CRÓNICAS DE LA BLUE GROTTO

Un poco de Historia...

La Gruta Azul, cuyo nombre en maltés es Il-Hnejja (que significa "El Arco") fue bautizada como Blue Grotto por un soldado británico que pensó que aquellas grutas eran similares a las de Capri (la Grotta Azzurra) y por tanto debería llamarse así.

La primera visión que tenemos desde el exterior es la de un enorme arco cortado en la roca de casi 43 metros de altura. Su interior lo conforma una serie de cavernas esculpidas por la erosión del mar a lo largo del tiempo. Se encuentran al sur de Malta, al oeste del puerto de Wied iz-Zurrieq, cerca del pueblo de Zurrieq. En frente justo se encuentra el islote deshabitado de Filfla.

QUE VER EN LA BLUE GROTTO / DIARIO DE VIAJE

A la hora de visitar la Blue Grotto es necesario planificar la visita, en el sentido de si queremos o no subir en el barco que nos llevará a algunas de las grutas de este lugar mágico. Pues bien, si sólo optas por verlo desde el mirador acondicionado para ello, entonces no te llevará mas de unos 10 minutos, pero si quieres además hacer el mini crucero en alguno de los luzzus que parten desde Wied iz-Zurrieq, entonces debes añadir alrededor de dos horas de visita.

Además, y como comentamos en la guía, ya que estás por la zona, podrías acercarte a Zurrieq para ver su monumento más importante: la iglesia de santa Catalina de Alejandría. Sea como fuere, en el mismo día te proponemos que, además de la Blue Grotto, vayas a otros sitios cercanos, aunque como siempre decimos en Malta todo está cerca, como los imperdibles Mnajdra y Hagar Qin por un lado o Marsaxlook y Marsaskala por el otro. Además, si dispones de vehiculo, podrías terminar el día a 218 metros de altura, desde Laferia Cross, para ver la panorámica de la isla al anochecer.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

Indudablemente estamos ante uno de los atractivos naturales de las Islas Maltesas. Recomendamos encarecidamente su visión desde el mirador, no va a dejar indiferente a nadie, el arco imponente ante el paso del tiempo y las olas chocando contra las paredes de los acantilados se te quedará grabada en la retina y será agradecida para tu cámara fotográfica.

La visita con la barca cuesta alrededor de 6€ por persona y en ese mini crucero de más o menos treinta minutos, entrarás en las cuevas y te sorprenderás de los colores que la naturaleza nos regala. Eso siempre que el barco pueda faenar porque a veces, y debido al mal tiempo, no es posible hacer esta pequeñita ruta marítima.

¡Buen viaje y felices experiencias!