Este museo nació en el año 2015 tras la fusión de otros dos espacios expositivos: el museo de Historia Natural y el museo de Ciencias, ambas de la Universidad de Oporto. El resultante, el museo de Historia Natural y de Ciencias de la Universidad de Oporto (MHNC-UP) tiene como objetivo principal la difusión del conocimiento sobre la evolución, la diversidad y la confluencia entre el mundo natural y el cultural. En este sentido, la institución se compromete a preservar, promover, estudiar y difundir un amplio patrimonio vinculado a las ciencias naturales, a través de las actividades de educación e investigación realizadas por la Universidad de Oporto (U.Porto) a lo largo de más de dos siglos. Para tal fin existen diferentes espacios: el que nos ocupa denominado “Polo central” (ubicado en el edificio histórico de la Rectoría de la universidad), y el Aula de la Biodiversidad y el Jardín Botánico, situados la Casa Andresen.
En el momento en que lo visitamos, el museo se encontraba en una amplia remodelación, por lo que sólo se podía recorrer una parte del mismo. Lo que sí estaba completamente reformado (según su aspecto de los años 30 y 40 del siglo XX) y visitable es el laboratorio Ferreira da Silva, profesor que trabajó y desarrolló su trabajo en este laboratorio. Se trata de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad, al haberse centrado en acoger una enseñanza de la química práctica para los estudiantes (antes era eminentemente teórica) y un espacio para realizar experimentos para los investigadores, cuyos resultados se reflejaron en diferentes publicaciones, lo que les permitían participar en los avances de la química científicas en toda Europa.
El laboratorio fue importante no sólo para la ciudad, sino también para la región, ya que aquí se prestó un gran servicio para el análisis de todo tipo, como por ejemplo de alimentos toxicológicos, del estado del agua, de vinos, de alimentos, de medicamentos, etc. Este laboratorio se encuentra integrado en una ruta patrimonial, que invita a las personas a descubrir la historia de la química a lo largo de 300 años en un recorrido de 300 kilómetros: la ruta se inicia en la Universidad de Coímbra, en el museo de Ciencias (finales del siglo XVIII), pasando por la Universidad de Lisboa, concretamente por el museo Nacional de Historia Natural y de Ciencias (finales del siglo XIX), y terminando en la Universidad de Oporto (principios del siglo XX).
En las mesas centrales y vitrinas podemos ver diferentes objetos relacionados con el estudio e investigación que tuvo lugar aquí, como son frascos con sustancias químicas, instrumentos ópticos, espectroscopio de Bunsen-Kirchhoff, microscopio invertido, colorímetro de Duboscq, instrumentos para medir el pH, refractómetro de Pulfrich, sacarímetro de Mitscherlich, etc., etc. Incluso, debajo de la bonita escalera, una caja fuerte que se cree que es la misma que se menciona en una lista del inventario del año 1911, que se empleó para almacenar objetos hechos de platino o plata, como vasijas, tapas, etc., utilizados para depositar el contenido que presentaba una gran radioactividad química. La caja fuerte fue restaurada en el año 2002 en un taller local, recuperando los motivos florares de su frontal.
Por otro lado, podemos apreciar la belleza arquitectónica del laboratorio, en el que vemos la preferencia de la época por la estética Art Decó, de moda desde finales de la década de 1920, y que preservó la función completa del laboratorio. Una buena manera de apreciar su estética es subiendo las escaleras y desde la galería superior obtener una vista general. En esta galería, además, se reformaron dos armarios altos y estrechos de madera de roble (gabinetes datados entre 1927-1936) que ocupan exactamente la misma posición que los originales, según fotografías de la época. Se utilizaron para almacenar objetos y utensilios que utilizaron los estudiantes en las mesas situadas justo en el lado opuesto de la galería.
Tras terminar la visita al laboratorio Ferreira da Silva, comienza el recorrido por las salas que alberga las colecciones históricas de geología, paleontología, zoología, arqueología, antropología biológica, etnografía, botánica (incluido el Herbario de la universidad), numismática y ciencias. Estas colecciones cuentan con más de 850.000 piezas, abarcando desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad, y procedentes de diferentes zonas geográficas, aunque predominan materiales originarios de la península Ibérica, Sudamérica y algunos de los países africanos de habla portuguesa.
El proyecto de conceptualización y reestructuración del actual museo se desarrolló junto con la “Agencia Ciência Viva”, siendo el primero en Portugal que surge como resultado del diálogo entre un museo y aquel proyecto educativo. En pleno siglo XXI, este proyecto ofrecerá a la sociedad un museo universitario con décadas de historia que renace como un híbrido entre un museo moderno y un “centro de ciencia viva”, cuyo principal objetivo se alinean en tres líneas fundamentales de acción: difusión, comunicación y divulgación, conservación e investigación. El museo de Historia Natural y Ciencias de la Universidad de Oporto se concibió, en definitiva, siguiendo una filosofía innovadora basada en la idea de un espacio museístico (aprovechando las soluciones tecnológicas más avanzadas) en el que se contarán historias sobre la vida, resaltando objetos y fenómenos extraordinarios, así como figuras prominentes de la historia del museo, como ya vimos con el profesor Ferreira da Silva, además de sus recorridos.
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