OPORTO (PORTO)

IGLESIA Y TORRE DE LOS CLÉRIGOS


La torre y la iglesia forman parte de un complejo más amplio construido en el siglo XVIII por orden de la Hermandad de los Clérigos. Fue diseñado por Nicolau Nasoni, de origen italiano y uno de los máximos representantes del barroco portugués, quien logró crear en este edificio un proyecto emblemático de gran grandiosidad arquitectónica. En 2014, tras unas arduas obras de reformas en el que se emplearon 13 kilómetros de cables eléctricos y en la iglesia ciento cuarenta mil hojas de oro, el monumento volvió a abrir sus puertas.

Centrándonos de momento en la torre de los Clérigos, hay que señalar que sus obras en concreto comenzaron en el año 1754, terminándose en julio de 1763, cuando se colocó la cruz de hierro en su cima y la imagen de san Pablo sobre el nicho de la puerta. Desde entonces, no sólo ha dominado todo el paisaje de la ciudad, sino que también se ha convertido en la construcción religiosa más alta de Portugal. La torre, hecha con mármol y granito, exhibe una ornamentación barroca, en la que los motivos típicos de este estilo la dotan de movimiento y belleza.

La torre tiene una altura de setenta y cinco metros, repartida en seis pisos, por lo que fue necesario construir unos muros de más de dos metros de grosor. Gracias a ello, y a que está levantada en un lugar elevado de Oporto, era usada, además de como campanario, como una especie de faro que servía para guiar a las embarcaciones que navegaban por el río Duero y que querían llegar al puerto de la Ribera. En la actualidad la torre es un buen mirador de 360° sobre la ciudad y el río Duero, eso sí, tras haber vencido 225 escalones. De igual manera se puede disfrutar de las vistas tanto de día como de noche, puesto que en ciertas jornadas se puede visitar hasta las 23 horas.

La torre se levanta en el lado occidental del cuerpo de la iglesia, la cual también fue concebida por Nicolau Nasoni, arquitecto que se encuentra enterrado, por petición propia, en una pequeña capilla situada en el rellano de la doble escalinata de balaustradas de la fachada principal.

Precisamente la iglesia de los Clérigos cuenta con una fachada decorada en estilo barroco, cuya composición se encuentra coronada por cimborrios y pináculos. Su construcción se inició en abril de 1732 y con ella comenzó a levantarse la primera iglesia de planta ovalada de Portugal. En 1749 el templo fue finalizado, pero su equipamiento y, posteriormente, su ampliación, prolongarían los trabajos de la iglesia algunos años más. Su interior, de una única nave, está hecho de mármol y granito, revestido con tallas barrocas. Una característica singular es la galería que rodea toda la nave, desde donde se puede observar la iglesia en su conjunto. Sobre la galería se abre una cúpula que contiene el escudo de la Hermandad de los Clérigos, hecho con falso granito.

Alrededor de la nave se abren cuatro altares laterales: el Santísimo Sacramento, la Dolorosa, san Andrés Avelino y san Benito. Al fondo se encuentra la capilla Mayor que tiene forma de rectángulos oblongo, es decir, es más larga que ancha. Aquí se encuentra un retablo policromado de inspiración rococó realizado por Manuel dos Santos Porto que contiene un trono coronado por la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, la patrona. A ambos lados del trono se encuentran las imágenes de san Pedro ad Vincula y san Felipe Neri, los copatronos de la Hermandad de los Clérigos. En las paredes de esta capilla vemos la sillería del coro y dos órganos de tubo ibéricos, aquella y éstos comenzaron a construirse en 1774 (la sillería se terminó en 1777 y los órganos en 1779). El órgano ibérico es un modelo desarrollado en la península, especialmente entre los siglos XVII y XVIII, que se distinguen por tener una composición de trompetas dispuestas horizontalmente. El órgano del muro norte tiene el emblema de la luna, y en lo opuesto aparece el sol, expresando así la idea de totalidad y absolutez, día y noche, alfa y omega. El Sol y la Luna también son símbolos marianos: la Virgen María es “Brillante como el Sol” y “Bella como la Luna”. Tras la restauración de 2014 estos instrumentos musicales se encuentran en pleno funcionamiento.

Por su parte, el museo de los Clérigos está albergado en las antiguas instalaciones privadas de la Hermandad de los Clérigos. Aquí se expone una colección formada por piezas de considerable valor artístico, datadas desde el siglo XIII hasta el siglo XXI, así como una colección de pintura de los siglos XVII y XVIII, mobiliario, orfebrería (en su mayoría producida por notables orfebres de Oporto), escultura y arte textil. De nuevo en el exterior, todo el conjunto se encuentra situado en el conocido antiguamente como “Cerro de los Aforcados” (cerro de los Ahorcados), ya que era el lugar donde se enterraba a aquellos ajusticiados. Aquí, situado entre el Jardim da Cordoaria y la Praça de Lisboa, se encuentra la escultura del obispo António Ferreira Gomes, quien nació en Milhundos en mayo de 1906. Está considerado como una de las figuras religiosas católicas más importantes del país, al oponerse al gobierno comunista y tener que exiliarse por ello de Portugal durante 10 años.

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