La isla de Paros fue durante la antigüedad famosa por su mármol de grano fino, semitranslúcido, de un blanco puro e impecable, muy apreciado para la creación de esculturas, de hecho, muchas de las mayores obras maestras de la escultura antigua se tallaron con mármol de Paros, como la Venus de los Médici, la Venus de Milo y la Victoria Alada de Samotracia. En la actualidad es una isla vibrante, famosa no sólo por su historia, villas y monumentos, sino también por sus playas, gastronomía, tranquilidad y fiesta, todo un crisol de posibilidades para descubrir.
Acompáñanos en este recorrido donde conoceremos más sobre la isla de Paros. Acomódate y disfruta este viaje: pulsa en "Monumentos" para profundizar más en el recorrido por esta isla griega o en "Historia" si quieres saber algo más de este destino, en "Mapas" tendremos ese complemento que nunca debe faltar en un viaje, mientras que en "Guía" te guiaremos para que puedas aprovechar al máximo tu experiencia en este rincón de Grecia. Finalmente, en "Conclusiones" conocerás, si quieres, nuestra opinión personal y experiencias vividas durante este viaje.
Nuestra visita: | Agosto de 2024. |
Idioma Oficial: | griego (inglés es ampliamente hablado). |
Moneda: | Euro €. |
Población 2011: | 13.715 hab. |
Superficie: | 195 Km². |
Prefijo telefónico: | +30 22840. |
Web oficial: | visitgreece.gr imagine.paros.gr |
Se sabe que la isla de Paros ha estado habitada desde el Paleolítico ya que, aunque este período no está muy documentado, probablemente aquellos primeros pobladores vivían en cuevas, como así lo atestiguan la de Demonon en la colina de Agios Georgios en Lagada (Aspro Chorio), o la cueva de Antiparos, entre otros muchos otros refugios naturales. Durante la Edad Neolítica (4.300 - 3.900 a. C.) existió una aldea en Saliagos, una pequeña isla al norte del canal entre Paros y Antíparos, que es el lugar con la historia más antigua conocida de Paros y cuyos hallazgos se exponen hoy en el museo arqueológico de Parikia, siendo la "Dama Gorda de Saliagos" la pieza más famosa. De la Civilización cicládica (3.200 a. C. a 2.000 a. C.) son muchas figurillas que se encontraron en las tumbas de aquella época, incluso los arqueólogos han hallado restos de asentamientos cicládicos alrededor del Kastro de Parikia, en Dryos (Pyrgaki), en Glyfa, en Alyki (Avyssos) y cerca de Kolybithres de Naoussa, donde también se descubrieron tumbas de aquella época.
Su ubicación estratégica favoreció el comercio marítimo entre otras islas de las Cícladas y de Grecia continental, como ocurrió también durante la época Minoica (2.000 - 1.500 a. C.), ya que los minoicos no se asentaron en la isla, sino que eran comerciantes de paso. Por tanto, no existen a día de hoy restos de aquel período en Paros, sin embargo, sí hubo un asentamiento que se encontraba en la zona de Kastro, en Parikia, datado del 2400 al 2100 a. C. que estuvo habitado durante el apogeo de la civilización minoica. En la época Micénica (1200 a.C.) también hubo un asentamiento, como sí lo demuestran los restos hallados en Koukounaries, cerca de Naoussa, consistentes en un palacio protegido por murallas ciclópeas que estuvo habitado hasta finales del siglo XIII a. C.
Durante la Edad Oscura y Arcaica (1100–500 a.C.) la isla fue colonizada por jonios provenientes de Asia Menor, hacia el siglo X a.C. En el VIII a.C. Paros fundó colonias, como Thasos, en Tracia. La isla comenzó a ser famosa por su mármol ("lýchnitis"), considerado uno de los mejores del mundo antiguo, usándose en esculturas famosas como la Venus de Milo y el templo de Apolo en Delfos. Fue en este período cuando Aparecieron figuras notables como el poeta Arquíloco (siglo VII a.C.), conocido por su poesía satírica y lírica. En época Clásica (500–323 a.C.), Paros apoyó a Persia durante las Guerras Médicas por lo que, como castigo, fue atacada por Atenas (490 a.C.). Posteriormente se unió a la Liga de Delos liderada por Atenas, aunque probablemente de manera forzada. Durante este tiempo, la isla mantuvo una vida cultural y artística activa.
Estamos ya en la época Helenística y Romana (323 a.C. – siglo IV d.C.): en aquella etapa, con la caída del imperio de Alejandro Magno, Paros pasó por manos de distintos gobernantes helenísticos. En el siglo II a.C., la isla fue incorporada al Imperio Romano, pasando a formar parte de una provincia romana que abarcaba más islas y la Grecia central y meridional, momento en que isla perdió importancia política, aunque siguió siendo valorada por su mármol y belleza natural. En este período, también se empezó a expandir el cristianismo. En la época Bizantina (siglos IV–XIII) Paros se cristianizó completamente, construyéndose la iglesia más importante de la isla: Panagia Ekatontapiliani (conocida como la "iglesia de las 100 puertas"), atribuida a santa Elena, madre de Constantino el Grande. Durante esa etapa fue atacada ocasionalmente por piratas y sufrió cierta decadencia.
El período Veneciano y de los Cruzados (1207–1537) comenzó tras la Cuarta Cruzada, cuando Paros fue conquistado por aquellos. Formó parte del Ducado del Archipiélago, fundado por Marco Sanudo, construyéndose castillos y fortalezas, como el de Parikia y Naoussa, usando mármol reciclado de templos antiguos, aunque también muchas piezas de aquellos fueron saqueadas por los gobernantes enviándolas a su patria. En 1537, Paros fue tomada por el Imperio Otomano bajo el almirante turco Barbarroja. Durante esta etapa, los habitantes sufrieron grandes impuestos y ocasionales ataques de piratas, aunque también, a pesar de ser parte del Imperio Otomano, la isla mantuvo cierta autonomía en la vida local.
Aquella etapa no dejó muchos monumentos (aunque se fundaron nuevas aldeas, como Lefkes, Kostos y Mármara), ya que no había otomanos viviendo en la isla, sólo soldados y funcionarios que se encargaban de cobrar los impuestos. Posteriormente, Paros participó en la Guerra de Independencia Griega iniciada en 1821 y, tras crearse en nuevo Estado Griego en 1830, se unió a él. En los siglos XIX y XX, fue una isla agrícola y marinera, con cierta emigración hacia Atenas y el extranjero, especialmente tras la II Guerra Mundial y la Guerra Civil Griega que provocaron una pobreza significativa. Desde mediados del siglo XX, el turismo comenzó a desarrollarse, y hoy es una de las islas más populares del mar Egeo, famosa por su arquitectura cicládica, playas, festivales y cultura.
La isla de Paros es un destino ideal para quienes buscan cultura y playa, incluso para quienes desean unos días románticos o noches de fiesta. Este lugar ofrece muchas posibilidades al viajero, incluso se dice que Naoussa, villa situada al norte, podría competir en glamour con el mismo Miconos. Sea como fuere, os vamos a proponer qué ver en Paros en tres días, aunque si añades más jornadas no te vas a arrepentir. La ruta está pensada para hacerla con moto o coche, por lo que tendrás que comparar precios y planificar con suficiente antelación, especialmente en la época alta.
Día 1: la primera jornada se podría dedicar a la capital de la isla: Parikia. Su casco antiguo es muy bonito y merece la pena perderse sin rumbo por sus calles. Durante el recorrido por la antigua Parikia verás la antigua calle del Mercado de Parikia, pequeñas capillas encaladas, antiguos arcos, las fuentes de Nikolaos Mavrogenis de 1777, el Kastro o Frangokastello, los restos del templo arcaico de Atenea, la iglesia de Agios Konstantinos y la de Evagelismos tis Theotokou, el antiguo puerto, antiguos molinos de viento, etc.
Imperdibles son la visita a la basílica de Panagia Ekatontapiliani, uno de los monumentos paleocristianos más antiguos de Grecia, y el museo Arqueológico de Paros que alberga una importante colección de artefactos de la historia antigua de la isla, destacando la estatua arcaica "Gorgona de Paros", dos relieves asociados al altar o friso que decoraban el Archilochion, de alrededor del año 500 a.C., la “Dama Gorda de Sáliagos” de entre 4300 y 3700 a.C (la escultura de mármol de arte cicládico más antigua que se conserva actualmente), etc., etc.
Cerca del puerto es interesante visitar el FluxusMuseum, de entrada gratuita, y más allá el Antiguo Cementerio de Paros, una de las necrópolis antiguas más grandes y mejor conservadas de las Cícladas. Terminada la visita de Parikia, que llevará toda la mañana, después de comer se puede terminar el día en algunas de las playas de la isla.
Día 2: este día se dedicará a visitar algunos de los pueblos más bonitos de la isla en su parte este. Se podría empezar visitando la más famosa de las villas: Lefkes. Se trata de una villa de montaña que ha mantenido la esencia cicládica tradicional. Desde ahí se puede ir en una ruta senderista por el llamado Camino Bizantino hasta el cercano pueblo de Prodromos que también conserva su belleza cicládica, aunque con menos gente que aquella. El triángulo se completa con la villa de Marpissa, otro bello asentamiento que últimamente se ha hecho muy popular en las redes sociales por un rincón de su entramado urbano: la puerta rosa. Como pasó el primer día, después de comer se puede hacer una pequeña ruta por playas cercanas, como la de kalogeros o la de Molos.
Día 3: la última jornada se podría dedicar a visitar una de las villas más de moda de todas las islas Cicládicas: Naoussa, otro pueblo precioso, lleno de vida y, en algunas zonas, de glamour. Tras recorrer y vivir la villa, la tarde se puede dedicar a visitar las plazas más populares de la zona, como la de Kolymbithres y la de Monastiri, a las que se puede ir con barco turístico desde el mismo puerto de Naoussa.
Paros es un destino que merece la pena ser explorado sin prisas, ya que es ideal para quienes buscan una combinación de relax, historia, gastronomía y autenticidad. Para llegar a Paros, la tercera isla más grande de las Cícladas, se puede hacer a través de dos medios de transporte: el avión o el barco. En la primera opción existen vuelos directos que conectan la isla de Paros (el código IATA de su aeropuerto es PAS) con Atenas y Tesalónica, mientras que las navieras lo hacen desde los puertos de Naxos, Siros y Sérifos. La manera más habitual de llegar a la isla es con ferry, puesto que existe la posibilidad de embarcar también el automóvil personal. También hay que señalar que existe otra línea de ferry que une la capital de Paros, Parikia, con Antíparos, opción que debes saber si quieres, además, visitar la isla vecina.
Ya en la isla ahora toca buscar un vehículo a motor que nos ayude a movernos por la isla, aunque a decir verdad reservamos con mucho tiempo de antelación, ya que al ir en verano podría ser que hubiera tanta demanda que los precios pudieran subir considerablemente. Por tanto, una motocicleta es suficiente para recorrer la isla considerando el tamaño de la misma. Recomendamos comparar las diferentes webs de alquiler que existen en Paros y quedarte con la que más te convenga (si quieres que te digamos la que nosotros elegimos escríbenos en la sección de contacto). En cuanto al transporte público, se puede ir en autobús desde Parikia a los puntos más destacados de la isla, como Lefkes, Prodromos, Marpissa o Naoussa (más información en la web oficial), pero tendrás menos libertad para moverte y para ir a ciertas playas que no están conectadas con transporte público.
Parikia es muy fácil de recorrer y recomendamos pasar una mañana entera (o una tarde) para recorrerla y conocerla, ya que no es sólo una puerta de entrada a la isla de Paros, sino un destino en sí mismo, lleno de historia, cultura y belleza cicládica. Por eso, si tienes intención de alquilar un coche o una moto, te recomendamos que el día que quieras visitar la villa no lo hagas, es decir, si tu visita a Paros consta de tres días, entonces alquílalo para dos días, dejando la jornada suelta para Parikia. Además, tras el paseo puedes bañarte en alguna de las cercanas playas de la villa a las que se pueden ir andando.
El casco antiguo de Parikia nos ha gustado mucho, posee el típico entramado cicládico que podríamos esperar con todos los elementos característicos: calles estrechas y laberínticas, casas encaladas de blanco, arcos, buganvillas, etc.… Sea como fuere, tampoco te puedes perder una puesta de sol en Parikia, visible desde muchos puntos de la ciudad: desde el puerto, desde la terraza de la iglesia de Agios Konstantinos (el punto más alto de la antigua Parikia), etc. Por otro lado, hay que decir que el antiguo Cementerio nos ha parecido un buen lugar interesante para visitar, pero se encuentra bastante abandonado, incluso las veces que fuimos, el edificio expositivo no estaba abierto (de cualquier manera, sería interesante combinar tu visita con la del museo Arqueológico de Paros, situado a pocos minutos andando, ya que aquí se exponen interesantísimos sarcófagos y otras piezas provenientes del cementerio).
Nos ha enamorado la basílica y monasterio de Panagia Ekatontapiliani, uno de los monumentos paleocristianos más antiguos de Grecia. La visita te llevará algo de tiempo, puesto que además de la propia iglesia el boleto de acceso incluye el baptisterio, el museo bizantino (no se permite la fotografía en su área expositiva) y la galería con un serrallo (una sección separada para que las mujeres pudieran asistir a misa). Debido a su rica y compleja historia sería una gran idea contratar a un guía local o hacerte con una audioguía. Debes tener en cuenta que Panagia Ekatontapiliani no sólo es un monumento, sino también un lugar vivo de culto, con celebraciones litúrgicas diarias, por lo que cuando la visites vístete con ropa adecuada. Uno de los días grandes de esta iglesia es el 15 agosto, por lo que habrá muchísima afluencia de visitantes y creyentes.
De igual manera el museo Arqueológico de Paros nos ha encantado, ya que expone interesantísimas piezas encontradas en la isla y en las de los alrededores: su colección escultórica es una de las mejores de la Grecia arcaica. Si aun tienes sed de cultura, en Parikia existe un lugar de arte moderno, centrado especialmente en el videoarte, que quizás te interese, esa iniciativa se llama FluxusMuseum. Nos pareció muy curioso ya que nunca hubiéramos esperado visitar un museo de este tipo en una isla cicládica, pero la verdad es que, a pesar de su reducido tamaño, pasamos un rato entretenido.
Dejamos ya la capital de Paros para centrarnos en otros destinos importantes de la isla, entre las que se encuentra sin duda Naoussa. Si vas en coche o moto, a la entrada del pueblo, cerca del puerto, existe un amplio parking gratuito. La villa, que también ha mantenido su esencia cicládica, es preciosa y se ha puesto muy de moda entre un publico joven de un nivel medio-alto. Nos encantó su antiguo puerto, epicentro social del pueblo, lleno de vida (sobre todo a partir de las 17h. o 18h.) y de terrazas. Muy populares son las playas cercanas a Naoussa, por su belleza natural y por sus aguas cristalinas, como Monasteri y Kolymbithres.
La otra joya de la corona es el pueblo de Lefkes, también muy popular entre los que visitan la isla, que ha sabido conservar su arquitectura tradicional. Más tranquilas son las villas de Prodromos (que nos gustó muchísimo) y Marpissa que se ha hecho muy popular a raiz de la publicación en redes sociales de una fotografía de la puerta rosa de unas de sus casas. Aquellas dos primeras están conectadas con el camino Bizantino, carretera de aquella época, que si decides andarla llévate agua, gorro y protección solar.
En el capítulo gastronómico es importante señalar que los platos tradicionales, que han sido transmitidos de generación en generación, se elaboran con pocos ingredientes, aunque siempre de temporada, abundando recetas vegetarianas, en las que se utilizan materia prima como judías verdes, alcachofas, calabazas e higos. De igual manera el mar es otra fuente de alimentos, por lo que también encontraremos pescados y mariscos en el recetario típico de Paros. Los hábitos alimenticios de Paros tienen sus raíces en la dieta mediterránea, en la que también se utilizan, además de la verdura y el pescado, frutas y verduras, aceite de oliva, vino, licores, quesos, así como carnes de ave y de cabra. Además, la isla produce miel, hierbas aromáticas, como orégano, salvia y tomillo, alcaparras y aceitunas.
Entre los platos típicos de Paros encontramos los quesos locales como Xynomyzithra fresco, ladotiri, kefalotyri, tulumisia y kopanisti; la pasta tradicional llamada mirmizelli, kremmydokeftedes (buñuelos de cebolla), karavoli (caracoles, generalmente asados a la parrilla, estofados con calabacines, eneldo, cebollas y una salsa de huevo y limón), salatouri (una ensalada común en las Cícladas que se prepara con salachi, un gran pez conocido por su cuerpo plano y sus grandes aletas), fava padremeni (también es un plato común en las Cícladas y Creta, elaborado con habas y cocinadas con un poco de cebolla y aceite de oliva), patouda (cabra o gallo relleno de arroz, hígado, queso y pasas, especialmente servido en fiestas, como en Navidad), sougli (pescado pequeño secado al sol empanado y frito), bollos de cebada o nueces, ladenioi (pequeñas galletas con aceite de oliva y especias horneadas), etc. De igual manera, en Paros se pueden disfrutar platos típicos de la gastronomía griega como mousakka, souvlaki, loukanikó (unas especies de salcchias), gyros, baklava, etc.
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