CRÓNICAS DE LERNA

Un poco de Historia...

La gente que vivió en Lerna, cuyo origen étnico aún es incierto, formaba una comunidad pacífica de mercaderes, comerciantes y agricultores. Elaboraron varios estilos de cerámica, utilizaron tornos tempranos de alfarero, e importaron productos de todo el Egeo y los Balcanes. Durante la década de 1950, los arqueólogos de la Escuela Americana de Estudios Clásicos excavaron al sur de los manantiales de Lerna, en el cerro bajo de sólo 5,5 metros de altura y una superficie total de 180 por 160 metros, conocido como “Magoula”, descubriendo uno de los yacimientos prehistóricos más importantes del mundo griego. Se encontraron evidencias de que la zona fue ocupada a lo largo de aproximadamente 5.500 años, revelándose siete fases residenciales y cronológicas principales (que llevan los números romanos del I al VII).

Se encontraron evidencias de que la zona había sido ocupada en el Neolítico y señales de que fue abandonada en algún momento durante el Neolítico tardío para ser reocupado en la Edad del Bronce Temprano (desde ca. 2500 a. C.), momento en que se construyó un gran palacio rectangular de dos plantas, conocido como la Casa de las Tejas, por las piezas de terracota de su techo encontradas durante la excavación. Aquí se produjeron grandes cantidades de cerámica que tenían un estilo característico, cuyos patrones se han encontrado en Tirinto y Zygouries (entre Micenas y Corinto). Después de que un gran incendio destruyera la Casa de las Teja, antes del final de la Edad del Bronce Antiguo (ca. 2200 a.C.), nunca fue reconstruida y sus ruinas fueron enterradas debajo de un túmulo circular.

Más tarde, en la Edad del Bronce Medio (hasta aproximadamente el 1700 a.C.), se construyó una pequeña ciudad alrededor del sitio, que no contenía ningún palacio, sino hileras de pequeñas casas de ladrillo de dos o tres habitaciones sobre cimientos de piedra. Durante la mayor parte del período micénico (1800-1250 a.C.) el montículo se utilizó principalmente como cementerio y, alrededor del año 1600 a.C., se excavaron dos tumbas de pozo en aquella elevación, que también ocupó parte de la Casa de los Tejas. Finalmente, aproximadamente en el año 1250 a.C., Lerna fue definitivamente abandonada.

Este sitio fue famoso por ser la guarida de la mítica Hidra de Lerna, un antiguo monstruo ctónico (del griego antiguo χθόνιος khthónios, ‘perteneciente a la tierra’, haciendo referencia a los seres del inframundo) con forma de serpiente con muchas cabezas, que fue asesinado por Heracles como el segundo de sus Doce Trabajos. Hay que señalar que, en la Grecia clásica, Lerna era una región de manantiales, con un antiguo lago cerca de la costa este de la península. Aunque gran parte del área era pantanosa, Lerna se encontraba en un punto geográficamente estrecho entre las montañas y el mar, a lo largo de una antigua ruta desde Argólida hasta el sur del Peloponeso. Según el geógrafo Estrabón aquellas aguas del Lerna eran consideradas curativas, además se creía que bajo ellas había una entrada al Inframundo que la Hidra custodiaba. Los antiguos Misterios de Lerna, consagrados a Deméter, se celebraban aquí, los cuales, según Pausanias, fueron instaurados por Filamón, gemelo de Autólico. De aquel rito se desconoce todo, aunque algunos testimonios lo relacionan con los de Eleusis y Dionisio, y especialmente con otro mito local acerca de unas bacantes (Βάκχαι), mujeres adoradoras del dios Baco, que procedentes del mar intentaron ocupar la ciudad de Argos, antecedente de lo que será, más adelante en el relato mítico, las Danaides que fueron las cincuenta hijas del rey Dánao.

Hoy los manantiales kársticos permanecen, pero el lago, reducido a una laguna de sedimentos en el siglo XIX, ha desaparecido. Según el mito, la Hidra tenía aliento venenoso y poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía y que, según la fuente, tenía diferentes números de cabezas, aunque en todas se señala que la del medio era inmortal. La Hidra era hija de Tifón y Equidna y en algunas tradiciones fue madre de Quimera. Fue criada por Hera bajo una platanera cerca de la fuente Amimone en Lerna. Se decía que era hermana del león de Nemea y que por ello buscaba venganza por la muerte de éste a manos de Heracles. Por esto se decía que había sido elegida como trabajo para Hércules. Los arqueólogos han confirmado que este lugar sagrado es anterior incluso a la ciudad micénica de Argos, pues Lerna fue el lugar del comentado mito de las Danaides.

Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, Heracles y su sobrino Yolao se cubrieron sus bocas y narices con una tela para protegerse del aliento venenoso de la Hidra. Heracles disparó flechas en llamas al refugio del monstruo (la fuente de Amimone) para obligarlo a salir. Entonces se enfrentó a él con su espada y empezó a cortarle las nueve cabezas que tenía. Pero cada vez que se le cortaba una, otra renacía en el mismo lugar más fuerte que la anterior. Su sobrino lo ayudó quemando con una antorcha el cuello de la cabeza cortada para evitar que renaciera otra. Heracles enterró la última cabeza, que era inmortal, bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleunte. Al final, la Hidra murió sin cabezas y Heracles mojó las puntas de sus flechas con la sangre de la Hidra para que así fueran mortíferas para quienes hiriese.

QUÉ VER EN LERNA / DIARIO DE VIAJE

El sitio Arqueológico de Lerna es uno de los yacimientos menos conocidos y visitados de Grecia, a pesar de su evidente importancia, tanto histórica como mitológica, pues fue el hogar de la temible Hidra. Mitos aparte, un recorrido por el Peloponeso en un “road trip” es más que recomendable, y sin duda, hay que añadir a ese tour una parada en Lerna. Por ello os vamos a propone qué ver el Lerna en algo menos de una hora.

Es importante tener claro que vamos a ver diferentes restos arqueológicos que se construyeron en diferentes épocas y en algunos casos encima de las anteriores construcciones. Tras esta importante aclaración, una vez dentro del recinto arqueológico de Lerna se verán restos de casas rectangulares y absidiales de diferentes épocas, tramos de murallas defensivas levantadas en diferentes años, el gran edificio rectangular conocido como Casa de las Tejas, la cual contiene los restos de dos tumbas-pozos construidas posteriormente, áreas de almacenamiento, otras tumbas con forma de cista, etc.

Terminada la visita, es buena idea acercarse al mar y disfrutar de esta parte del Mediterráneo en Grecia, o incluso ir al puerto deportivo de Myloi donde comer algo para recuperar fuerzas, mientras disfrutamos de las panorámicas. Después se podría continuar el tour en coche por esta península: nosotros os recomendamos que planeéis un recorrido semicircular que incluya Argos, Micenas, Nemea, Tirinto, Corintio, Epidauro y Nafplio. Si quieres puedes hacer unos pocos kilómetros más para acercarte a ver el templo de Apolo Epicuro en Bassae, incluso llegar algo más lejos y visitar la antigua Olimpia.

CONCLUSIONES E IMPRESIONES:

Para llegar al sitio arqueológico de Lerna tenemos varias opciones: la más cara es en taxi, la más barata en autobús, para lo cual es necesario tomar uno hasta Argos y desde allí otro hasta Myloi, desde donde podremos llegar al yacimiento andando en unos 8 minutos (600 metros aproximadamente).

Otra opción es el coche de alquiler, lo que te dará más libertad y más posibilidad de controlar los tiempos, de hecho fue la opción que nosotros elegimos, y que pudimos hacer un recorrido semicircular por otros yacimientos arqueológico griegos importantes como Argos, Micenas, Nemea, Tirinto, Corintio, Epidauro y Nafplio. Incluso, si quieres puedes ampliar el radio y hacer unos pocos kilómetros más para visitar el templo de Apolo Epicuro en Bassae y la antigua Olimpia

La visita al sitio de Lerna se realiza rápidamente, aunque recomendamos que os toméis vuestro tiempo para localizar cada construcción hechas en diferentes épocas, para lo cual habrá que echar mano a la imaginación para reconstruir el sitio durante sus diferentes etapas constructivas. Destacamos la llamada Casa de las Tejas, la cual aún conserva su planta, en la que podemos apreciar tramos de escaleras y los dinteles de las puertas, además de ser el lugar donde se encontraron diferentes objetos arqueológicos, como las tejas que le da nombre, durante la excavación.

Algunos lienzos de murallas también se conservan bastante bien (incluso sobre ellas se construyó un horno redondo en época romana), también ver las plantas de diferentes casas absidiales y rectangulares. Pero lo que más nos llamó la atención, además de la Casa de las Tejas, son las grandes vasijas de barro enterradas en el suelo. Algunas de ellas son tumbas y otras sirvieron para almacenar alimentos, como la vida misma es ¡toda una bella contradicción…! Y ya que estas aquí, acércate al mar, disfruta de la brisa marina en esta parte del Mediterráneo. El puerto deportivo de Miloi es un buen lugar desde el que tomar una bella panorámica e incluso un sitio perfecto donde comer o beber algo mientras disfrutamos de este entorno de Grecia.

¡Buen viaje y felices experiencias!