Este pequeño y pintoresco pueblo se encuentra en el sureste de Parikia y a 7 kilómetros al sur de Naoussa. Lo primero que llama la atención al visitante de habla hispana es el nombre de la aldea, puesto que podríamos pensar que podría provenir de la raíz latina que hace referencia a una carretera, pero nada más lejos de la realidad. En verdad, su nombre se tomó prestado del de la iglesia que está dedicada a Agios Ioannis Prodromos (san Juan Bautista), y cuyo interior está completamente decorado con hermosos iconos. Anteriormente el pueblo era conocido con el nombre de Dragoulas. Sea como fuera, los residentes de Prodromos, junto con los de la cercana aldea de Mármara, son conocidos en Grecia como la comunidad de Arhilohos, en honor a Arquíloco, un antiguo poeta de Paros.
Tras saber el origen del nombre del pueblo, ahora toca introducirnos en su interior y descubrir muchos de sus bellos rincones. Para ello, recomendamos hacerlo desde una plazoleta, en la que hay un par de restaurantes, y desde donde discurre un muro que protege Prodromos. En él se abre un arco coronado por un campanario y con techo abovedado que une las iglesias de Agios Nikolaos y Agios Spyridon. Es la primera de las sorpresas (y quizás el lugar más emblemático del pueblo) que nos regala esta tranquila aldea, puesto que esta puerta impide el paso de vehículos a motor.
Ya estamos dentro de esta bellísima localidad y nos disponemos a recorrerla. En nuestro paseo enseguida nos damos cuenta que está conformada por callejones estrechos, entradas arqueadas, casas encaladas y numerosas capillas, todo ello con abundantes y coloridas buganvillas y otras plantas ornamentales. Los arcos son un elemento común en las casas del pueblo, las cuales suelen tener una forma cuadradas, encaladas y adosadas entre sí, de tal manera que nos recuerda a terrones de azúcar. Y no es para menos, la construcción de Prodomos siguió el estilo tradicional cicládico.
Entre las iglesias que nos vamos topando en nuestro camino se encuentran la de Agios Efstathios, la de Agia Analipsi, la de Agia Paraskevi, Agios Ioannis Prodromos, etc. La iglesia de Agia Analipsi es especialmente bonita en su exterior, puesto que posee una plaza muy tranquila, llena de diferentes plantas, en las que abundan las buganvillas, ideal para los amantes de las fotografías e instagramers.
La iglesia de la ya mencionada Agios Ioannis Prodromos está datada en el siglo XVII, de la cual destaca su bonito campanario de mármol situado encima de un arco que une el templo con la casa de enfrente. La basílica cuenta con una sola nave y con una cúpula y arcos que la une con otra iglesia más antigua, la de Agios Dimitrios.
Además de los templos religiosos, el pueblo también tiene pintorescos restaurantes, aunque muy pocos, donde tomar algo de la gran variedad de cocina típica de Paros a precios asequibles, mientras se respira de tranquilidad de sus calles. Estas tabernas se antojan ideales para aquellos que hayan decidido recorrer el camino Bizantino que une Prodromos con el pueblo de Lefkes, villa más famosa y popular entre los turistas. Se trata de un sendero pavimentado con bloques de mármol de Paros que data de la época bizantina.
La calzada se encuentra bien conservada en algunos de sus tramos, aunque en otros es casi inexistente. El camino tiene una longitud de 3,5 kilómetros (o caminando de aproximadamente una hora de duración sólo de ida) y ofrece una ruta escénica para los senderistas (es importante llevar gorro y agua en los meses calurosos), ya que pasa por olivares, colinas, ruinas antiguas y ofrece vistas al mar. Hay quien hace el camino de ida y vuelta, y quienes hacen la ida, pero la vuelta lo realizan con medios de transportes públicos. Es importante señalar que si haces la ruta desde Prodomos a Lefkes el nivel del camino es, en su mayor parte, cuesta arriba (cuya dificultad es de fácil a moderado), mientras que al revés tiene menos pendiente.
Copyright© 2018 ESTurismo.