici en el año 1558. Para ello, encargó el proyecto a Giorgio Vasari, quien reorganizó los edificios que daban a la plaza, muchos de los cuales se encontraban, según sus propias palabras, “en confusión y desorden”, fusionando y regularizando antiguas construcciones medievales.
Hoy en el centro de la plaza se alza la estatua de Cosme I que fue esculpida por Pietro Francavilla en 1596, mientras que, entre los edificios más destacados que la circundan, se encuentran el palacio de la Carovana (1562-1564), la iglesia de san Esteban de los Caballeros (1565-1569), el palacio de la Rectoría (1566), el palacio del Consejo de los Doce (1603), el palacio Puteano (1594-1598), la iglesia de san Rocco (1575) y el palacio del Reloj (1605-1608). Vamos a ir comentando cada uno de estos edificios.
El Palazzo dei Cavalieri di Santo Stefano o Palazzo della Carovana es de origen medieval, cuando originalmente tenía aspecto de torre, de cuya época aún conserva vestigios visibles en la fachada que da a Via Consoli del Mare. Este edificio fue restaurado y reconstruido por Giorgio Vasari por encargo del duque Cosme I de Médici, quien en 1558 decidió crear la Orden de san Esteban y dotarla de una sede para su flota marítima. El edificio tomó el nombre de palacio de la Carovana, en referencia al período de formación (la “carovana”) que debían cumplir los caballeros de la orden. No fue hasta 1561 cuando Vasari viajó a Pisa para estudiar la plaza y la disposición de los antiguos edificios, y en apenas dos años (entre 1562 y 1564) el nuevo palacio ya servía como sede de la milicia.
Vasari diseñó un edificio armónico y equilibrado, logrando una sensación de unidad y simetría mediante decoraciones plásticas y pictóricas que conseguían disimular las irregularidades de las estructuras preexistentes. Las pinturas esgrafiadas de la fachada, ejecutadas por Tommaso Battista del Verrocchio y por Alessandro Forzori de Arezzo, fueron más tarde modificadas: en el centro destaca el escudo Medici-Stefano, acompañado por las alegorías de la Religión y la Justicia, obras de Stoldo Lorenzi (1563). En las esquinas se sitúan los escudos realizados por Giovanni Fancelli (1564). Por su parte, en 1821 se añadió la escalinata de mármol de doble rampa diseñada por Giuseppe Marchelli, sustituyendo así a la anterior.
En la parte superior de la fachada se pueden observar los bustos de medio cuerpo de los duques Médici: Cosme I, Francisco I y Fernando I, los cuales fueron esculpidos por Ridolfo Sirigatti entre 1590 y 1596; el de Cosme II, realizado alrededor de 1663 por Pietro Tacca; y los de Fernando II y Cosme III hechos por Giovanni Battista Foggini y fechadas en 1681 y 1718, respectivamente. Actualmente, el palacio alberga la Escuela Normal Superior de Pisa y conserva en su interior salas decoradas y pinturas del siglo XVI.
A nuestra izquierda se levanta el Palazzo dell’Orologio (palacio del Reloj), cuyo aspecto actual es fruto de la unión realizada en el siglo XVII de dos construcciones medievales independientes, fusión contextualizada en el comentado proyecto de reorganización urbana de la plaza. Antes de aquella fusión, a comienzos del siglo XIV, la torre situada a la izquierda era la residencia del Capitano del Popolo, mientras que la de la derecha (unida a la anterior por un pasadizo elevado) era la Torre della Muda, llamada así porque allí se encerraban las águilas del Ayuntamiento de Pisa durante la muda de sus plumas, símbolo del poder de la ciudad.
Esta torre, propiedad de la familia Gualandi, pasó más tarde a ser utilizada como prisión, conocida como la “cárcel del Hambre” o “de las Siete Calles”. En ella murió en 1288 el conde Ugolino della Gherardesca, personaje inmortalizado por Dante en el canto XXXIII del Infierno. Durante el siglo XVI, el edificio se transformó en un hospital llamado “del Buonuomo”, nombre que hacía referencia a la institución responsable de su gestión. Entre 1605 y 1608, los dos edificios se unificaron definitivamente: la parte derecha se reconstruyó alrededor de la antigua Torre della Fame y ambas secciones quedaron conectadas mediante un paso elevado.
Su fachada fue ornamentada con frescos que exaltaban el buen gobierno de los Médici mediante alegorías (en gran parte desaparecidas) de la Paz, la Abundancia, la Tierra, la Inteligencia, la Gloria y los Pueblos. En 1696 se añadió una pequeña torre campanario en el centro, y hasta el 1804 el edificio funcionó como residencia y hospital para caballeros ancianos. Posteriormente, en 1919, el conde della Gherardesca lo adquirió y emprendió una nueva restauración, durante la cual se incorporó la ventana cuatrifora de estilo neogótico que aún puede verse en la fachada izquierda.
Seguimos el recorrido y ahora, en el lado occidental de la plaza, haciendo esquina se encuentra la Chiesa di San Rocco o iglesia de san Rocco (protector de los enfermos de peste), la cual pasa casi inadvertida hoy en día, ya que estéticamente forma parte de un conjunto de viviendas. Fue un templo medieval que mantuvo su independencia hasta finales del siglo XVI, cuando pasó a la “Compagnia di San Rocco” (cuyo emblema puede verse sobre la puerta), la cual emprendió las reformas que definieron su aspecto actual. A inicios del siglo XVII, el arquitecto Cosimo Pugliani integró la fachada en armonía con los inmuebles vecinos. En su interior, accesible mediante visitas guiadas, destacan un fresco de Francesco Venturi que muestra a san Rocco curando a los enfermos de peste y un altar de mármol y estuco del siglo XVIII. Actualmente, el oratorio pertenece a la iglesia de san Sisto (con la que está conectada), la cual está situada justo detrás, en la Piazza Francesco Buonamici.
La iglesia de san Sisto en Cortevecchia fue construida en el año 1087, poco después de la conquista pisana del puerto de Al Mahdiya (Túnez). Este templo conmemora las victorias militares de la República de Pisa, celebradas cada 6 de agosto, día dedicado al santo. El nombre Cortevecchia recuerda de nuevo que en la Alta Edad Media aquí se encontraba el centro político de la ciudad, donde residía el administrador del rey longobardo. A pesar de las numerosas restauraciones (a mediados del siglo XV, a comienzos del XVII y en la década de 1760), la iglesia ha conservado en gran parte su aspecto medieval. La fachada, dividida en tres secciones, está decorada con arquerías ciegas y cuencos cerámicos en su mayoría procedentes del Mediterráneo occidental. En la parte inferior se abren tres puertas y una ventana bífora añadida recientemente. El muro lateral izquierdo se mantiene original, construido con pequeños bloques de piedra caliza y coronado con una decoración similar a la de la fachada principal.
El interior se organiza en tres naves separadas por filas de pilares de granito y mármol gris, con capiteles en parte reutilizados de edificios antiguos. En el muro interior de la fachada descansan dos fragmentos de embarcaciones (un timón y un mástil datados entre los siglos XIV y XV), símbolo del vínculo de la iglesia con la historia marítima y cívica de Pisa. Este carácter cívico también se refleja en los estandartes de los cuatro barrios de la ciudad que se conservan en su interior. Detrás del templo se alza el campanario, construido en ladrillo sobre una base de piedra, decorado con arquerías ciegas, cuencos cerámicos y rematado por un techo en punta.
Un poco más hacia el oeste, en Via Luca Ghini, se encuentra la iglesia de santa Eufrasia y santa Bárbara, mencionada por primera vez en el año 780, junto con el monasterio benedictino de San Savino, y que fue reconstruida en 1124. A lo largo de los siglos sufrió varias reformas, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, cuando pasó a manos de los Carmelitas Descalzos. Su fachada combina elementos medievales de piedra con añadidos de ladrillo del siglo XVIII, mientras que el interior, sencillo y con un ábside, conserva decoraciones de esa misma época. Entre sus antiguas obras destacaban pinturas de Soderini, Conti y Hugford, hoy conservadas en la iglesia de san Sisto y en el museo de San Matteo. Actualmente, el edificio pertenece a la Universidad de Pisa.
Volvemos de nuevo a la Piazza dei Cavalieri para continuar el recorrido por donde lo habíamos dejado, es decir con el Collegio Puteano. Se trata de una edificación construida entre los 1594 y 1598 por la Orden de Santo Stefano, también dentro del proyecto de reordenación de la plaza. Su nombre proviene del arzobispo Carlo Antonio dal Pozzo, quien en 1604 lo destinó a acoger estudiantes piamonteses de la Universidad de Pisa. En la fachada aún se conservan su escudo y los frescos realizados por Michelangelo Cinganelli en 1605, con motivos alusivos a la educación. El colegio mantuvo su función académica hasta comienzos del siglo XX y, tras diversas transformaciones, en 1997 pasó a ser residencia de la Scuola Normale Superiore. Parte de su interior alberga el Centro di Ricerca Matematica Ennio De Giorgi, que también comparte espacios con la cercana iglesia de san Rocco.
A continuación encontramos el edificio de la Biblioteca Del Dipartimento Di Diritto Pubblico. Cierra la esquina noroeste de la plaza el Palazzo del Consiglio dei Dodici (palacio del Consejo de los Doce)que ha tenido distintos nombres a lo largo de su historia según la institución que lo ocupaba: en la Edad Media se conocía como Palazzo dell’Archivio e della Cancelleria, más tarde, tras la conquista florentina, pasó a llamarse Palazzo dei Priori, y finalmente adoptó el nombre de Palazzo del Consiglio dei Dodici cuando fue cedido a la Orden de los Caballeros de Santo Stefano. Este Consejo, formado por doce miembros elegidos, era uno de los principales órganos de decisión de la Orden.
A finales del siglo XVI, el arquitecto Pietro Francavilla lo remodeló siguiendo el estilo tardo renacentista, y las obras concluyeron en 1603 bajo el gobierno de Ferdinando I de’ Medici. La Orden se instaló definitivamente en 1691, estableciendo allí su tribunal. El palacio destaca por su fachada de color salmón ocre con detalles en mármol blanco y por su interior ricamente decorado, donde se conservan obras como el busto de Ferdinando I, un fresco de la escuela de Ghirlandaio y el Salón de la Audiencia con pinturas de Lippi y Giusti y un techo dorado presidido por el Triunfo de San Esteban de Gabrielli (1692).
La zona sur de la plaza lo ocupa casi por totalidad el Palazzo della Canonica: en 1567, Cosme I decidió donar los antiguos edificios medievales situados entre la Via Ulisse Dini y la Via San Frediano con el fin de construir las residencias de los caballeros sacerdotes, una importante y sólida rama de la Orden de los Caballeros de San Esteban. El diseño del nuevo complejo fue encargado a Giorgio Vasari, mientras que la ejecución de las obras estuvo a cargo de David Fortini. El propósito del proyecto era unificar las construcciones existentes en un único edificio coherente y, siguiendo el estilo de los demás inmuebles de la plaza, regularizar y armonizar sus fachadas exteriores.
El diseño del complejo se inspiró en el de un monasterio, en el que se incluía una doble galería en la parte posterior desde la cual se accedía a las distintas dependencias. Estas estaban divididas en decenas de “quartieri” o unidades habitacionales independientes, las cuales se distribuyeron en tres pisos con su propia escalera. Las obras del Palazzo della Canonica se extendieron durante más de cuarenta años, ya que una parte considerable de los fondos se destinó a la construcción de la vecina iglesia. La larga fachada guarda una gran similitud con la del Palazzo della Carovana: las filas de ventanas, dispuestas en varios pisos, marcan el ritmo del conjunto, variando en sus encuadres para disimular las irregularidades de las antiguas estructuras medievales integradas en el nuevo diseño. Entre 1604 y 1607 se añadieron las habitaciones sobre la casa conocida como “palla a corda”. Más adelante, entre 1690 y 1692, se llevaron a cabo trabajos de restauración en los interiores, y finalmente a mediados del siglo XIX se introdujeron nuevas modificaciones.
La vecina Chiesa di Santo Stefano dei Cavalieri (iglesia de san Esteban de los Caballeros) también fue mandada construir por Cosme I de Médici en 1565 como templo principal de la Orden de los Caballeros de Santo Stefano, creada para luchar contra la piratería turca. El diseño fue de Giorgio Vasari, quien sustituyó una iglesia más antigua. Las obras concluyeron en 1567 y la consagración tuvo lugar en 1569. A lo largo de los siglos, el edificio fue ampliado y modificado: entre 1570-72 se añadió el campanario, entre 1683-91 se construyeron los cuerpos laterales y se propusieron reformas que nunca se ejecutaron. En el siglo XIX, tras la disolución de la Orden, Gaetano Niccoli adaptó los espacios laterales hasta darles su forma actual. La fachada de mármol blanco, obra de Don Giovanni de’ Medici y Alessandro Pieroni, exhibe los escudos de los Médici y de la Orden.
El interior, amplio y luminoso, está decorado con trofeos navales, estandartes de guerra, esculturas de madera policromada y las “acquasantiere” diseñadas por Vasari. Sobresalen el techo dorado de Bartolomeo Atticciati (1604), con pinturas de Cigoli, Ligozzi, Allori y Empoli, el púlpito de mármoles policromos de Chiarissimo Fancelli y el altar mayor de Foggini (1702-09) con las reliquias de San Stefano. También destacan la Lapidación de San Stefano de Vasari y la Natividad de Cristo de Bronzino, que junto a las esculturas del Foggini y la capilla del Santísimo de Florido Galli conforman un conjunto artístico de gran valor histórico y religioso.
Desde aquí parte la Via Ulisse Dini (cuya estatua se encuentra en un lateral) que une Borgo Stretto con la Piazza dei Cavalieri, y cuyo nombre proviene del matemático pisano Ulisse Dini (1845-1918). En tiempos etruscos, su trazado correspondía a un canal junto al cual se asentaban viviendas de élite, mientras que de la etapa romana se sabe poco, aunque se cree que existían jardines y residencias privadas (domus). Durante la Edad Media se llamó “via de fabricis” por los numerosos talleres de herreros que allí trabajaban, y que comunicaba la iglesia de los santos Felice y Regolo con la de san Sebastiano alle Fabbriche Maggiori, ubicada aproximadamente donde hoy se levanta la iglesia de san Esteban. Desde el siglo XII surgieron casas-torre y edificios públicos, de los que aún se conservan algunos arcos. Entre los siglos XV y XVI, la calle cambió notablemente, ya que las antiguas construcciones medievales de las casas-torre dieron paso a palacios como el del Capitán o, más tarde, a la actual iglesia de san Esteban de los Caballeros.
En la Via Ulisse Dini destaca el Palazzo del Podestà (Ex chiesa dei SS. Felice e Regolo), edificio de estilo neogótico que incorpora los vestigios de la antigua iglesia dedicada a los santos Felice y Regolo. El edificio adquirió su aspecto actual neogótico tras una reforma de finales del siglo XIX, y las restauraciones del siglo XX recuperaron las columnas y capiteles de la galería medieval original. Aquella iglesia, documentada desde el año 1070, se encontraba dentro del recinto amurallado de época tardo antigua, cerca de la llamada Puerta del Vídamo. Originalmente presentaba una estructura con pórtico abierto por tres lados. Las columnas y capiteles visibles desde la misma calle son piezas reutilizadas de edificaciones romanas. Los capiteles más antiguos, del siglo III d.C. y atribuidos probablemente a artesanos orientales, proceden de un templo y representan dos tríadas divinas: la alejandrina (Harpócrates, Isis y Serapis) a la izquierda, y la capitolina (Juno, Minerva y Júpiter) a la derecha. Otros dos capiteles, de tipo compuesto, pertenecen a la segunda mitad del siglo XI y son contemporáneos de la construcción de la iglesia. Es posible que antes del siglo XV las arcadas de la galería se cerraran y se elevara el nivel del pavimento. Durante los siglos XVII y XVIII el edificio fue ampliado y reforzado. Tras la supresión de la iglesia en 1785, su galería se utilizó como almacén. En 1864 pasó a manos de la Cassa di Risparmio di Pisa, que instaló allí sus oficinas. Hoy se conservan dos obras vinculadas al templo: un fresco del siglo XIV con santa María Magdalena, en la sede principal de la Cassa di Risparmio, y la Virgen de la Orfebrería de Turino Vanni, expuesta en el museo de san Mateo.
Copyright© 2018 ESTurismo.